Se le ocurrió el martes, la noche misma del premio. Pero, como la ceremonia en La Trastienda se extendió hasta más allá de la hora del programa, lo deshechó. A la noche siguiente lo impidió la resaca que arrastró a lo largo de todo ese miércoles. El jueves lo hizo.
Para entonces, ¿quién podría darse cuenta?
Se había anunciado una semana entera y una noche más de Párrafus grabados. Las repeticiones, se había dicho, serían de programas con ganadores de una sola vez. A los reincidentes, entonces, no los estimulaba la posibilidad de volver a escucharse. Aquellos 22 ganadores de única vez, aves de paso, quizá, podían ni haberse enterado. Demás fanáticos, tal vez aliviados de poder interrumpir la escucha (tampoco es para tanto), aprovecharon para sintonizar otra cosa, ver películas de trasnoche o dormir más temprano. Si alguno hubiera querido experimentar esa semana revisionista, para el jueves quizá ya hubiera abandonado la experiencia. La audiencia, entonces, sería mínima, o nula.
El jueves, sin avisar a ninguno de sus compañeros de la producción, pasada la medianoche Hugo fue a la radio. Indicó al operador de turno que suspendiera la grabación pautada y que le diera aire después del Panorama Internacional. Tras la cortina, saludó con un simple “Buenas noches” y comenzó a leer. Había buscado en su biblioteca el mismo libro de aquella lejana noche inaugural. Había instruido al compañero de la cabina para que no atendiera el teléfono, si llegara a sonar…
Pero, ¿quién podría estar escuchando? ¿Quién podría ser testigo de esa celebración a solas con ese texto tan apropiado -tanto para aquella primera noche como para esta semana triunfal- y con ese autor tan buen jugador de literatura?
¿Quién? Quién, sino yo, que ahora lo cuento –lo invento, lo festejo-, jugando.
"Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tu el lector de estos ejercicios, y yo su redactor" Jorge Luis Borges
viernes, 6 de noviembre de 2009
jueves, 5 de noviembre de 2009
Comentarios y colaboración
Comentarios de Alba Invernizzi referidos al Ininterruptus del jueves pasado. Están en la Entrada “Impunidad, puntillosidad, inmunidad”. Los publico en primer plano para asegurar su visibilidad. Gracias, Alba. Y no culpes a tu máquina; es el sistema del Blog lo que no permite corregir los Comentarios. A mí también me pasó el otro día, cuando escribí “Matriz” en vez de “Matrix”. ¿No querés ser autora del Blog? Sin compromiso, ¿eh? Si enviás tu dirección de mail, te mando la invitación. Bueno, chau.
alba i. dijo...
Hola gente: estoy de acuerdo con quienes opinan que "googlear " no es parte del juego (o no debería serlo), porque corremos el riesgo de convertir un ejercicio mental en una competencia de ligereza de dedos ! Y eso....no es la esencia de este entretenimiento genial con el que nos regala nuestro querido amigo Hugo P.
Y me sucedió a mi también, que anduve por el eter (qué antigua!!!) buscando, al día siguiente, a todos los personajes de los que pude acordarme y....nada. Hay Hugo....yo creo que, cuando nadie osa interrumpirte, tendrías que despejar nuestras dudas. Al día siguiente. No nos condenes a la eterna ignorancia !!!!
Espero que tengas éxito con tu biografía del querido Jorge G. y regresa pronto a "bancarnos".
Suerte. Hasta el martes próximo ! Alba
3 de noviembre de 2009 0:44
alba i. dijo...
Horror !!!!!! Cómo pude poner HAY !!!! Que nadie lo lea. Ay de mí..... !!!!! Qué bochorno ! Y lo peor es que la maldita máquina no me permite borrarlo !!!!
3 de noviembre de 2009 0:48
Anónimo dijo...
La partícula "hay" está bien empleada. Subconscientemente quisiste decir "existe Hugo".
O tal vez largaste alguna conjugación novedosa del verbo haygar: yo haygo, tú haygas, etc. Aprovechá y dejala, que la Real Academia está aceptando cualquier verdura.
4 de noviembre de 2009 21:02
Ahora, otra colaboración AnóniMa (sic) que me llegó. Aunque es de un autor no leído todavía en el juego, cumplo en publicarlo. Está bueno.
¿Qué más quieres de mí? ¿Qué otras cosas mejores?
Padre mío,
lo que me diste en carne te lo devuelvo en flores.
Estas cosas, comprende, ya no puedo callarte.
Yo, como el alfarero con su arcilla en la mano,
lo que me diste en barro te lo devuelvo en arte.
Creo ya, que ves claro, por qué levantar puedo
este lodo animal —espeso de pensar—.
¡Siempre habrá un alfarero con su sueño en los dedos!
Padre mío, ya ves,
el agua que me diste, venía de una oscura
profundidad de vida, pero como los ríos
primeros de la tierra, aquel goterón mío
se me llenó de altura...
Qué más quieres, no pudo
hacerse licenciado mi corazón desnudo.
Era mucho pedirle, padre mío, ¡no sabes
lo grave que es a veces
un hombre que en el pecho le entierran viva un ave!
Quizá, por eso, aquello
que me dieron horrible, preferí darlo bello.
Diáfano para el trino; para negocios, bruto,
este es el fruto:
con un poco de ti, y un poco del destino
que me puso en la mano
lo divino
con lo humano,
todo lo que en la carne hay de oscuro y perverso
te lo devuelvo en verso.
Qué más quiero, ¿mi herencia? Para qué, padre mío.
Por mi herida de hombre sale un niño cantando.
¡Lo que la tierra piensa, se hace voz en el río!
Manuel del Cabral
alba i. dijo...
Hola gente: estoy de acuerdo con quienes opinan que "googlear " no es parte del juego (o no debería serlo), porque corremos el riesgo de convertir un ejercicio mental en una competencia de ligereza de dedos ! Y eso....no es la esencia de este entretenimiento genial con el que nos regala nuestro querido amigo Hugo P.
Y me sucedió a mi también, que anduve por el eter (qué antigua!!!) buscando, al día siguiente, a todos los personajes de los que pude acordarme y....nada. Hay Hugo....yo creo que, cuando nadie osa interrumpirte, tendrías que despejar nuestras dudas. Al día siguiente. No nos condenes a la eterna ignorancia !!!!
Espero que tengas éxito con tu biografía del querido Jorge G. y regresa pronto a "bancarnos".
Suerte. Hasta el martes próximo ! Alba
3 de noviembre de 2009 0:44
alba i. dijo...
Horror !!!!!! Cómo pude poner HAY !!!! Que nadie lo lea. Ay de mí..... !!!!! Qué bochorno ! Y lo peor es que la maldita máquina no me permite borrarlo !!!!
3 de noviembre de 2009 0:48
Anónimo dijo...
La partícula "hay" está bien empleada. Subconscientemente quisiste decir "existe Hugo".
O tal vez largaste alguna conjugación novedosa del verbo haygar: yo haygo, tú haygas, etc. Aprovechá y dejala, que la Real Academia está aceptando cualquier verdura.
4 de noviembre de 2009 21:02
Ahora, otra colaboración AnóniMa (sic) que me llegó. Aunque es de un autor no leído todavía en el juego, cumplo en publicarlo. Está bueno.
¿Qué más quieres de mí? ¿Qué otras cosas mejores?
Padre mío,
lo que me diste en carne te lo devuelvo en flores.
Estas cosas, comprende, ya no puedo callarte.
Yo, como el alfarero con su arcilla en la mano,
lo que me diste en barro te lo devuelvo en arte.
Creo ya, que ves claro, por qué levantar puedo
este lodo animal —espeso de pensar—.
¡Siempre habrá un alfarero con su sueño en los dedos!
Padre mío, ya ves,
el agua que me diste, venía de una oscura
profundidad de vida, pero como los ríos
primeros de la tierra, aquel goterón mío
se me llenó de altura...
Qué más quieres, no pudo
hacerse licenciado mi corazón desnudo.
Era mucho pedirle, padre mío, ¡no sabes
lo grave que es a veces
un hombre que en el pecho le entierran viva un ave!
Quizá, por eso, aquello
que me dieron horrible, preferí darlo bello.
Diáfano para el trino; para negocios, bruto,
este es el fruto:
con un poco de ti, y un poco del destino
que me puso en la mano
lo divino
con lo humano,
todo lo que en la carne hay de oscuro y perverso
te lo devuelvo en verso.
Qué más quiero, ¿mi herencia? Para qué, padre mío.
Por mi herida de hombre sale un niño cantando.
¡Lo que la tierra piensa, se hace voz en el río!
Manuel del Cabral
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Etéreo (y el maricón)
¿Con qué cara, con que voz me dirigiré ahora a él? Desbaratada esta noche toda posibilidad de engreimiento e insolencia, ¿cómo osaré presentarme a partir de hoy con este hombre?
Es extraño. De repente, pienso que es cierto lo que dice aquel axioma o frase hecha: “Una imagen vale más que mil palabras”. Aunque no siempre es así. Hay que ver de qué imagen se trata.
Como quiera que sea, lo que tuve ocasión de contemplar hace unos minutos, establecerá, no lo dudo, un nuevo estatuto en mi vínculo con el señor Paredero, distinto del que hasta aquí propiciaron sus palabras, las miles de palabras con las que viene solazándome desde hace más de tres años.
A Hugo Paredero lo vi por segunda y última vez en mi vida (la primera la conté en “Hugo (y yo)”) en el Párrafus Interruptus de la Feria del Libro del 2007, el que se hizo a la tarde, sin emisión por la radio. Después, este año, tras comentar la rasurada de su bigote, me envió una fotografía que yo subí a este Blog. Esos, fugaz uno, indirecto otro, fueron mis únicos contactos personales con él. Y de sus apariciones televisivas, allá en los 80, no tengo memoria. Ahora, acabo de verlo en vivo y en directo a través de la pantalla de canal 7, durante la trasmisión de la entrega de los premios Eter.
El azar del zapping (más el temprano dormir del Fulanito) me llevó a detenerme en esta emisión de la televisión pública cuando vi recibiendo un premio a Diego Capussoto. Reparé entonces en que este evento era hoy; tenía entendido que sería el martes próximo. Me quedé, entonces, siguiendo la ceremonia, a ver si en los paneos que hacían las cámaras se veía alguna voz conocida.
Estaban allí Alejandro Apo, Eli Vernacci, Julieta Pink, Matías Martin y su grupete de la FM, Juan Carlos Mesa (que recibiría un premio especial a la trayectoria), Carlos Ulanovski, Marcelo Pérez Cotten y, por supuesto, Eduardo Aliverti, quien creó y preside Eter, la escuela de periodismo, locución y producción que anualmente premia a la radio. Y cuál no sería mi sorpresa cuando, exactamente a las 23:16, se anuncia otro premio especial acordado por el consejo asesor de la institución (no recuerdo en qué términos, pero refiriendo a la originalidad de la propuesta cultural), y el premio es para Párrafus Interruptus, y el que sube a recibirlo es Hugo Paredero.
Entonces lo vi. Lo vi caminando y subiendo al escenario. Lo vi saludando, tomando el trofeo y acomodándose frente al micrófono.
¡Veinte años menos! ¡Parece verdad su chiste sobre la desmemoria u otros achaques “de los treinta años”! Esa rasurada de bigote rejuveneció a nuestro conductor de una manera que aquella fotografía no dejaba justipreciar. Pero no es solo la rasurada. ¡Qué apostura! ¡Qué gallardía! ¡Qué sonrisa feliz! Y bueno, la voz, la voz con la que agradeció el premio y lo compartió con sus compañeros de la radio y con los oyentes, bueno, la voz ya la conocemos de todas las noches. Pero, ¡qué sensación extraña ver esa voz acompañada de esa imagen! Y, sin embargo, aquellos “querible decir, juguetona entonación, varonil voz” (*) se parecían al hombre.
En una semana sin Párrafus, tras esta aparición sorpresiva, casi sobrenatural, quedé pipón-pipón.
Después, Cristina me preguntó cómo estaba vestido. ¡Qué sé yo cómo estaba vestido! De elegante sport, supongo; vagamente percibí unos tonos claros, quizá un colorado suave en alguna prenda –camisa o pañuelo. Pero esa frescura, ese cabello intacto, esa seguridad, esa confianza juvenil que irradia el tipo… Claro, es la misma que a alguno lo hace confianzudo. A veces se olvida uno con quién está hablando.
Por eso, ¿cómo haré ahora, con que cara, con qué voz…?
(Primeras impresiones tras la impresión. La crónica más precisa –menos personal- de la obtención de este premio se la encargo a otro compañero del Blog. Yo me alegro y lo felicito a Hugo, pero más festejo por verlo tan bien. ¡Y ya me abro una sidra, què tanto!)

(*) “Mi Párrafus Interruptus”, en este Blog.
Es extraño. De repente, pienso que es cierto lo que dice aquel axioma o frase hecha: “Una imagen vale más que mil palabras”. Aunque no siempre es así. Hay que ver de qué imagen se trata.
Como quiera que sea, lo que tuve ocasión de contemplar hace unos minutos, establecerá, no lo dudo, un nuevo estatuto en mi vínculo con el señor Paredero, distinto del que hasta aquí propiciaron sus palabras, las miles de palabras con las que viene solazándome desde hace más de tres años.
A Hugo Paredero lo vi por segunda y última vez en mi vida (la primera la conté en “Hugo (y yo)”) en el Párrafus Interruptus de la Feria del Libro del 2007, el que se hizo a la tarde, sin emisión por la radio. Después, este año, tras comentar la rasurada de su bigote, me envió una fotografía que yo subí a este Blog. Esos, fugaz uno, indirecto otro, fueron mis únicos contactos personales con él. Y de sus apariciones televisivas, allá en los 80, no tengo memoria. Ahora, acabo de verlo en vivo y en directo a través de la pantalla de canal 7, durante la trasmisión de la entrega de los premios Eter.
El azar del zapping (más el temprano dormir del Fulanito) me llevó a detenerme en esta emisión de la televisión pública cuando vi recibiendo un premio a Diego Capussoto. Reparé entonces en que este evento era hoy; tenía entendido que sería el martes próximo. Me quedé, entonces, siguiendo la ceremonia, a ver si en los paneos que hacían las cámaras se veía alguna voz conocida.
Estaban allí Alejandro Apo, Eli Vernacci, Julieta Pink, Matías Martin y su grupete de la FM, Juan Carlos Mesa (que recibiría un premio especial a la trayectoria), Carlos Ulanovski, Marcelo Pérez Cotten y, por supuesto, Eduardo Aliverti, quien creó y preside Eter, la escuela de periodismo, locución y producción que anualmente premia a la radio. Y cuál no sería mi sorpresa cuando, exactamente a las 23:16, se anuncia otro premio especial acordado por el consejo asesor de la institución (no recuerdo en qué términos, pero refiriendo a la originalidad de la propuesta cultural), y el premio es para Párrafus Interruptus, y el que sube a recibirlo es Hugo Paredero.
Entonces lo vi. Lo vi caminando y subiendo al escenario. Lo vi saludando, tomando el trofeo y acomodándose frente al micrófono.
¡Veinte años menos! ¡Parece verdad su chiste sobre la desmemoria u otros achaques “de los treinta años”! Esa rasurada de bigote rejuveneció a nuestro conductor de una manera que aquella fotografía no dejaba justipreciar. Pero no es solo la rasurada. ¡Qué apostura! ¡Qué gallardía! ¡Qué sonrisa feliz! Y bueno, la voz, la voz con la que agradeció el premio y lo compartió con sus compañeros de la radio y con los oyentes, bueno, la voz ya la conocemos de todas las noches. Pero, ¡qué sensación extraña ver esa voz acompañada de esa imagen! Y, sin embargo, aquellos “querible decir, juguetona entonación, varonil voz” (*) se parecían al hombre.
En una semana sin Párrafus, tras esta aparición sorpresiva, casi sobrenatural, quedé pipón-pipón.
Después, Cristina me preguntó cómo estaba vestido. ¡Qué sé yo cómo estaba vestido! De elegante sport, supongo; vagamente percibí unos tonos claros, quizá un colorado suave en alguna prenda –camisa o pañuelo. Pero esa frescura, ese cabello intacto, esa seguridad, esa confianza juvenil que irradia el tipo… Claro, es la misma que a alguno lo hace confianzudo. A veces se olvida uno con quién está hablando.
Por eso, ¿cómo haré ahora, con que cara, con qué voz…?
(Primeras impresiones tras la impresión. La crónica más precisa –menos personal- de la obtención de este premio se la encargo a otro compañero del Blog. Yo me alegro y lo felicito a Hugo, pero más festejo por verlo tan bien. ¡Y ya me abro una sidra, què tanto!)

(*) “Mi Párrafus Interruptus”, en este Blog.
martes, 3 de noviembre de 2009
Más A. de B. (antes del Blog)
También en el 2006, al hacerse frecuente mi aparición en el aire como sorprendente ganador, Hugo me preguntó si yo escribía. Respondí que sí, por supuesto, y él pidió que le enviara algo.
Lo hice unos días después; envié algo breve, relativamente nuevo, escrito al poco tiempo de conocer a Cristina. A Hugo le gustó; recuerdo que incluso me recomendó que desarrollara aquello de los “vínculos muy extraños”. Nunca lo hice, aunque pensé varias veces en valerme de este fragmento como embrión de una novela sobre mi adolescencia. Pero, ¿para qué? Ya hay bastantes novelas sobre “adolescencias”. Además, no sé escribir novelas.
He aquí el texto, para seguir matizando la espera.
“Tuve un amigo que quería ser vegetariano. Teníamos alrededor de 20 años. El se había entusiasmado con algunas historias de las religiones orientales, del Oriente lejano, y decía que dejar de comer carne era lo primero y lo mejor que podía adaptarse de aquellas creencias a nuestro régimen de vida occidental, en particular al criollo. Lo demás ya se vería, era cuestión de informarse bien y estudiar mucho. Pero ya el vegetarianismo le costaba.
No sé qué habrá sido de él. Dejamos de vernos luego de que su hermana, muy menor, comenzara a mostrarse interesada en mí. F. era muy celoso. Además, yo notaba en su familia unos vínculos muy extraños. Dejé de visitar su casa y pasamos a vernos, por algún tiempo, en otros lugares. Lo lamentable fue que no pude seguir disfrutando de la cocina de su madre, que tenía muy buena mano. Entendí perfectamente lo de las milanesas.
Fabio, en aquel momento, no podía progresar en las filosofías hinduistas porque le costaba abandonar las milanesas de su madre. A favor del arroz y las legumbres, había dejado la carne en casi todas sus formas: empanadas, asado, puchero, excepto en las milanesas. Pero no se desalentaba, lo tomaba con buen humor y decía algo muy gracioso. Decía que era ‘vegetariano con milanesas’.
Ayer, hablando con Cristina, después de oírla opinar que el romance que recién iniciamos debería retrotraerse a una módica amistad, pensé algo que me hizo recordar a mi viejo amigo Fabio, y me sonreí. Cristina, hipocondríaca en momentos de crisis, había pasado a contarme de sus contracturas y tensiones. Yo, no muy brillante, buscando que volviera a invitarme a su casa para tratar de revertir su propuesta, me ofrecí a intentar unos masajes. ‘¿Amistad con masajes?’, pensé, y mi sonrisa la aflojó. “
Lo hice unos días después; envié algo breve, relativamente nuevo, escrito al poco tiempo de conocer a Cristina. A Hugo le gustó; recuerdo que incluso me recomendó que desarrollara aquello de los “vínculos muy extraños”. Nunca lo hice, aunque pensé varias veces en valerme de este fragmento como embrión de una novela sobre mi adolescencia. Pero, ¿para qué? Ya hay bastantes novelas sobre “adolescencias”. Además, no sé escribir novelas.
He aquí el texto, para seguir matizando la espera.
“Tuve un amigo que quería ser vegetariano. Teníamos alrededor de 20 años. El se había entusiasmado con algunas historias de las religiones orientales, del Oriente lejano, y decía que dejar de comer carne era lo primero y lo mejor que podía adaptarse de aquellas creencias a nuestro régimen de vida occidental, en particular al criollo. Lo demás ya se vería, era cuestión de informarse bien y estudiar mucho. Pero ya el vegetarianismo le costaba.
No sé qué habrá sido de él. Dejamos de vernos luego de que su hermana, muy menor, comenzara a mostrarse interesada en mí. F. era muy celoso. Además, yo notaba en su familia unos vínculos muy extraños. Dejé de visitar su casa y pasamos a vernos, por algún tiempo, en otros lugares. Lo lamentable fue que no pude seguir disfrutando de la cocina de su madre, que tenía muy buena mano. Entendí perfectamente lo de las milanesas.
Fabio, en aquel momento, no podía progresar en las filosofías hinduistas porque le costaba abandonar las milanesas de su madre. A favor del arroz y las legumbres, había dejado la carne en casi todas sus formas: empanadas, asado, puchero, excepto en las milanesas. Pero no se desalentaba, lo tomaba con buen humor y decía algo muy gracioso. Decía que era ‘vegetariano con milanesas’.
Ayer, hablando con Cristina, después de oírla opinar que el romance que recién iniciamos debería retrotraerse a una módica amistad, pensé algo que me hizo recordar a mi viejo amigo Fabio, y me sonreí. Cristina, hipocondríaca en momentos de crisis, había pasado a contarme de sus contracturas y tensiones. Yo, no muy brillante, buscando que volviera a invitarme a su casa para tratar de revertir su propuesta, me ofrecí a intentar unos masajes. ‘¿Amistad con masajes?’, pensé, y mi sonrisa la aflojó. “
lunes, 2 de noviembre de 2009
Què gran guionista Platòn

La Alegoría de la caverna es una explicación metafórica, realizada por Platón en el VII libro de La República, de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. Así Platón explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas (solo alcanzable mediante la razón). Platón describió en su mito de la caverna una gruta cavernosa, en la cual permanecen desde el nacimiento unos hombres hechos prisioneros por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna y no pueden escapar. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de lejanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al mundo, a la naturaleza. Por el pasillo del muro circulan hombres cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. En este mito, el ser humano se identifica como los prisioneros. Las sombras de los hombres y de las cosas que se proyectan, son las apariencias, es decir, lo que captamos a través de los sentidos y pensamos que es real (región sensible). Las cosas naturales, el mundo que está fuera de la caverna y que los prisioneros no ven, son el mundo de las ideas, en el cual, la máxima idea, la idea de Bien, es el sol. Uno de los prisioneros logra liberarse de sus ataduras y consigue salir de la caverna conociendo así el mundo real. Es este prisionero ya liberado el que deberá guiar a los demás hacia el mundo real, es el símbolo del filósofo.
Fuente: taringa
La filosofìa no es mi fuerte, todo lo contrario, entonces decidì copiar el texto que leen arriba porque yo no me consideraba capaz de resumir de esa forma el enorme significado de "La Alegorìa de la Caverna".
A falta de "Pàrrafus" en estos dìas y siguiendo (no copiando) la manìa lùdica de la que habla Marcelo Perenchio, me puse a pensar en cuàntos cuentos, novelas, pelìculas se basan en dicha alegorìa y obvian mencionarlo. Entonces les propongo este juego: dejar en los "comentarios" tìtulos de cuentos, novelas y pelìculas que hayan conocido basadas en este maravilloso texto de Platòn. Para el que lo leyò no le va a resultar difìcil y al que no leyò "La alegorìa de la caverna" lo invito humildemente a que lo haga no se van a arrepentir y de paso juegan.
Empiezo dejando dos pelìculas (les aseguro que hay un montòn)
"Matrix"
"The Truman Show"
A ver quien quiere seguirme............
Les aseguro que si algùn dìa Platòn resucita y hace juicios por plagios ganarìa màs dinero que Bill Gates.
Efemeri 2
El 2 de noviembre de 2008 fue domingo; no hubo Párrafus. En el 2007 cayó viernes; el programa por entonces iba de lunes a miércoles, así que tampoco. El único Parrafus en un 2 de noviembre, por tanto, fue en el 2006, el primer año del Parrafus Interruptus nocturno –cuando este Blog no existía. Esa noche ganó en 15 segundos el perdido compañero oyente Gustavo Glanzman, aquel multiganador fugaz, a quien con esta sinopsis retroactiva quiero homenajear hoy.
De paso, recordamos también a uno de aquellos primeros autores –el número 91.
Miércoles 2 de noviembre de 2006
Novela: “El reino de este mundo”
Autor: Alejo Carpentier
Ganador: Gustavo Glanzman
Premio: No me acuerdo
“Carpentier, como él mismo se considera, era un hombre de su tiempo. Decidió abordar la realidad americana descubriendo en todo su fantástica existencia la majestuosidad de un continente donde lo maravilloso podría encontrarse a cada paso, desde la incontenible Haití, hasta el Gran Río (Orinoco), incluyendo, por supuesto, toda la riqueza expresiva de Cuba y el Caribe, escenarios principales de sus novelas.
Escritor universal, proporcionó con su apropiación de América, a través de lo real maravilloso y su escritura barroca, una nueva línea creadora que lo hacen trascender en su narrativa, indicando nuevos caminos en la novela latinoamericana. Periodista, músicólogo, crítico de arte, permitió una comunicación entre el Viejo Continente y América en materia de cultura.
Nace el 26 de diciembre de 1904 en la calle Maloja, La Habana. Su padre, Jorge Julián Carpentier, francés, arquitecto; su madre, Lina Vamont, profesora de Idiomas, de origen ruso. Desde muy pequeño tiene inclinaciones hacia la música. Sus primeros años lo pasa en una finca en las afueras de la ciudad. En 1917 ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y estudia teoría musical. Ya en 1921 preparó su entrada en la escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana, aunque abandona los estudios con posterioridad. Su vinculación al periodismo comienza en 1922 en La Discusión, una carrera que lo va a acompañar por el resto de su vida. Integra el Grupo Minorista en 1923 y forma parte de la Protesta de los Trece. Es en 1927 firma el Manifiesto Minorista y en julio de este mismo año sufre prisión por siete meses, acusado de comunista. Protagoniza en 1928 una sorprendente fuga a Francia con pasaporte del poeta francés Robert Desnos. En Francia trabaja como periodista, colabora con importantes publicaciones y es el momento en que decide estudiar a profundidad América, hecho que le toma ocho años de su vida. Escribe libretos para ballet. Comienza su trabajo en la radio en Poste Parisien, la estación más importante de la época en París. Publica en Madrid su primera novela ¡Écue-Yamba-O! De 1933 a 1939 dirige los estudios Foniric. En 1939 regresa a Cuba y produce y dirige programas radiales hasta 1945. En 1942 es seleccionado el autor dramático del año por la Agrupación de la Crónica Radial Impresa. Viaja a Haití con su esposa Lilia Esteban y Louis Jover; fue un viaje de descubrimiento del mundo americano, de lo que llamó lo real maravilloso. Después de su viaje a México en 1944 realiza importantes investigaciones musicales. Publica La música en Cuba en México (1945). 1949 es el año en que publica en México El reino de este mundo. Inicia el 1ro. de junio en El Nacional de Caracas la sección Letra y Solfa que se mantendrá hasta 1961. Se imprime en México Los pasos perdidos (1953), para muchos su obra consagratoria. Con este libro gana el premio al mejor libro extranjero, otorgado por los mejores críticos literarios de París. En Buenos Aires se edita El acoso (1956). Publica en 1958 Guerra del tiempo. Regresa a Cuba en 1959 para manifestar su eterno compromiso con La Revolución Cubana. Es nombrado Subdirector de Cultura del Gobierno Revolucionario de Cuba (1960). El siglo de las luces ve la luz en México en 1962. Es designado ministro consejero de la Embajada de Cuba en París. Publica en París Literatura y conciencia política en América Latina que incluye los ensayos de Tientos y diferencias con excepción de «La ciudad de las columnas».
En 1972 se edita en Barcelona El derecho de asilo. Concierto barroco y El recurso del método son publicados en México en 1974. Es en este mismo año que recibe un extenso homenaje en Cuba por su setenta aniversario. Recibe el título de Doctor Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana el 3 de enero de 1975. Se le confiere el Premio Mundial Cino del Duca y su retribución monetaria la dona al Partido Comunista de Cuba. En 1976 le es conferida la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, el título de Honorary Fellow. Es electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En 1978 la más alta distinción literaria de España, el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, es recibida por Carpentier de manos del rey Juan Carlos. Dona al Partido Comunista la retribución material del premio.
La Editorial Siglo XXI publica La consagración de la primavera en 1979.
El arpa y la sombra se edita en México, España y Argentina.
Recibe el Premio Medicis Extranjero por El arpa y la sombra. Es el más alto reconocimiento con que premia Francia a escritores extranjeros.
Fallece en París el 24 de abril de 1980.”
(www.cubaliteraria.com)
De paso, recordamos también a uno de aquellos primeros autores –el número 91.

Novela: “El reino de este mundo”
Autor: Alejo Carpentier
Ganador: Gustavo Glanzman
Premio: No me acuerdo
“Carpentier, como él mismo se considera, era un hombre de su tiempo. Decidió abordar la realidad americana descubriendo en todo su fantástica existencia la majestuosidad de un continente donde lo maravilloso podría encontrarse a cada paso, desde la incontenible Haití, hasta el Gran Río (Orinoco), incluyendo, por supuesto, toda la riqueza expresiva de Cuba y el Caribe, escenarios principales de sus novelas.
Escritor universal, proporcionó con su apropiación de América, a través de lo real maravilloso y su escritura barroca, una nueva línea creadora que lo hacen trascender en su narrativa, indicando nuevos caminos en la novela latinoamericana. Periodista, músicólogo, crítico de arte, permitió una comunicación entre el Viejo Continente y América en materia de cultura.
Nace el 26 de diciembre de 1904 en la calle Maloja, La Habana. Su padre, Jorge Julián Carpentier, francés, arquitecto; su madre, Lina Vamont, profesora de Idiomas, de origen ruso. Desde muy pequeño tiene inclinaciones hacia la música. Sus primeros años lo pasa en una finca en las afueras de la ciudad. En 1917 ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y estudia teoría musical. Ya en 1921 preparó su entrada en la escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana, aunque abandona los estudios con posterioridad. Su vinculación al periodismo comienza en 1922 en La Discusión, una carrera que lo va a acompañar por el resto de su vida. Integra el Grupo Minorista en 1923 y forma parte de la Protesta de los Trece. Es en 1927 firma el Manifiesto Minorista y en julio de este mismo año sufre prisión por siete meses, acusado de comunista. Protagoniza en 1928 una sorprendente fuga a Francia con pasaporte del poeta francés Robert Desnos. En Francia trabaja como periodista, colabora con importantes publicaciones y es el momento en que decide estudiar a profundidad América, hecho que le toma ocho años de su vida. Escribe libretos para ballet. Comienza su trabajo en la radio en Poste Parisien, la estación más importante de la época en París. Publica en Madrid su primera novela ¡Écue-Yamba-O! De 1933 a 1939 dirige los estudios Foniric. En 1939 regresa a Cuba y produce y dirige programas radiales hasta 1945. En 1942 es seleccionado el autor dramático del año por la Agrupación de la Crónica Radial Impresa. Viaja a Haití con su esposa Lilia Esteban y Louis Jover; fue un viaje de descubrimiento del mundo americano, de lo que llamó lo real maravilloso. Después de su viaje a México en 1944 realiza importantes investigaciones musicales. Publica La música en Cuba en México (1945). 1949 es el año en que publica en México El reino de este mundo. Inicia el 1ro. de junio en El Nacional de Caracas la sección Letra y Solfa que se mantendrá hasta 1961. Se imprime en México Los pasos perdidos (1953), para muchos su obra consagratoria. Con este libro gana el premio al mejor libro extranjero, otorgado por los mejores críticos literarios de París. En Buenos Aires se edita El acoso (1956). Publica en 1958 Guerra del tiempo. Regresa a Cuba en 1959 para manifestar su eterno compromiso con La Revolución Cubana. Es nombrado Subdirector de Cultura del Gobierno Revolucionario de Cuba (1960). El siglo de las luces ve la luz en México en 1962. Es designado ministro consejero de la Embajada de Cuba en París. Publica en París Literatura y conciencia política en América Latina que incluye los ensayos de Tientos y diferencias con excepción de «La ciudad de las columnas».
En 1972 se edita en Barcelona El derecho de asilo. Concierto barroco y El recurso del método son publicados en México en 1974. Es en este mismo año que recibe un extenso homenaje en Cuba por su setenta aniversario. Recibe el título de Doctor Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana el 3 de enero de 1975. Se le confiere el Premio Mundial Cino del Duca y su retribución monetaria la dona al Partido Comunista de Cuba. En 1976 le es conferida la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, el título de Honorary Fellow. Es electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En 1978 la más alta distinción literaria de España, el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, es recibida por Carpentier de manos del rey Juan Carlos. Dona al Partido Comunista la retribución material del premio.
La Editorial Siglo XXI publica La consagración de la primavera en 1979.
El arpa y la sombra se edita en México, España y Argentina.
Recibe el Premio Medicis Extranjero por El arpa y la sombra. Es el más alto reconocimiento con que premia Francia a escritores extranjeros.
Fallece en París el 24 de abril de 1980.”
(www.cubaliteraria.com)
domingo, 1 de noviembre de 2009
Por amor al juego
Sin Párrafus hasta el 10 de noviembre, ustedes entenderán mi sindrome de abstinencia. A algo tengo que jugar.
Hugo anunció que en estas seis próximas noches, a partir de hoy, se emitirán programas grabados. Pero, de acuerdo a su encomiable idea, y gracias al trabajo de Lucas Gatti y Rodrigo Lamardo, no se pasará cualquier Párrafus. A modo de homenaje o renovada bienvenida a los oyentes que se incorporaron este año al podio de ganadores, se repetirá la participación de seis de ellos que hayan ganado en una única oportunidad.
Los que se sumaron este año y ganaron una sola vez son 22. Extraídos sus datos de la Lista de Lecturas, son estos:
05/02
479) Andrea Camilleri (ITAL), "La voz del violín": Ramón Tarruella, de Villa Elisa. Profesor de filosofía. Escritor.(´2 "53)
23/02
491) Max Aub (ESP), "Campo cerrado": Natalia Ranzuglia. Profesora de teatro, de Ramos Mejía. (´5 "22)
09/03
501) Cyrano de Bergerac (FRA), "Viaje a la luna": Irene Fridemberg, de Caballito. Empleada y cantora. (´1 "22)
26/03
513) Marcos Aguinis (ARG), “La gesta del marrano”: Sergio Tupovetzky. Empleado en playa de estacionamiento y escritor.
04/05
540) Arundhati Ray, (HINDU), “El dios de las pequeñas cosas”: Lilian Mosconi, de San Telmo. Traductora (´9 “22)
13/05
546) John Le Carre (ING), “Asesinato de calidad”: Andrés Ramos, de Claypole, técnico químico y trabajador de la construcción. (´1 “01)
26/05
555) José Giovanni (FRA), “Los aventureros”: Fernando Rosarolli, de Rio Cuarto. Actor y profesor de teatro (“36)
08/06
564) Ursula K. Le Guin (NORT), “Un mago de Terramar”: Delia Kantor, de Belgrano. Licenciada en letras. Profesora de castellano, jubilada (´1 “19)
11/06
567) Alexander Block (RUS), “Los doce y otros poemas”: María Luisa Ferrari, de Escobar. Ingeniera agrónoma, paisajista. (´3 “43)
08/07
584) Roberto Bolaño (CHI), “Los detectives salvajes”: Ana García, de Haedo. Empleada en una librería (´1 “28)
16/07
590) Amparo Dávila (MEX), “Arboles petrificados”: Griselda Vanessche (´2 “04), de Lujan. Bibliotecaria.
17/07
591) Colette (FRA), “La gata”: Rita Ramos, de Tigre. Estudiante (profesorado de literatura). (´6 “15)
31/07
601) Lucio Apuleyo (ITA), “El asno de oro”: Silvina Schvarcz (“35)
06/08
605) Manuel Puig (ARG), “Misterio del ramo de rosas”: Gabriel Miranday, de La Rioja. Director de Radio Nacional La Rioja. (´2 “08)
25/08
614) Almudena Grandes (ESP), “Atlas de geografía humana”: Graciela Pérez Aguilar, de Palermo. Editora y escritora (´7 “11)
07/09
623) Gonzalo Rojas (CHI), “Contra la muerte”: Micaela Polak, de Parque Chas. Empleada del G.C.B.A. y murguera. (“53)
18/09
631) Stieg Larsson (SUE), “Los hombres que no amaban a las mujeres”: Ernesto Papaleo, de La Plata. Comerciante. (´1”09)
21/09
632) Marcel Achard (FRA), “¿Quiere usted representar conmigo?”: Gustavo Armas, de Palermo. Actor y profesor de teatro. (´6 “03)
28/09
637) Leonidas Andreiev (RUS), “El que recibe las bofetadas”: Horacio Borgo, de Caballito. Vendedor. (´3 “34)
05/10
641) Martín Caparrós (ARG), “Valfierno”: Claudio Vernetti, de Caballito. Empleado público y estudiante de bibliotecología. (´2 “00)
08/10
644) Jorge Icaza (ECUA), “El chulla Romero y Flores”: Cristina Villanueva, ganadora debutante, sin datos de domicilio y ocupación. (´10 “20)
26/10
655) Héctor Alvarez Murena (ARG), “El centro del infierno”: Fabian Dorigo, de Liniers. Lienciado en sistemas de información y escritor.
Entre estos 22 se eligieron 6.
¿Cuáles?
¿Hacemos un prode Parrafista?
Para mí que se pasan los seis siguientes:
05/02
479) Andrea Camilleri (ITAL), "La voz del violín": Ramón Tarruella, de Villa Elisa. Profesor de filosofía. Escritor.(´2 "53)
26/03
513) Marcos Aguinis (ARG), “La gesta del marrano”: Sergio Tupovetzky. Empleado en playa de estacionamiento y escritor.
04/05
540) Arundhati Ray, (HINDU), “El dios de las pequeñas cosas”: Lilian Mosconi, de San Telmo. Traductora (´9 “22)
13/05
546) John Le Carre (ING), “Asesinato de calidad”: Andrés Ramos, de Claypole, técnico químico y trabajador de la construcción. (´1 “01)
11/06
567) Alexander Block (RUS), “Los doce y otros poemas”: María Luisa Ferrari, de Escobar. Ingeniera agrónoma, paisajista. (´3 “43)
17/07
591) Colette (FRA), “La gata”: Rita Ramos, de Tigre. Estudiante (profesorado de literatura). (´6 “15)
¡Juguemos! Haga su selección, compañero oyente, y después vemos quién tuvo más aciertos. El premio para el que gane... podría ser... Sí, le paso la dirección del lugar donde me estoy tratando la ludopatía –Parrapatía, en mi caso. ¡Estoy de bien últimamente...!
Chau.
Suerte.
Dejando de lado esta gracia (pero entiendan, es sábado a la noche, estoy aburrido en el trabajo y Párrafus está ausente), quiero ahora homenajear y repetir la bienvenida al género Poesía, que se incorporó a Párrafus Interruptus el 1 de noviembre del 2006, hace hoy tres años. Lo celebro con una breve pieza de la primera poeta convocada: Alejandra Pizarnik.
LINTERNA SORDA
Los ausentes soplan y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche.
(De “Extracción de la piedra de la locura”, 1968)
Y ahora sí, chau.
Hugo anunció que en estas seis próximas noches, a partir de hoy, se emitirán programas grabados. Pero, de acuerdo a su encomiable idea, y gracias al trabajo de Lucas Gatti y Rodrigo Lamardo, no se pasará cualquier Párrafus. A modo de homenaje o renovada bienvenida a los oyentes que se incorporaron este año al podio de ganadores, se repetirá la participación de seis de ellos que hayan ganado en una única oportunidad.
Los que se sumaron este año y ganaron una sola vez son 22. Extraídos sus datos de la Lista de Lecturas, son estos:
05/02
479) Andrea Camilleri (ITAL), "La voz del violín": Ramón Tarruella, de Villa Elisa. Profesor de filosofía. Escritor.(´2 "53)
23/02
491) Max Aub (ESP), "Campo cerrado": Natalia Ranzuglia. Profesora de teatro, de Ramos Mejía. (´5 "22)
09/03
501) Cyrano de Bergerac (FRA), "Viaje a la luna": Irene Fridemberg, de Caballito. Empleada y cantora. (´1 "22)
26/03
513) Marcos Aguinis (ARG), “La gesta del marrano”: Sergio Tupovetzky. Empleado en playa de estacionamiento y escritor.
04/05
540) Arundhati Ray, (HINDU), “El dios de las pequeñas cosas”: Lilian Mosconi, de San Telmo. Traductora (´9 “22)
13/05
546) John Le Carre (ING), “Asesinato de calidad”: Andrés Ramos, de Claypole, técnico químico y trabajador de la construcción. (´1 “01)
26/05
555) José Giovanni (FRA), “Los aventureros”: Fernando Rosarolli, de Rio Cuarto. Actor y profesor de teatro (“36)
08/06
564) Ursula K. Le Guin (NORT), “Un mago de Terramar”: Delia Kantor, de Belgrano. Licenciada en letras. Profesora de castellano, jubilada (´1 “19)
11/06
567) Alexander Block (RUS), “Los doce y otros poemas”: María Luisa Ferrari, de Escobar. Ingeniera agrónoma, paisajista. (´3 “43)
08/07
584) Roberto Bolaño (CHI), “Los detectives salvajes”: Ana García, de Haedo. Empleada en una librería (´1 “28)
16/07
590) Amparo Dávila (MEX), “Arboles petrificados”: Griselda Vanessche (´2 “04), de Lujan. Bibliotecaria.
17/07
591) Colette (FRA), “La gata”: Rita Ramos, de Tigre. Estudiante (profesorado de literatura). (´6 “15)
31/07
601) Lucio Apuleyo (ITA), “El asno de oro”: Silvina Schvarcz (“35)
06/08
605) Manuel Puig (ARG), “Misterio del ramo de rosas”: Gabriel Miranday, de La Rioja. Director de Radio Nacional La Rioja. (´2 “08)
25/08
614) Almudena Grandes (ESP), “Atlas de geografía humana”: Graciela Pérez Aguilar, de Palermo. Editora y escritora (´7 “11)
07/09
623) Gonzalo Rojas (CHI), “Contra la muerte”: Micaela Polak, de Parque Chas. Empleada del G.C.B.A. y murguera. (“53)
18/09
631) Stieg Larsson (SUE), “Los hombres que no amaban a las mujeres”: Ernesto Papaleo, de La Plata. Comerciante. (´1”09)
21/09
632) Marcel Achard (FRA), “¿Quiere usted representar conmigo?”: Gustavo Armas, de Palermo. Actor y profesor de teatro. (´6 “03)
28/09
637) Leonidas Andreiev (RUS), “El que recibe las bofetadas”: Horacio Borgo, de Caballito. Vendedor. (´3 “34)
05/10
641) Martín Caparrós (ARG), “Valfierno”: Claudio Vernetti, de Caballito. Empleado público y estudiante de bibliotecología. (´2 “00)
08/10
644) Jorge Icaza (ECUA), “El chulla Romero y Flores”: Cristina Villanueva, ganadora debutante, sin datos de domicilio y ocupación. (´10 “20)
26/10
655) Héctor Alvarez Murena (ARG), “El centro del infierno”: Fabian Dorigo, de Liniers. Lienciado en sistemas de información y escritor.
Entre estos 22 se eligieron 6.
¿Cuáles?
¿Hacemos un prode Parrafista?
Para mí que se pasan los seis siguientes:
05/02
479) Andrea Camilleri (ITAL), "La voz del violín": Ramón Tarruella, de Villa Elisa. Profesor de filosofía. Escritor.(´2 "53)
26/03
513) Marcos Aguinis (ARG), “La gesta del marrano”: Sergio Tupovetzky. Empleado en playa de estacionamiento y escritor.
04/05
540) Arundhati Ray, (HINDU), “El dios de las pequeñas cosas”: Lilian Mosconi, de San Telmo. Traductora (´9 “22)
13/05
546) John Le Carre (ING), “Asesinato de calidad”: Andrés Ramos, de Claypole, técnico químico y trabajador de la construcción. (´1 “01)
11/06
567) Alexander Block (RUS), “Los doce y otros poemas”: María Luisa Ferrari, de Escobar. Ingeniera agrónoma, paisajista. (´3 “43)
17/07
591) Colette (FRA), “La gata”: Rita Ramos, de Tigre. Estudiante (profesorado de literatura). (´6 “15)
¡Juguemos! Haga su selección, compañero oyente, y después vemos quién tuvo más aciertos. El premio para el que gane... podría ser... Sí, le paso la dirección del lugar donde me estoy tratando la ludopatía –Parrapatía, en mi caso. ¡Estoy de bien últimamente...!
Chau.
Suerte.
Dejando de lado esta gracia (pero entiendan, es sábado a la noche, estoy aburrido en el trabajo y Párrafus está ausente), quiero ahora homenajear y repetir la bienvenida al género Poesía, que se incorporó a Párrafus Interruptus el 1 de noviembre del 2006, hace hoy tres años. Lo celebro con una breve pieza de la primera poeta convocada: Alejandra Pizarnik.
LINTERNA SORDA
Los ausentes soplan y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche.
(De “Extracción de la piedra de la locura”, 1968)
Y ahora sí, chau.
viernes, 30 de octubre de 2009
Inenfático (1)
Viernes 30 de octubre
Poesía: (...)
Autor: (...)
Ganador/a:
Premio: (...)
Procurando no exaltarme ni caer en ningún énfasis, me apresto a comentar brevemente el último Párrafus de octubre y, asimismo, hacer la síntesis del mes. Me lo propongo así porque algo me dice que estuve extralimitándome en estos días. Hoy, tal vez, sólo se me podrá reprochar que me tome la atribución de hacer la síntesis en el Blog, pero me justifico con la novedad que Hugo nos trajo al abrir el programa de anoche: No tendremos Párrafus Interruptus hasta el 10 de noviembre. (*)
Este 30 de octubre, por segunda noche consecutiva, la lectura resultó ininterrupta. El género, esta vez, fue poesía. Los Ininterruptus del mes, por tanto, fueron cinco: tres novelas, un cuento y poesía.
Consecuencia de esta última noche sin ganador fue que los juegos mensuales quedaron como Hugo anticipó (sin dar nombres) en el preámbulo de ayer.
El mayor ganador fue Mario Tsolakian, con tres victorias: “Los valles imaginarios”, de Elvio Romero; “Gabino el mayoral”, de Enrique García Velloso; y “Pelo de zanahoria”, de Jules Renard.
La que ganó más rápido fue Marta Zander, en 28 segundos, con “Pepita Jiménez”, de Juan Valera.
Y la que ganó más tarde fue Mónica Paradiso, en 15 minutos y medio, con “Poemas cortos de genio”, de Luís Luchi.
Los premios para estos tres oyentes, por supuesto, serán anunciados a su retorno por el señor Paredero.
Cabe destacar que los ganadores nuevos en este mes fueron tres: Claudio Vernetti, Cristina Villanueva y Fabián Dorigo.
Por último, datos insoslayables en esta síntesis, me parece, son que llegamos a 16 Ininterruptus en lo que va del año (misma cantidad que en el 2008) y que no ganó en octubre la oyente Verónica Cornejo, de Lugano.
¿Alguien espera alguna exaltación o énfasis a propósito de este último dato?
Buenos días.
(1) Título alternativo u opuesto: "¡Alpiste!"
(*) La explicación de nuestro conductor para esta prolongada ausencia me colmó de sorpresa; por la forma en que lo contó, parece que ya lo había anticipado; si así fue, yo me lo perdí. La tarea que lo mantendrá alejado de las trasnoches de Nacional es la cercana conclusión de una biografía de Jorge Guinzburg, preparada para la casa editora Capital Intelectual. A propósito de esto, Hugo invitó a los oyentes que quieran aportar alguna opinión (favorable o no, dijo) a que le escriban a parrafusinterruptus@radionacional.gov.ar
Poesía: (...)
Autor: (...)
Ganador/a:
Premio: (...)
Procurando no exaltarme ni caer en ningún énfasis, me apresto a comentar brevemente el último Párrafus de octubre y, asimismo, hacer la síntesis del mes. Me lo propongo así porque algo me dice que estuve extralimitándome en estos días. Hoy, tal vez, sólo se me podrá reprochar que me tome la atribución de hacer la síntesis en el Blog, pero me justifico con la novedad que Hugo nos trajo al abrir el programa de anoche: No tendremos Párrafus Interruptus hasta el 10 de noviembre. (*)
Este 30 de octubre, por segunda noche consecutiva, la lectura resultó ininterrupta. El género, esta vez, fue poesía. Los Ininterruptus del mes, por tanto, fueron cinco: tres novelas, un cuento y poesía.
Consecuencia de esta última noche sin ganador fue que los juegos mensuales quedaron como Hugo anticipó (sin dar nombres) en el preámbulo de ayer.
El mayor ganador fue Mario Tsolakian, con tres victorias: “Los valles imaginarios”, de Elvio Romero; “Gabino el mayoral”, de Enrique García Velloso; y “Pelo de zanahoria”, de Jules Renard.
La que ganó más rápido fue Marta Zander, en 28 segundos, con “Pepita Jiménez”, de Juan Valera.
Y la que ganó más tarde fue Mónica Paradiso, en 15 minutos y medio, con “Poemas cortos de genio”, de Luís Luchi.
Los premios para estos tres oyentes, por supuesto, serán anunciados a su retorno por el señor Paredero.
Cabe destacar que los ganadores nuevos en este mes fueron tres: Claudio Vernetti, Cristina Villanueva y Fabián Dorigo.
Por último, datos insoslayables en esta síntesis, me parece, son que llegamos a 16 Ininterruptus en lo que va del año (misma cantidad que en el 2008) y que no ganó en octubre la oyente Verónica Cornejo, de Lugano.
¿Alguien espera alguna exaltación o énfasis a propósito de este último dato?
Buenos días.
(1) Título alternativo u opuesto: "¡Alpiste!"
(*) La explicación de nuestro conductor para esta prolongada ausencia me colmó de sorpresa; por la forma en que lo contó, parece que ya lo había anticipado; si así fue, yo me lo perdí. La tarea que lo mantendrá alejado de las trasnoches de Nacional es la cercana conclusión de una biografía de Jorge Guinzburg, preparada para la casa editora Capital Intelectual. A propósito de esto, Hugo invitó a los oyentes que quieran aportar alguna opinión (favorable o no, dijo) a que le escriban a parrafusinterruptus@radionacional.gov.ar
jueves, 29 de octubre de 2009
Impunidad, puntillosidad, inmunidad

Novela:
Autor/a:
Ganador/a:
Premio: (la novela leída, o sea…¡ninguno!)
No sé si conmoverme o indignarme Si escribírselo privadamente a Hugo o consignarlo acá. Si seguir con mi puntillosidad o no hacer nada… Bueno, lo escribo impunemente acá, que es casi lo mismo que no hacer nada.
Anoche, noche de nuevo Ininterruptus, tras leer durante algo más de diez minutos, al establecer la pausa para la tanda, nuestro conductor dijo: “No vale guglear, pero, si lo hacés, confesalo”
Que el Señor de los Libros me perdone, pero esta vez, en ese contexto, esta mención del google me sonó como un resignado manotazo de ahogado.
Sin embargo (estoy en el locutorio, donde pude comprobarlo) el hombre-lobo de esta novela se mostró inmune, además de a las balas de plata, al buscador de la Internet.
Sorry, compañeros oyentes: esta vez no tengo pistas para ofrecer. ¿Y ustedes?
miércoles, 28 de octubre de 2009
Entrada con entrada

Miércoles 28 de octubre
Teatro: “Pelo de Zanahoria” (1900)
Autor: Jules Renard (1864-1910)
Ganador: Mario Tsolakian
Premio: “El animal que todos llevamos dentro”, de Leo Masliah
Curiosidad: Como Hugo empezó el programa comentando el premio Clarín de novela, ganado por Federico Jeanmaire, Mario Tsolakián recordó su lectura de una novela de este autor: “Patria”. Mismo título de una de Renard, según la Wikipedia.
Al literato francés también lo mencionan Borges y Bioy en su selección de “Cuentos breves y extraordinarios”, mediante un gracioso fragmento de su “Journal”.
ENTRADA POR SALIDA
“Se disponía a decir: ‘Vengo de parte de Fulano’, pero vio una cara de tan pocos amigos que, antes de tomar asiento, se incorporó, se puso el sombrero y dijo, dando la espalda:
-Me voy de parte de fulano”
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