martes, 3 de marzo de 2009

¿Otro dresler más? ¡Noooooo!


Martes 03 de marzo
Novela: "Martin Dressler. La historia de un soñador americano" (1996)
Autor: Steven Millhauser (1943)
Ganador: Maximiliano Pozzi

Esdrújula para la esdrújula...


Lunes 02 de marzo
Teatro: "La mandrágora" (1518)
Autor: Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Ganadora: Verónica Cornejo

sábado, 28 de febrero de 2009

Libro para irracionales

Historia social de la radiofonía argentina: 1923 - 1947.
Allí Andrea Matallana despliega una serie de conceptos harto interesantes.
Que la radio cobró difusión, no a partir de la difusión de música culta, tal como Parsifal, sino que entra en los hogares de la mano del box y del balompié. Exigiendo un ejercicio imaginativo: escuchar y ver con los ojos del relator.
Interesante.

Con la aparición de la radio con parlante, la radio devendrá un instrumento social.
No tan individual como hoy devino, siendo parecido a la radio galena, que necesitaba de auriculares pa' su escucha.
Precisamente la escucha colectiva es la que da mas polenta a la emisión, generando (cierta) afinidad entre los (irracionales) oyentes.

Va el prólogo. Para saber más, habremus de acudir a la librería amiga ..

viernes, 27 de febrero de 2009

Lecto-interruptus

Comparto peculiar video que describe algunos hábitos de los bibliófilos.
Me estoy fanatizando con las actuaciones y libretos de Rowan Atkinson.

En cualquier momento incluiremos algún videillo que grafique el proceso parrafista en los lugares donde las multitudes solitarias de los radio-escuchas sintonizan PI.

Nolo, Manolo

Manuel Ugarte fué una de las calles que no cambió de nombre en Buenos Aires, pero de casualidad, por el personaje que recordaba.
Cercana al gallinero, en el precioso barrio de Nuñez. Allí se honra  a Manolo.
Probablemente los funcionarios del proceso, hayan creido la M. de Ugarte, era la M de Marcelino, un conservador.
Pero no, era la M de Manuel, quien nació un 27 de febrero, pero de 1875.


Manuel Ugarte pertenecía a una familia tradicional. En los primeros años del 900 vivía en París, como correspondía a un rico, joven y culto caballero argentino, aficionado a las mujeres, al teatro y la poesía galante; fue el autor de unas Crónicas parisienses, que prologara Miguel de Unamuno y de las Crónicas de bulevar, que llevan prólogo de su amigo Rubén Darío.

Nada hacía sospechar a los parientes de Buenos Aires y amigos de Manuel, el giro que tomaría su vida apenas se iniciara en la política. Nada hacía prever el cambio brusco que se produciría con su participación en los congresos socialistas internacionales, junto a Jean Jaurés. Sin abandonar del todo la parte lúdica de su pensamiento, que lo impulsa a escribir poemas, cuentos o ensayos de intención literaria, sus intereses se desplazan hacia la reflexión política.

El colonialismo europeo por un lado y la política del garrote de los Estados Unidos por otro, son los referentes de esa reflexión. Manuel Ugarte toma partido por los movimientos nacionales que se oponen a esos poderes monopólicos. Al igual que José Martí, instrumenta la crítica como ejercicio del criterio y apunta a la descolonización del pensamiento dependiente de América latina. Desde esa perspectiva -antiimperialista y bolivariana- escribe El provenir de la América Española, en 1910.

Como en las novelas de aprendizaje, hay un viaje iniciático en el cual el protagonista acumula experiencia y prueba sus fuerzas. El bon viveur de París viaja por América latina. No es un turista. El Departamento de Estado de los Estados Unidos se interesa por su itinerario y considera que Ugarte es un sujeto peligroso, un agitador. ¿Lo era en realidad?.

En 1911, desembarca en Cuba y se reúne con estudiantes y campesinos que simpatizan con la causa nacional. Se lo ve en La Habana y en Santiago. Como orador, manifiesta su solidaridad con el pueblo dominado bajo "la enmienda Platt".

Un agente lo ve desembarcar en Santo Domingo, a finales de 1911; lo observa deambular en actitud sospechosa por el puerto donde "se levantaban inmóviles las torres de los acorazados norteamericanos". Poco después se produce un atentado, que se atribuyen los independentistas. Antes de partir, Ugarte se manifiesta públicamente contra el invasor.

Ugarte llega a México el 3 de enero de 1912. Hay música y banderas y disparos al aire, como corresponde a una buena fiesta mexicana, con revolucionarios que exigen "Pan y Libertad". El gobierno de Madero se inquieta. La embajada de EE.UU. presiona para que lo expulsen del país. "Dos gobiernos contra un solo hombre", titula un diario en la ciudad de México.

Ugarte no desmiente el mote de agitador: participa en actos relámpagos, en manifestaciones callejeras, ejerce su arte de orador de barricada. Llena un teatro y en un mitín en el bosque de Chapultepec congrega a una multitud.

Algunas de estas noticias llegan a Buenos Aires. Para no pocos de sus amigos, Manolo o Manucho se ha vuelto loco. Esperaban otra cosa de él. Una travesura, sí, pero no esto. En Guatemala, donde gobierna el dictador Estrada Cabrera, Ugarte es citado por el ministro de Relaciones Exteriores. Le explica de buenos modos que llega alguien importante de Washington y que una de las

condiciones que pone el Departamento de Estado es que Ugarte abandone Guatemala. El ministro es gentil, no quiere emplear la fuerza. Ugarte hace sus valijas e intenta viajar a Honduras y El Salvador. Pero ahí también se lo considera una persona peligrosa y se le niega la entrada. Opta, entonces, por entrar en forma clandestina. Llega a Tegucigalpa el 27 de marzo de 1912. Pocos días más tarde, el 3 de abril, Ugarte expresa su particular visión del socialismo, opuesta a la posición eurocentrista de sus contemporáneos. En la Federación Obrera, dice que "el socialismo tiene que ser nacional". Y agrega: "seamos avanzados, pero seamos hijos de nuestro continente y nuestro siglo".

Ugarte viaja a la Nicaragua ocupada en ese entonces por las tropas norteamericanas. Aunque su palabra está prohibida se las ingenia para difundir sus ideas que coincidirán luego con las de Augusto César Sandino. Continúa su viaje predicador por Costa Rica, Venezuela, Colombia. En 1913 está en Ecuador, desde donde viaja a Perú y Bolivia. Se reúne con los sindicalistas, políticos y estudiantes que adoptaron el credo de la Patria Grande y de un camino propio hacia el socialismo.

En 1914 llega a Buenos Aires. Se entera del asesinato, en Francia, de su amigo Jean Jaurés, con quien compartía un militante pacifismo. Su heterodoxia estorba: los aliadófilos y germanófilos de la Argentina desconfían de él. Además, Ugarte no disimula sus contradicciones. Así, un día se lo ve en la redacción de La Vanguardia, dialogando con Juan B. Justo y otros socialistas, y al otro, practicando esgrima con un representante de la oligarquía, en el Jockey Club. Contradictorio, sí, pero coherente en sus convicciones: el "niño bien" renuncia a una candidatura en el Congreso porque aduce que ese cargo lo debería ocupar un obrero.

No gana plata con la política. Al contrario: por ella, pierde su fortuna. Y por su heterodoxia, se le cierran las puertas de la cultura oficial. Ugarte defiende los principios de la revolución mexicana y el derecho de Colombia frente a la política de usurpación de los EE.UU. en Panamá. En ese momento su prédica parece exótica. Los admiradores del progreso indefinido usan la vieja antinomia civilización o barbarie para rebatirlo. Se lo acusa de ser espía del kaiser por defender la política de neutralidad de Hipólito Yrigoyen.

En 1919 marcha hacia el exilio europeo donde integra el Comité Mundial de la Paz junto a Romain Rolland, Albert Einstein y Henri Barbusse. Colabora con el peruano José Carlos Mariátegui en la revista "Amauta". La chilena Gabriela Mistral lo llama "el maestro de América latina". Pero aquí se lo ignora. Regresa a Buenos Aires en 1935. Está muy pobre y sobrevive como puede hasta 1939 en que vuelve a partir y se radica en Chile.

Después de muchos años de oscuridad y extrema pobreza, Ugarte regresa a la Argentina en tiempos del incipiente peronismo. Se lo reconoce, por fin. Lo nombran embajador y ejerce la diplomacia en México, Nicaragua y Cuba, entre 1946 y 1950. Pero su figura disgusta a algunos sectores clericales y políticos por lo que cansado de pelear renuncia. Muere en Niza, en 1951.

Lo sobrevive su obra, que encontró eco en América Latina. Movimientos políticos como el APRA peruano o el sandinismo nicaragüense, reconocen en Manuel Ugarte a un precursor.

Más retaceada es su influencia aquí, en el llamado "pensamiento nacional", y poco reconocida su incidencia en el origen de la "tercera posición" de nuestro país, en tiempos de la "guerra fría".

No fue profeta en su tierra. En cambio, vio cómo se agrandaba la patria mientras recorría el territorio de esta América que, como él vaticinó en sus textos, sigue siendo una arriesgada apuesta al porvenir.

jueves, 26 de febrero de 2009

La fecundidad de los libros

Una modernidad huérfana, sin vínculo con la gran literatura, está condenada a extinguirse.
El talento de los escritores del futuro será ser capaces de traerles a Eurípides, a Dante, a Stendhal, a Dickens, a Agatha Christie y que funcionen para el lector moderno, eso es la gran literatura y es lo que he tratado de hacer para mi generación - Arturo Pérez-Reverte.

De calígrafos y policiales

Para cuando nuestro espacio irracional salga al aire, será (en gran parte del ispa), el cumpleaños número 46 de Pablo de Santis.

Escritor doblemente galardonado por la parrafada: el 16 de octubre p.pdo. y el 24 de diciembre.

¿Cómo es esto, no era que PI no habría de repetir autores, durante los primeros quinientos programas, audacia que el archicófrade hubo de redoblar recientemente, como pa' contar hasta mil .. ?

Y bien, la clave reside en el hecho que el programa del 24/12 fué grabado, reeditando la noche de De Santis y Jorge Aloy. Vale decir, el capítulo 424 del 16.10 tuvo su bis.

Fué con Filosofía y letras, novela de 1998. Y en la charla Pablo contó con toda sinceridad, un par de libros que había leído, y dejó una sana crítica hacia alguna novela. Creo hizo uso de los derechos del lector, tal como relata Daniel Pennac.De Santis, un tipo sincero, desprovisto de cartones.
Alguien que se dedica a cuestiones no tan populares como los policiales para gente joven, pero capaz de saltar a otros géneros. Cultor de la historieta, género injustamente considerado menor, pero con muchas posibilidades.

Que los cumpla feliz e irracionalmente: 46 pirulos!

miércoles, 25 de febrero de 2009

Iberna...¡¿qué?!

Miércoles 25 de febrero
Cuento: “El ánima del socavón”
Autora: Iverna Codina
Ganador: Sergio Tagliaferro

Dios me castigó.
Así diría mi viejo compañero Córdoba.
La semana pasada, por carencias varias (de tiempo, de inspiración, de memoria), debí apelar a la repudiada Internet para surtir esta página. Hoy, cuando de veras la necesité (¡que me cuelguen si alguna vez sentí nombrar a Iverna Codina!), el mp3 me juega una mala pasada y no puedo traerme nada del locutorio para casa. Es más, varias de las páginas con alguna información sobre esta autora no se dejaban abrir; otras, como la del diario Los Andes, me obligaban a una segunda búsqueda interna para la que no estoy capacitado. Pero leí un par de cosas, que ahora trataré de volcar acá.
Nació en Chile, pero hizo gran parte de su carrera literaria en Argentina. Primero publicó poesía, que fue elogiada por Juana de Ibarbourú, una de nuestras añejas Parrafistas. Después pasó a la narrativa, con énfasis en lo social. Creo que su primera novela es “La luna ha muerto”, allá por los ´50. Tiene también una, llamada “Los guerrilleros”, que habla del intento revolucionario procastrista en el norte argentino, a comienzos de los ´60. (¿La habrá leído Lanata?) Este dato quizá de alguna idea de por qué permanece tan desconocida… Aparentemente vive todavía. En una página decía que nació en el 18; en otra, como dijo Hugo anoche, en el 24. No sé en cuál (no sé de qué fecha), decía “en la actualidad, con 94 años vive en la ciudad de Buenos Aires”. Pero sí. Ahora que recuerdo, Hugo dijo también, en la charla con el ganador, que Codina vive actualmente en Buenos Aires.
El ganador fue Sergio Tagliaferro, el oyente de Moreno que se diera a conocer con el “Don Camilo”, de Guareschi. Recordó título y autora justo cuando Hugo se disponía a iniciar la lectura de un segundo cuento, ya que en los siete minutos y medio del primero nadie supo la respuesta correcta.
Esto, sumado al caso del lunes, cuando apareció una nueva ganadora con la novela de Max Aub, me hace suponer que, en este año, el riesgo de la proliferación de Ininterruptus quizá sea neutralizado por una nueva camada de oyentes-ganadores, quienes, además de tener leídos a los autores que unos u otros de los reincidentes bien conocen, cuentan en su coleto con un bagaje de rarezas que no cualquiera.
Bienvenidos entonces los Tagliaferro, las Ranzuglia (con quien me disculpo por haber escuchado y escrito mal su apellido), los Pozzi, los Kwirin, los Gonzalez, los Perenchio junior…

martes, 24 de febrero de 2009

Femenino comienzo de semana

Lunes 23 de febrero
Novela: “Campo Cerrado”
Autor: Max Aub
Ganadora: Natalia Ranzuglia, profesora de teatro, de Ramos Mejía.

Cuando era chico, 14, 15 años, y empecé a ir a las librerías de la calle Corrientes, me acuerdo que siempre veía un libro de Max Aub: “La uña”. No sé por qué lo encontraba siempre, en distintas librerías, y no sé por qué lo tengo tan presente. Quizá por la breve sonoridad o tipografía del nombre del autor; o quizá, más probablemente, por el dibujo de la portada: un grueso dedo en posición vertical, con su redonda uña mirando al lector, no sé si surgiendo del suelo, o flotando entre nubes, o con qué difusa base. El libro sería de Bruguera o de Alianza. No creo haberlo hojeado nunca, pero recuerdo que pensaba que era una obra de teatro. Ahora, hace un par de semanas, en la sección Ficciones de la Ñ aparecen la siguiente semblanza del autor y el brevísimo relato llamado “La uña”. Tal vez sea el mismo que daba nombre a aquel libro. Y esto es todo lo que sé de Max Aub.


Max Aub – París, 1903 – México DF 1972 – Escritor y crítico
Pertenece culturalmente a España, donde residió desde 1914. Dejó una fuerte marca como novelista, poeta y dramaturgo.Entre sus novelas se destacan “Las buenas intenciones” y “El laberinto mágico” y entre sus piezas de teatro “Narciso” y “Morir por cerrar los ojos”. En 1942 llegó a México (después de haber pasado por campos de concentración en Francia y en Argelia) donde se acercó al cine.

LA UÑA

El cementerio está cerca. La uña del meñique derecho de Pedro Pérez, enterrado ayer, empezó a crecer tan pronto como colocaron la losa. Como el féretro era de mala calidad (pidieron el ataúd más barato) la garfa no tuvo dificultad para despuntar deslizándose hacia la pared de la casa. Allí serpenteó hasta la ventana del dormitorio, se metió entre el montante y la peana, resbaló por el suelo escondiéndose tras la cómoda hasta el recodo de la pared para seguir tras la mesilla de noche y subir por la orilla del cabecero de la cama. Casi de un salto atravesó la garganta de Lucía, que ni ¡ay! Dijo, para tirarse hacia la de Miguel, traspasándola.
Fue lo menos que pudo hacer el difunto: también es cuerno la uña.



Martes 24 de febrero
Novela: “Las sandalias del pescador”
Autor: Morris West
Ganadora: Marta Zander

A raíz de mi chanza de los otros días (en realidad escuché perfectamente el aviso de Hugo), Marta Zander, como dijo anoche, cambió ‘préstamo’ por ‘regalo’, y ahora es mío el libro de Luís Gusman.
¡Que astuto, Perenchio!
Empecé (de nuevo) “En el corazón de junio” el sábado, lo seguí el domingo y lo terminé el lunes, poco antes de la medianoche. Minutos después, Marta, en 12 segundos, ganaba el juego por primera vez en el año.
¡Dios y Párrafus se lo pagan, Marta!

viernes, 20 de febrero de 2009

Semana latina

Lunes 16 de febrero
Novela: "Moriré sin conocer Disneylandia"
Autor: Geno Diaz
Ganadora: María Suárez

Fuente: TARINGA!

Por PanCasero

No soy escritor, me encantaría serlo pero no lo soy, me falta talento, preparación y conocimiento. O sea, todo lo que le sobraba a la persona a la que humildemente pretendo homenajear. Por eso sepan disculpar mis errores y mi pésima sintaxis.
Puedo decir que tuve la suerte de conocerlo, lo vi solo dos veces, pero tuve esa suerte. La primera vez me llevó mi papá; era la época en que Geno estaba haciendo televisión, trabajaba en canal trece, allá lejos, lejos a principios de 1970, hacia un programa muy popular en aquella época, “Buenas Tardes, Mucho Gusto” (y bue, tenía que comer y pagar cuentas como cualquiera)-allí fue donde conoció a la que sería su pareja, la conductora televisiva Maisabé- aunque como él decía: “mi verdad está en la pintura, todo lo demás es para ganarse el puchero lo mas alegremente posible”.
La segunda vez fue en su estudio de la calle French 2930, allí fue donde se sacó y me dedicó la foto que se puede ver más abajo.
Él era amigo de la juventud de mi viejo, de cuando los dos militaban en el Partido Comunista y compartían actividades en la Biblioteca Popular José Enrique Rodo del barrio de Mataderos. A Geno siempre le apasionó todo lo que estuviera ligado a la cultura, era un tipo muy preparado; fue artista plástico, periodista, escritor, dibujante de historietas, músico, humorista (fue uno de los libretistas que tuvo Tato Bores para sus monólogos, casi nada…) y mi viejo era un militante más, de esos que creían que un mundo mejor y más justo era posible. Esos ideales los conservó hasta el día en que dejó este mundo, este mismo mundo que se empeñaba en mostrarle que peleaba contra molinos de viento. Siempre le admiré eso, nunca claudicó, jamás se dio por vencido, y eso provocaba que las personas lo quisieran y admiraran, entre ellos Geno. Por supuesto que el sentimiento era recíproco.

Como les dije antes, no soy escritor ni periodista, pero en estas líneas pretendo homenajear a un artista de verdad, lo más dignamente posible. Por eso a continuación voy a transcribir un artículo periodístico que salió cuando Geno falleció y que mi viejo conservaba junto a una carta que él le había escrito antes de aquel encuentro que les relaté anteriormente. Desgraciadamente en el recorte no figuran ni el diario ni el autor. Pero si no fue en "La Opinión" le pego en el palo.

“Falleció en esta ciudad el humorista Geno Díaz
Fue pintor, humorista, escritor, periodista, guionista, ceramista, pianista de bailes y de cabaret, showman de café-concert, novelista, y sobre todo esto, un entrañable amigo de sus amigos, una sonrisa perenne y lúcida en su rostro de gallego invitable, un infatigable buceador de la realidad argentina a través de una vasta obra literaria, aplaudida unánimemente por la crítica.
Geno Díaz, cuyo fallecimiento ocurrido ayer enluta a la cultura del país, escribia cuatro horas diarias y, en los últimos años acosado por la enfermedad, recluido en su hogar, se dedicó únicamente a la redacción de cuentos y novelas, algunas de ellas llevadas al cine.
Se había graduado en la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1946 –recordaba siempre con enorme respeto a Spilimbergo como su mejor maestro- y entre 1948 y 1964 se dedicó a la decoración de porcelanas y cerámicas, a las que imprimía ya dejos de mordaz humor, creando de este modo motivos originales que no escaparon a la atención de los entendidos. Esos trabajos se hallan ahora en poder de curiosos coleccionistas y forman parte de una etapa creativa previa a la inserción de Geno en el mundo del periodismo, del humor gráfico y de la televisión.
Precisamente el éxito de esta labor lo llevó a Atlántida, donde comenzó una febril etapa de dibujante, para pasar después por revistas como Adan, Extra, Clarin revista, Juan Mondiola , Hipotenusa, Para Ti, Tia Vicenta, Gente, La Codorniz, de Madrid, y tantas otras, que lo proyectaron a niveles internacionales en su prestigio como humorista. Por eso Editorial Planeta de Barcelona le encomendó la colección El Moscardón, con creadores como Oski, Crist, Broccoli, Limura, Fontanarrosa y Cognigni; realizó seis mapas humorísticos de Buenos Aires, expuso en España sus trabajos de pintura y dibujo, dictó conferencias, actuó en espectáculos.
Era un hombre imprevisible. “Si mañana me propusieran ir a Autralia o a Hong Kong aceptaría enseguida sin preguntar que voy a hacer allí”, dijo algún día en su agitada vida, que incluía también trabajos como pianista en cabaret, guiones de películas y de televisión –alguna vez escribió también para Tato Bores-, libros de historietas, novelas y cuentos.
“Los desangelados” –llevada al cine por Sergio Renan como “Sentimental” -, “Morire sin conocer Disneylandia”, “La cueva del chancho”, “Genocidio”, “Kermesse”, “50 gatos por 10 pesos”, “El hombre que compró su muerte”, “Bazar de 0,95” son sus últimos títulos como escritor. Apasionado de Buenos Aires, este hombre del barrio de Mataderos se empeñó en dibujar la línea en todas sus obras, con un humor por momentos ácido, pleno de nostalgia divertida y hasta candorosa, habitada por una retahíla de rufianes, prostitutas, madres sacrificadas, romances truncos, barrios humildes, estratos porteños de segundones y buscavidas, que pintó casi amorosamente con un lenguaje coloquial entrañablemente humano y cordial. Geno Díaz había nacido en Buenos Aires en 1926. Sus restos serán sepultados hoy, a las 14.30, en La Chacarita, en el Panteón de los Actores.”
NR: Asi era Geno… ese que tuve la suerte de conocer.


Martes 17 de febrero
Novela: ¿?
Autor: ¿?
Ganador: ...
(Primer Ininterruptus del año)




Miércoles 18 de febrero
Poesía: "La cautiva"
Autor: Esteban Echeverria
Ganadora: Verónica Cornejo





Jueves 19 de febrero
Novela: "Los de abajo"
Autor: Mariano Azuela
Ganador: Gustavo Kwirin



Fuente: www.farmworkes.org

MARIANO AZUELA

A unas cuantas cuadras de donde se encuentra el Centro de los Trabajadores Agrícolas Fronterizos vivió Mariano Azuela. En un modesto apartamento, por la calle Oregon, en el 609, enfrente de la Iglésia del Sagrado Corazón de Jesús.

Ahí escribió y publicó en 1915 "Los de abajo", la más importante novela de la Revolución Mexicana.

Este doctor, escritor y revolucionario nació en 1873 en Lagos de Moreno, Jalisco y falleció el 1 de marzo de 1952 en la Ciudad de México.

En Guadalajara hizo sus estudios hasta titularse de médico cirujano. Junto a sus estudios, en su juventud inició su carrera como escritor. En 1903 obtuvo en los Juegos Florales de Lagos un diploma por su narración "De mi tierra".

Durante la gestión de Francisco I. Madero, Azuela fué designado jefe político de Lagos y posteriormente director de Educación en Jalisco. A la caída de Madero, Azuela se incorporó a las fuerzas revolucionarias de Julián Medina como médico castrense.

Emigró a los EU y en El Paso, Texas escribió Los de abajo, que publicó en entregas en diciembre de 1915. En 1917 regresó a la Cd. de México y trabajó en un consultorio público. En 1949, recibió el Premio Nacional de Literatura.

Obra de Mariano Azuela:
María Luisa, 1907
Los fracasados, 1908
Mala Yerba, 1909
Andrés Pérez, maderista, 1911
Los de abajo, 1915
Los caciques, 1916
Las moscas, 1916
Sendas perdidas, 1949

Novelas póstumas:
La maldición, 1955
Esa sangre, 1956





Viernes 20 de febrero
Poesía; "EL marqués de Sade"
Autor: Andrè Breton
Ganador: Quique Figueroa


El Marqués de Sade

El marqués de Sade ha vuelto a entrar en el volcán en erupción
De donde había salido
Con sus hermosas manos todavía ornadas de flecos
Sus ojos de doncella
Y ese permanente razonamiento de sálvese quien pueda
Tan exclusivamente suyo
Pero desde el salón fosforescente iluminado por lámparas de entrañas
Nunca ha cesado de lanzar las órdenes misteriosas
Que abren una brecha en la noche moral
Por esa brecha veo
Las grandes sombras crujientes la vieja corteza gastada
Que se desvanecen
Para permitirme amarte
Como el primer hombre amó a la primera mujer
Con toda libertad
Esa libertad
Por la cual el fuego mismo ha llegado a ser hombre
Por la cual el marqués de Sade desafió a los siglos con sus grandes árboles abstractos
Y acróbatas trágicos
Aferrados al hilo de la Virgen del deseo

André Breton


¿Repetiré lo que dije la semana pasada sobre Fernando Terreno? No, porque Quique Figueroa colabora más frecuentemente en el Blog. Lo curioso es que precisamente ayer, en el día del nacimiento (o cumpleaños, como dijo Hugo) de Andrè Breton, el compañero de Trelew nos acercara una selección de efemérides. Pero eso no es nada. Un rato después del programa, escuchando "El ascenso por La Red", me entero de que la C.A.I., el equipo de Comodoro Rivadavia, posiblemente no juegue su partido de este sábado... porque la erupción de un volcán chubutense -o de por ahí- le impediría volar hacia Buenos Aires.
Y esto es todo por esta semana. Disculpen ustedes, pero estoy ocupadísimo con la organización de los festejos de mi cuadragésino cuarto onomástico, que dejé para el fin de semana -completo. Si sobrevivo, la seguimos la próxima. Chau.