lunes, 29 de junio de 2015

"Otra vez", dijo Página



Lunes 29 de junio

Cuento: "Cuando éramos felices"
Autor: Isidoro Blaisten
Ganador: Nadie
Tiempo: ´3 "00

Sí, otra vez naranja. (Ininterruptus Nº... No, no sé cuantos van, creo que un montón) Pero, ¿cómo "ganador nadie" y tres minutos? Sí, papá, se agotó el tiempo de lectura y no hubo ganador. Ah, claro, ahora se lee hasta tres minutitos. Pero, ¿cómo sabemos qué fue lo que se leyó si nadie ganó? Porque parece que una novedad al menos hay en este retorno de Parrafus: nuestro conductor, ahora, a veces, revela qué era lo que leyó. Pero te digo que esta vez no me hubiese enterado si Nuestra Mujer en B.B. no me avisaba: abandoné la sintonía en cuanto Hugo terminó el juego; los deberes paternos me reclamaban. Parece que varios oyentes festejaron tanto la lectura, reclamando a su vez la revelación del título, que nuestro conductor les dio el gusto. Y bue... Pobre Isidoro, tan sufrido siempre (él y muchos de sus personajes, excepto el vivo de "A mí nunca me dejaban hablar"), esta vez no salió. Amén.

martes, 23 de junio de 2015

Parrafus vuelve


Cuento: "La gallina degollada"
Autor: Horacio Quiroga
Ganadora: Mónica Spósito, de San Miguel
Tiempo: ´0 "30
Premio: "La grandeza de la vida", de Michael Kumpfmûller

Sorpresivamente (tanto que no estaba escuchando) volvió Párrafus Interruptus a Por Amor al Arte. Casi nada puedo escribir de este retorno (si hay nuevas reglas, por ejemplo); sólo fui informado de los datos básicos para mi sinopsis. La verdad es que traté de estar atento a la radio cólega donde brilla Tom Lupo, para conocer novedades sobre su estado, pero el sueño me venció. Felicitaciones de los viejos Parrafistas a la oyente Mónica (el mejor nombre de mujer en castellano) por su primer triunfo en Parrafus, y congratulación general por el retorno.

lunes, 8 de junio de 2015

¿Todo terminó?

(viene de "El final de muchas cosas")


Hugo decidió cortar por lo sano, como suele decirse. Parar la pelota. Barajar y dar de nuevo.
Sin embargo, se aviene a considerar una variante que aporta Adrian K: Whatsapp (¿se escribe así?). La participación mediante whatsapp, parece, permitiría a los oyentes sortear cualquier obstáculo. No hay manera de interferir. Además, se podría formar un grupo, dijo el joven Korol, pero ahí ya me pierdo; no entendí o no recuerdo la utilidad de tener “un grupo”. En realidad, lo ignoro todo acerca de este medio, de esta red social, como le dicen (pero social es otra cosa): mi celular es vetusto, así que no esperen acá más detalles al respecto. Solo digo que, si mal no recuerdo, esto se parece a algo que se barajo al comienzo de este ciclo (no recuerdo para qué o por qué), algo así como aceptar múltiples llamadas con la respuesta correcta y después hacer un sorteo. En aquel momento, nuestro conductor desestimó esto sin hesitar. Esta vez, quedó en pensar ese avance tecnocrático sobre lo artesanal de nuestro juego. Pero hoy por hoy Parrafus Interruptus está suspendido.

Lo escribí hace poco: segundas partes nunca fueron buenas. Después comprendí que lo decía por mí; a lo mejor era una manera de abrir el paraguas. Con renovadas miríadas de oyentes, ¿adónde iría a parar mi pasado éxito en Parrafus? Pero enseguida noté que mi memoria enlazadora, mis facilidades de asociación y síntesis, seguían intactas, y volví a cosechar los mejores resultados, como antaño. Entonces dirigí mi suspicacia en otra dirección, apunté el paraguas a otros nubarrones.
Lo que no me cerraba, lo que me hacía temer, fue Parrafus en Por Amor al Arte. Ese fue su comienzo, es sabido: un segmento lúdico, juguetón, una vez por semana, siempre la siesta de los jueves. Después creció y se emancipó, buscando su lugar en los vaivenes de la programación. Recaló en la noche, en la trasnoche, y aquello le quedó bien, lo hizo íntimo, próximo, compañero. Vino el suceso, a nuestra escala. Tuvo continuidad, cuatro años, 2006, 2007, 2008, 2009, casi sin interrupción, con vacaciones breves de nuestro conductor, o así lo recuerdo. Ah, y alguna transmisión de Cosquín… Ahora, este año, después de cuatro (descuento 2010, año de Caras y Caretas), volvía como apéndice, como entremés dentro del programa mayor. Y aquí llego al punto.
A Parrafus Interruptus parece faltarle su escencia porque Por Amor al Arte no es el mismo. ("Mucho cuidado a partir de ahora, Perenchio.") Lo que volvía extraño (lejano, ajeno, ajado) a Parrafus Interruptus era la pérdida de la intimidad. Ya no era un hombre solo leyéndonos a la noche (además, era más temprano). Ahora el aire, el micrófono, la mesa está superpoblada. (Cuidado, Marcelo.) No hace falta que los nombre, si alguien lee esto (y he aquí otro cambio: nadie lee) ya los conoce. Todos muy meritorios hombres y mujeres de radio, algunos que fueron acompañantes de Hugo en otros programas de los últimos años (los años sin Parrafus), pero… Pero. Pero. Pero. Es eso. La intimidad, la cercanía, la comunión se esfumaron en este Parrafus Interruptus. Muchas manos en un plato… Muchas voces en un micrófono…Muchos ojos en un libro… ¡Y qué intimidad querés con una, con una, con una…! (¡Perenchio Coronel!), ¡con una columnista como Nora Anchart! (¡QW%XWQ&!) ¡Y bueno, ella me quiso censurar, ¿o no?! ¡No le gustaba que gane “siempre” yo! Ahora debe estar contenta: no voy a ganar más. Nunca más. Todo terminó. El sueño termino. ¡Adiós, Nora Anchart!Y ¿Qué va a ser de la Perenchio, ahora, Adrián?

continuará

domingo, 7 de junio de 2015

El final de muchas cosas

Hugo anunció la visita de Hernan Lucero y en mi memoria se levantó el telón a la primera noche del Caras y Caretas. Aquel primer encuentro con los Parrafus Interruptus en vivo en el centro cultural de San Telmo. Esa noche también estuvo invitado este joven cantor de tangos. Fue el comienzo de una serie de encuentros de oyentes en el año en que Parrafus se quedó sin aire en radio Nacional. Ahora, invitado en Por Amor al Arte, Hernan sería testigo de una clausura, un cierre, un final. Lucero testigo de un apagamiento, de una oscuridad.
Hugo anunció la suspensión del juego literario que nos convocó durante cuatro años, entonces, y cuatro meses, ahora. Parrafus se interrumpe "por un tiempo", dijo. Y dio sus razones. Informó acerca de una interferencia telefónica, una ocupación anónima de la línea en el momento de la lectura que no permite el normal desarrollo del juego, que hace imposibles los Interruptus. Las llamadas se repiten, pero nadie se da a conocer cuando Irene Roust atiende. Es después de los tres minutos de lectura que la línea es liberada y los oyentes pueden comunicarse, pero entonces las reglas del juego no permiten a la telefonista aceptar la respuesta. Esto explica la sucesión nunca vista de Ininterruptus. Lo inexplicable son esas interferencias. ¿Obra de un pícaro? ¿Broma de un loco? ¿Daño colateral de una falla técnica? Hugo decidió cortar por lo sano, como suele decirse. Parar la pelota. Barajar y dar de nuevo.

(continuará)

miércoles, 3 de junio de 2015

Lecturas de Mayo




4/5

34) Carson McCullers (USA), “El corazón es un cazador solitario”: Laura Falcoff, periodista, crítica de danza, Palermo (0’ 34”)

5/5

35) Haroldo Conti (ARG), “Los caminos”: Renata Moreno, actriz, Núñez (1’)

8/5

36) Franz Kafka (CHE), “Informe para una academia”: Graciela Amadío, profesora de literatura, Almagro (1`25”)

11/5

37) Juan Rulfo (MEX), “Nos han dado la tierra”: María Suárez, ama de casa, Coghlan (0`52”)

14/5

38) Julio Cortázar (BEL/ARG), “62. Modelo para armar”: Marcelo Perenchio (0´26”)

15/5

39) William Shakespeare (ING), “Sueño de una noche de verano”: Laura Falcoff (0´51”)

18/5

40) ININTERRUPTUS

19/5

41) ININTERRUPTUS

22/5

42) Edgardo Cozarinsky (ARG), “El rufián moldavo”: ININTERRUPTUS

28/5

43) Anton Chéjov (RUS), “Un niño maligno”: Mario Arkus, empleado público, politólogo, Villa Lugano (1’ 50”)

29/5

44) Michael Frayn (ING), “Copenhague”: Marisa Weber, bibliotecaria, Hurlingham (2’ 16”)

¿Literatura juvenil?

Lunes 1 de junio

Cuento: ¿?
Autor¿?
Ganador: nesuno

Ininterruptus otra vez. Creo que el número de los juegos fallidos ya supera el de mis triunfos (era mi deseo mantenerme arriba de ellos), no quiero ni contarlos. Lo de anoche empieza como una de esas novelas para lectores impúberes o adolescentes que ya es un género en sí mismo. Seguramente es de algún autor que busca diversificar su público o tiene el sindrome de Peter Pan. Y parece argentino. Arriesgaría algún nombre, pero eso no se hace. Además, seguramente fallaría, porque no leí ninguno. Espero que más pronto que tarde la revelación me tape la boca. Chau.