Cuando en estos días retomé el libro para paladearlo mejor que en la enfervorizada lectura inicial, me pareció justo y necesario que mi primera entrada original para el Blog provenga de su prólogo.
Me refiero al libro de Ivonne Bordelois, El País que nos Habla, que llevó a la radio como especial regalo para mí la oyente María del Carmen, de Belgrano, después de escucharme manifestar mi admiración por esta autora en una de mis primeras charlas con Hugo... Episodio, este, que constituye una de las magias que nuestro “Parrafus” propicia.
Sigue la cita:
Lo que está en juego es la subsistencia de la mera palabra, la que todos los días debe levantarse y lavarse la cara ante las innumerables toneladas de basura que le arroja la televisión chatarra, la prensa cipaya, la radio obscena, la música ensordecedora, la propaganda letal. Los medios son los artífices ciegos y eficaces de un mundo en que un lenguaje sordo y pertrechado de frases hechas y mentiras nos quiere obligar a ser esclavos del trabajo a destajo, autómatas de la información planificada y consumidores incondiconales de bienes superfluos.
Resulta interesante preguntarnos, de hecho, qué es lo que encierra la abreviatura que hace que los medios de información y de comunicación pasen a ser llamados, simplemente, “medios”. Acaso en la conciencia colectiva, subterraneamente, se advierte que los medios no están al servicio de la información o la comunicación, como se los concibió en un principio, sino sencillamente al servicio de la sumisión y la ceguera que exigen los poderes comerciales y políticos que nos avasallan. Es en este sentido que Geroge Steiner a podido hablar de nuestros derechos amenazados por la devaluación narcótica de una cultura de lo secundario. El aparato mediático distribuye diariamente las toneladas de opio que son necesarias para el enceguecimiento creciente que percibimos en los avatares de la economía y de la guerra dominantes en el espacio internacional.
Y una cita dentro de la cita, también de Steiner, referida a la lectura:
“Sabemos ya, por Pascal y por Montaigne, que el objetivo de toda educación consiste en no tener miedo de permanecer sentado en una habitación silenciosa”
Me refiero al libro de Ivonne Bordelois, El País que nos Habla, que llevó a la radio como especial regalo para mí la oyente María del Carmen, de Belgrano, después de escucharme manifestar mi admiración por esta autora en una de mis primeras charlas con Hugo... Episodio, este, que constituye una de las magias que nuestro “Parrafus” propicia.
Sigue la cita:
Lo que está en juego es la subsistencia de la mera palabra, la que todos los días debe levantarse y lavarse la cara ante las innumerables toneladas de basura que le arroja la televisión chatarra, la prensa cipaya, la radio obscena, la música ensordecedora, la propaganda letal. Los medios son los artífices ciegos y eficaces de un mundo en que un lenguaje sordo y pertrechado de frases hechas y mentiras nos quiere obligar a ser esclavos del trabajo a destajo, autómatas de la información planificada y consumidores incondiconales de bienes superfluos.
Resulta interesante preguntarnos, de hecho, qué es lo que encierra la abreviatura que hace que los medios de información y de comunicación pasen a ser llamados, simplemente, “medios”. Acaso en la conciencia colectiva, subterraneamente, se advierte que los medios no están al servicio de la información o la comunicación, como se los concibió en un principio, sino sencillamente al servicio de la sumisión y la ceguera que exigen los poderes comerciales y políticos que nos avasallan. Es en este sentido que Geroge Steiner a podido hablar de nuestros derechos amenazados por la devaluación narcótica de una cultura de lo secundario. El aparato mediático distribuye diariamente las toneladas de opio que son necesarias para el enceguecimiento creciente que percibimos en los avatares de la economía y de la guerra dominantes en el espacio internacional.
Y una cita dentro de la cita, también de Steiner, referida a la lectura:
“Sabemos ya, por Pascal y por Montaigne, que el objetivo de toda educación consiste en no tener miedo de permanecer sentado en una habitación silenciosa”
Y esto es todo, por el momento...
1 comentario:
Ciertamente se promueve la cultura de la banalización y del entretenimiento desde los medios.
Cada día es mas complejo estudiar los programas de TV [o de radio] que uno no quisiera perderse.
Hay cosas buenas, plenas de contenido, pero hay que escudriñar con una lupa de mayor aumento en una tarea de largo aliento.
Y aún luego de estudiar la programación [del cable], marcar películas y programas, usualmente caemos en las mismos canales ..
Este año canal 7 promueve una franja interesante [8 PM ], y lanzó los Cuentos de Fontanarrosa [jue 22 hs.] y hará lo propio con 200 años, un telefilm que arrancará el martes 24 de abril a las 22.
Para cerrar, no salgo del asombro al enterarme que Aptra eliminó dos categorías para sus premios: la cultural y la musical.
Estos se englobarían irían a parar a "interés general", y se agregaría una categoría para los reality.
El panorama en el dial no varía sustancialmente. Pero siempre damos con programas que merecen ser escuchados.
Quizá el problema sea dejar el funcionamiento de los medios librados al azar y no ejercer la función de contralor.
Mirar TV, escuchar radio, leer el diario, o hurgar en internet, son tareas, que exigen profundizar el rol selectivo del televidente/radioescucha/lector/cibernauta.
Publicar un comentario