viernes, 6 de noviembre de 2009

Festejo

Se le ocurrió el martes, la noche misma del premio. Pero, como la ceremonia en La Trastienda se extendió hasta más allá de la hora del programa, lo deshechó. A la noche siguiente lo impidió la resaca que arrastró a lo largo de todo ese miércoles. El jueves lo hizo.
Para entonces, ¿quién podría darse cuenta?
Se había anunciado una semana entera y una noche más de Párrafus grabados. Las repeticiones, se había dicho, serían de programas con ganadores de una sola vez. A los reincidentes, entonces, no los estimulaba la posibilidad de volver a escucharse. Aquellos 22 ganadores de única vez, aves de paso, quizá, podían ni haberse enterado. Demás fanáticos, tal vez aliviados de poder interrumpir la escucha (tampoco es para tanto), aprovecharon para sintonizar otra cosa, ver películas de trasnoche o dormir más temprano. Si alguno hubiera querido experimentar esa semana revisionista, para el jueves quizá ya hubiera abandonado la experiencia. La audiencia, entonces, sería mínima, o nula.
El jueves, sin avisar a ninguno de sus compañeros de la producción, pasada la medianoche Hugo fue a la radio. Indicó al operador de turno que suspendiera la grabación pautada y que le diera aire después del Panorama Internacional. Tras la cortina, saludó con un simple “Buenas noches” y comenzó a leer. Había buscado en su biblioteca el mismo libro de aquella lejana noche inaugural. Había instruido al compañero de la cabina para que no atendiera el teléfono, si llegara a sonar…
Pero, ¿quién podría estar escuchando? ¿Quién podría ser testigo de esa celebración a solas con ese texto tan apropiado -tanto para aquella primera noche como para esta semana triunfal- y con ese autor tan buen jugador de literatura?
¿Quién? Quién, sino yo, que ahora lo cuento –lo invento, lo festejo-, jugando.

2 comentarios:

Mónica dijo...

Què lindo!!!!!!!!!!!! y què làstima que me lo perdì pero a don Paradiso le dan de alta mañana (sàbado 7/11) la operaciòn que era muy simple se complicò un poco pero ya està bien. Igual me hago escapadas al ciber (estoy parte del dìa en el sanatorio y la otra parte cuidando a mi abuela) y todos los dìas miro el blog. Un gran saludo para todos y el lunes ya estoy en casa.

Emilia dijo...

Monica, me alegro con la noticia de la operación de tu padre.
Un cariño muy grande.