lunes, 6 de diciembre de 2010

La fidelidad nos condena al pasado II

Arrésteme, sargento, y póngame cadena...
Señor, perdóname porque he pecado...
Hugo, he sido infiel.



Desde que hace unos meses me enteré de su vuelta al aire, escucho al Loco de la Colina, aquel entusiasta hombre de radio de los `80 -cuando tenía como cortina musical el tema de Bastarrica. Pero sólo lo escucho los jueves y viernes, en el trabajo. Está a partir de las 23.00 en la 103.1, y esa es la hora en que comienzo los prolegómenos que conducen al sueño del Fulanito, cuando estoy en casa.
El tipo es un chanta para el campeonato, pero tiene su vuelo. Además, ahora lo acompaña el bueno de Tom Lupo. Y la radio simpre es una compañía, y otra cosa en FM no hay. (*)
Prometo solemnemente, por supuesto, abandonar a Carlos Rua cuando vuelva Parrafus Interruptus. Aunque no coincidan en el horario. Porque la fidelidad será fiel o no será nada.

(*) No se pierdan cada noche a las 00.00 la versión del himno nacional que pasa el Loco.

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