martes, 12 de junio de 2007

Lunes 11 de Junio


Arrancamos la semana con teatro. .
La vida no es fácil.
Pero el encanto de la cofradía, nos deja pegaditos al receptor. Que en definitiva, cuando uno no tiene afinidad con el género [por los motivos que fueren], tiene una imperdible oportunidad: la de aprender algo nuevo.

El archicófrade hace la apertura remozada, de esa donde no sólo nos advierte que tratará, sino que hace un microrelato. Vuelve a la trasnoche de un 4 de Abril, cuando ganó la primera interruptora de Parrafus, la periodista especialista en danza Laura Falcoff, quien mediante un pas de deux, saltaba al teléfono para aclarar que Paredero leía "Los Premios", novela de Julio Cortázar escrita en 1960.
Así nomás, 46 años después iba otro premio. Pero no para el belga criollo, sino para Laurita.
Suena el timbre, advirtiendo a los espectadores [de las multitudes solitarias], que dará comienzo un nuevo encuentro: el de un libro, disputando el combate pactado a 25 minutos con una pléyade de oyentes.
No podemos cuantificarlos, de allí el mote.
Aunque sabemos que hay gente avezada [y osada].
Cada día los combates literarios, hacen que los lectores ganen por la vía rápida, dejando título y autor al descubierto. Y celebrando en forma conjunta, ya que un autor reconocido de este modo, debe celebrar el supuesto K.O.
Huguito lee donde se desarrolla la escena, en una platería.
Aún sin llegar al diálogo, suena la campana chillona, que presagia el desenlace: una ganadora reincidente, Verónica Cornejo.
Metódica, puntillosa. Radioescucha de Villa Lugano que llama para ganar, y de vez en cuando acude al despertador para concurrir a la trasnoche [tal como apunta el bitaco-parrafero Perenchio]. SOR PREN DEN TE. Un book-out antes del primer round.
En su charla con Hugo, registro la duda, cuando la Cornejo responde con alguna duda un simple "¿como andas?". Paredero detecta el silencio, y la cófrade, comparte que su Padre partió doce días ha ..
Allí las palabras sobran, pero con mucho tino, Verónica explica que su Padre le contagió la pasión por los libros.
Recordaba este detalle, y pienso fué este un Parrafus para la Posteridad, un homenaje a las personas que nos llevan de la mano a un mundo increíble, donde las distancias se acortan [al mejor estilo Julio Verne].
Y por-que no decirlo, también lamenté la pérdida del Sr. Cornejo.
Puede que suene un tanto loco, pero las pasiones que se comparten, conllevan otras locuras [sanas] como estas. De allí, que la archicofradía Parrafera sea inclusiva y tenga sensibilidad.

Un libro que me cambió la forma de ver la ausencia de un ser querido, fué la novela de Luisito Pescetti, "El ciudadano de mis zapatos", premio Casa de las Américas 1997.
Un broli, que va de la risa al llanto, sin golpes bajos, ni amarguras, con naturalidad.
Quizá sirva, para seguir actuando en este "Teatro de la Vida" ..

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