Cristina pidió que para reyes le regale un libro.
-Será “Cita a ciegas” –repliqué, cuando me dijo el título.
-No. “Ciega a citas”-insistió ella, y me dijo que en ese libro se basa una serie que está pasando canal 7.
Me gustó el retruécano, pero, belicoso ante la mención de la tele, dije con desdén:
-Ah. Un juego de palabras. Qué inteligente…
Pero ella me desarmó diciendo que el libro es un compendio o novelización de un blog, el blog de una chica que buscaba su media naranja encontrándose con tipos que conocía en Internet.
Esa noticia, más el vago recuerdo de haber visto un avance del programa, me llevaron a pensar en Losparrafistas. Me pregunté cómo podría ser una serie televisiva basada en nuestro blog.
“Aburrida”, me respondí. Aburrida y monotemática, justamente por no haber sido un poco más ‘nuestro’ el blog, un poco más plural. Una serie con imágenes de un tipo leyendo, escuchando radio, llamando por teléfono, no resultaría muy interesante…ni para canal 7. Y ese esquema (este Blog) no podría volverse atractivo ni con la pluma de un Cernadas Lamadrid, un Alberto Migré, un Maestro y Vainmann o un Hugo Paredero en el guión.
Sin embargo, tras prometerle a Cristina que le regalaría aquel libro, me entretuve imaginando a los actores y actrices que podrían interpretar “Los Parrafistas TV”.
Para mí, me gustaría Pepe Monje, que ya me parecía un pibe serio, recatado, casi impertérrito, en la época de “Pelito”. Aunque creo que últimamente estuvo haciendo payasadas en alguna de esas ficciones familiares del trece…
En este punto, enseguida, reparé en que mi conocimiento del mundo del espectáculo local es muy limitado, detenido en los elencos televisivos de hace veinte o más años. Entonces, antes de anotar que para representar a Quique Figueroa pensé en el simpatiquísimo y dinámico Adrián Suar (recordado también de “Pelito”), pedí ayuda a la susodicha Cristina para completar nuestros roles.
Ella, para empezar, desechó a Pepe Monje. Dijo que a mí debería encarnarme Damián de Santo.
-Demasiado sonriente, me parece –dije yo-. Medio carilindo, también, aunque un poco regordete.
-Entonces –dijo ella-, Roberto Antier. Se te parece más todavía. Pero creo que Roberto Antier no actúa más. Ahora es director.
-¡Pero Roberto Antier es un gordo! –me indigné.
-¿Y por casa cómo andamos? –replicó ella.
Pero, dejando de lado estas disputas internas o interiores, el elenco para los oyentes más destacados de Párrafus lo fuimos conformando más o menos así.
Para interpretar a María Suárez, Cristina propuso a Leonor Benedetto. Lo dijo sin pensar, con entera seguridad, en cuanto le tiré el nombre de la Dama de Coghlan.
Me pareció que le asignaba una exuberancia o languidez muy alejada de lo que yo me hubiera imaginado, pero encontré dos razones para aceptar esa postulación. Una, la explicación que ella me dio: la voz de María, susurrante y altiva (“fruncida”, dijo ella), le recordó siempre a la diva del cabello rojo. Y, dos, que una vez escribí algo en el Blog sobre la Benedetto, sindicándola como adecuada para hacer un reemplazo temporario de Hugo.
Pasando a la otra escolta de este abanderado, para Verónica Cornejo, Mónica Ayos.
Yo no la ubicaba bien, la tenía como una vedetonga de hace unos años que consiguió pulir su perfil para acceder a la actuación en tiras televisivas. Pero Cristina me dijo que era la actriz de aquella película de Sergio Renan sobre un cuento de Juan José Saer, creo que la última, no recuerdo el título. Ahí más o menos la reconocí, y entonces dije que tenía al menos una década menos que la edad de la Cornejo (edad insospechada que llegué a conocer en mi charla con ella del mes pasado). Sin embargo, como existe el maquillaje, por un lado, y como no habría por qué ser estrictamente fiel a la realidad en nuestra tira, dejamos a la actriz de nombre esdrújulo para nuestra esdrújula compañera oyente.
Para Alberto Lagunas, Cristina me sugirió a Roberto Carnaghi. El profesor y poeta residente en Rosario es quizá el ganador que ella menos escuchó. Desde el nacimiento del Fulanito, y especialmente el pasado año, Cristina dejó de acompañarme en la escucha de Párrafus. La multiplicación de tareas hogareñas, clausuradas con el merecido relax televisivo de esa hora de la noche, o con el mero sueño, la fueron apartando. Algunas veces, sin embargo, escuchando a lo lejos y entredormida, quién sabe qué idea si hizo de Alberto para sugerir ahora al versátil Carnaghi. Yo, ayudado por la fotografía de su antiguo volumen de cuentos “El refugio de los ángeles”, me lo imagino más flaco y alto, por eso sugerí a Federico Luppi. Pero ella me hizo desistir argumentando que sería muy poco probable que Luppi aceptara hoy en día un trabajo en la televisión argentina.
Para Marta Zander, quien, ateniéndonos a la realidad, sería la tercera y última mujer de la serie, yo anoté a rajatabla el nombre de Gabriela Toscano.
A la inversa del caso de Cornejo, la Toscano tal vez esté un poco mayor para encarnar a la treinteañera profesora de Bahía Blanca. Pero me gusta desde chica –desde que era una especie de contrafigura de la reluctante Andrea del Boca, ¿no?-, así que tiene que estar. En todo caso, hacemos de Zander una joven jubilada docente que, inversamente a la realidad, sale con un hombre mucho menor –interpretado por Fernán Mirás- que le hace pasar las mil y unas.
En cuanto a Fernandito Terreno…
(continuará)
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