lunes, 26 de septiembre de 2011

Diario del año del diagnóstico - Esteban mira a los ojos



















En el devenir del discurso, aquello me había pasado inadvertido. Esto fue en el mes de julio. Estábamos en el lugar donde Esteban está tratando de tratarse, y la coordinadora nos explicaba algunas características de los chicos con TGD. Después entró al consultorio una colaboradora de la institución. Nos saludó y fue hasta Esteban, que jugaba con lápices en un rincón. Y la jefa le dijo: “¿Viste cómo te mira a los ojos?”. Entonces se me destacó ese rasgo, ausente en los niños autistas, según nos dijera ella; ese rasgo de ausencia, que el Fulanito no tiene. “Esteban mira a los ojos”, pensé. Fue imposible no recordar la frase aquella de la película de Luis Sandrini: “La vieja ve los colores”. “Esteban mira a los ojos”, me repetí, y pensé que me gustaría escribir con ese leit motiv algo que resultara tan emocionante como aquella frase inocente y maravillada de Sandrini. “¡La vieja ve los colores!” “¡Esteban mira a los ojos!” Pero en ese momento no podía escribir. Y todavía quizá tampoco.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Diario del año del diagnóstico

No me puedo quejar. Fueron casi trece años de muy buena suerte. De no ser por eso, no hubiera prosperado –es un decir- en esto de la seguridad privada. Me tocaron siempre buenos servicios. El depósito de Disco en el Mercado Central, la planta industrial de Mercedes Benz, los cambiantes objetivos en el Gobierno de la Ciudad, el Citi. Alrededor de tres años en cada uno. Ahora, desde mayo, se dio vuelta la taba.
Ya conté de mi paso del banco a otro edificio del microcentro. No duré casi nada ahí. Desde el 1 de setiembre, nuevo traslado. Esta vez, a un lugar plenamente inadecuado: un sanatorio. Una institución de primer nivel, solvente, tecnológica, suntuosa, -de gestión religiosa, inclusive-, pero un hospital, al fin y al cabo. No es para mí, en este momento, y ya pedí la baja.
Hablando con una compañera la otra noche, conociéndonos,confidenciales en la madrugada,me encontré contándole que nunca me habían gustado los chicos, ni la idea de ser padre. A lo largo de mi vida -desapegada y recoleta, por lo demás-, cero contacto con sobrinos o con hijos de amigos o de novias. (En realidad, mis amigos no tenían hijos, o dejaban de serlo, arrebatados, en cuanto los tenían. Y de mis novias mejor no hablar.) Cuando los veía gritones o desobedientes por la calle, decía incluso que los chicos argentinos son los más zonzos del mundo. Maldad gratuita, ya que nunca estuve en otro país. Mi compañera opinó que ahora seguramente había cambiado mi tesitura, que hoy a mi hijo debo tolerarle con gusto los gritos y el estropicio. Me quedé callado, mirándola con una sonrisa llena de lágrimas. Recién nos conocemos y a ella no quisé contarle. Me encontré pensando que ahora me alegraría de tener uno de esos chicos gritones y ruidosos, que me parecían zonzos.
La neuróloga dijo que el diagnóstico puede llevar hasta un año, y después se verá con un tratamiento, pero hoy parece un hecho que Esteban no será como esos chicos.

Addenda: No desesperen ni haya drama, queridos compañeros oyentes. Si puedo escribir sobre esto (pergeñar este texto) es porque ya el cimbronazo pasó, el estupor quedó atrás, y con Cristina la vamos piloteando, como dicen los pibes. Saludos. Y jueguen a adivinar quién es el autor de la foto, y por qué lo pongo.

martes, 6 de septiembre de 2011

CruzArte setiembre

CRUZARTE

Todo puede suceder cuando dos palos opuestos se juntan.

Ciclo de reportajes públicos donde Hugo Paredero cruzará a dos invitados importantes de distintos ámbitos. Como será una charla abierta, el público presente también podrá cruzarse con sus preguntas.
Al final de cada encuentro sabremos cómo y cuánto se juntaron los invitados, y cuánto arte hubo en esos cruces. CruzArte apuesta a que existen más similitudes que diferencias en los humanos, y a que toda actividad humana funciona mejor si se realiza creativamente, con arte.

Idea y conducción: Hugo Paredero

Coordinación general: Adriana Baldessari

Invitados: Ana María Bovo, actriz, narradora oral, escritora, docente, dramaturga y directora teatral y Ricardo Forster, filósofo y ensayista, doctor en filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba, investigador y profesor.



El primer miércoles de cada mes a las 19.30 hs.