Leía la crónica del interruptor por excelencia y cobitacorero Perenchio Coronel.
Desgranando el triunfo de López Motta, encuentro que el tipo amén de poeta y locutor, trabaja en Radio de la Ciudad, otrora Municipal.
Y así como quien no quiere la cosa, recordaba algunos locutores de fuste de esa casa: Carolina Francisco, Guillermo Jelen, Magdalena Neufeld, y tantos otros.
Con el dato de Marcelo, trataba de atar cabos. Lopez Motta no me sonaba, pero sacandole la motta, Don Roberto López, ya sonaba distinto. Repasé mi memoria auditiva, y di con él. Resulta que en 1990, había un programilla dirigido por el joven violinista Fabián Bertero. Y en alguna ocasión de hacerle el aguante como oyente, frente a los cambios de programación hube de apersonarme allí a Sarmiento 1555, y ver la radio desde los mismos estudios.
En fin, tuve entonces la oportunidad de ver esas voces, pero con caras.
Bertero, hoy es un músico consumado, lo escuché en unos arreglos junto a la orquesta de Osvaldo Piro, y ciertamente sobresale. Pero ya desde hace tres lustros, el tipo perfilaba como muy conocedor de todo género musical. Y eso vale.
De Roberto López, recuerdo verlo llegar al estudio, así sin nada en mano. Bufandita en invierno, y mucha cara de tango. Hacía la locución con una sencillez sorprendente. Y asi lo redescubro en estas conversaciones de trasnoche, sin cartón.
Pasaron muchos años y Huguito fué nuevamente artífice en el éter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario