tag:blogger.com,1999:blog-3830142198581073836.post2322529502584405678..comments2023-10-22T10:50:35.883-03:00Comments on Los Parrafistas: Victoria a través de TerrenoMarcelo Perenchiohttp://www.blogger.com/profile/02395755054621216828noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-3830142198581073836.post-14545497154554497772009-03-31T18:08:00.000-03:002009-03-31T18:08:00.000-03:00perdón, omití involuntariamente el autor: Jorge Lu...perdón, omití involuntariamente el autor: Jorge Luis Borgescarolinanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3830142198581073836.post-59815899233703655172009-03-31T01:33:00.000-03:002009-03-31T01:33:00.000-03:00Caro: ¡què hermoso ese poema! Una de las lindas co...Caro: ¡què hermoso ese poema! Una de las lindas cosas que trajo la lectura de anoche.<BR/><BR/>Anónimo: muy interesante el asunto ese que explicás allí. A veces sería lindo hacer una lectura guiada por el texto, una especie de "lectura anotada" y en otras es lindo hacerlo en solitario.<BR/>¿Será muy complicado intentarlo en inglés? Para un nivel de inglés medio digo.<BR/>Con respecto al comentario final, lo tuyo equivale a "pegar en el palo". <BR/>Suerte<BR/>FernandoFernando Terrenohttps://www.blogger.com/profile/17481174618284575817noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3830142198581073836.post-2407866637205510122009-03-31T00:04:00.000-03:002009-03-31T00:04:00.000-03:00Pasó el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, con Th...Pasó el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, con Through the Looking Glass and What Alice Found There. <BR/><BR/>Pero como la libertad es libre, aprovecho el jolgorio para sugerir que los libreros que aquí venden la traducción de ese libro (ó Alice`s Adventures in Wonderland ), recomendándola como lectura para niños, sean imputados por delito grave. Y la pena debiera ser un susánico: ¡que le corten la cabeza!<BR/><BR/>Desde que entré en la niñez intenté entenderlos, sin éxito. Por suerte, incluían los dibujos de Tenniel, con suficientes rayas como para entretenerme durante las siestas de verano. <BR/><BR/>Estoy seguro que en muchos lectores jóvenes desarrollaron síndromes anti-líbricos y más de uno habrá renunciado a leer ningún otro libro, total, si todos eran así…<BR/><BR/>Medio siglo después, y promediando mi adolescencia…¡me llovió un ejemplar en Inglés! <BR/><BR/>Recién entonces capté (creo) los juegos de palabras y giros, grafías versus sonoridades y pronunciaciones, inalcanzables fuera del idioma original, y las referencias a asuntos políticos del momento y la apelación a contenidos de la educación inglesa, que no podrían nunca convertirse en contenido de “libros para niños de cualquier parte del mundo”<BR/><BR/>Porque cuando un texto necesita de cantidad de explicaciones al pié, y notas de un traductor o ensayos explicativos ulteriores, lo mejor es acomodarlo bien en la pila de libros a quemar, o usarlos para enderezar el bidé.<BR/><BR/>A la duda de últimas de Hugo, me permito recordarle que la ingesta del láudano o cualquier otra opiácea fue (y es) algo más que común. Un roce con de Quincey puede resultar curioso, pero emplearlo para elucubrar cuentos para niñitas…vamos! <BR/><BR/>¡lo más peor es que me comí dos días memorizando La Caza del Snarck esperando a este autor!Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3830142198581073836.post-83364541421455761462009-03-30T12:44:00.000-03:002009-03-30T12:44:00.000-03:00Para Fernando Terreno, digno ganador:Los espejosYo...Para Fernando Terreno, digno ganador:<BR/><BR/>Los espejos<BR/><BR/>Yo que sentí el horror de los espejos<BR/>no sólo ante el cristal impenetrable<BR/>donde acaba y empieza, inhabitable, <BR/>un imposible espacio de reflejos<BR/><BR/>sino ante el agua especular que imita<BR/>el otro azul en su profundo cielo<BR/>que a veces raya el ilusorio vuelo<BR/>del ave inversa o que un temblor agita<BR/><BR/>y ante la superficie silenciosa<BR/>del ébano sutil cuya tersura<BR/>repite como un sueño la blancura<BR/>de un vago mármol o una vaga rosa,<BR/><BR/>hoy, al cabo de tantos y perplejos<BR/>años de errar bajo la varia luna,<BR/>me pregunto qué azar de la fortuna<BR/>hizo que yo temiera los espejos.<BR/><BR/>Espejos de metal, enmascarado<BR/>espejo de caoba que en la bruma<BR/>de su rojo crepúsculo disfuma<BR/>ese rostro que mira y es mirado,<BR/><BR/>infinitos los veo, elementales<BR/>ejecutores de un antiguo pacto,<BR/>multiplicar el mundo como el acto<BR/>generativo, insomnes y fatales.<BR/><BR/>Prolongan este vano mundo incierto<BR/>en su vertiginosa telaraña;<BR/>a veces en la tarde los empaña<BR/>el hálito de un hombre que no ha muerto.<BR/><BR/>Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro<BR/>paredes de la alcoba hay un espejo,<BR/>ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo<BR/>que arma en el alba un sigiloso teatro.<BR/><BR/>Todo acontece y nada se recuerda<BR/>en esos gabinetes cristalinos<BR/>donde, como fantásticos rabinos, <BR/>leemos los libros de derecha a izquierda.<BR/><BR/>Claudio, rey de una tarde, rey soñado,<BR/>no sintió que era un sueño hasta aquel día<BR/>en que un actor mimó su felonía<BR/>con arte silencioso, en un tablado.<BR/><BR/>Que haya sueños es raro, que haya espejos,<BR/>que el usual y gastado repertorio<BR/>de cada día incluya el ilusorio<BR/>orbe profundo que urden los reflejos.<BR/><BR/>Dios (he dado en pensar) pone un empeño<BR/>en toda esa inasible arquitectura<BR/>que edifica la luz con la tersura<BR/>del cristal y la sombra con el sueño.<BR/><BR/>Dios ha creado las noches que se arman<BR/>de sueños y las formas del espejo<BR/>para que el hombre sienta que es reflejo<BR/>y vanidad. Por eso nos alarman.Caronoreply@blogger.com