La semana pasada, en charla con Hugo tras la lectura del cuento de Lovecraft, mencioné que el día anterior, de puro aburrido, había escrito en el trabajo y enviado a Quique Figueroa, el compañero oyente de Trelew, un mail con una lista de autores muy notorios que todavía no aparecieron en Párrafus. Lovecraft figuraba entre ellos, y también otros tres de los cinco autores que siguieron: Jarry, Eliot y Conrad. El coequiper Quique puede dar fe de esto.
Se me había ocurrido elaborar esa lista (repito: de autores muy reconocidos) después de los dos Ininterruptus, bastante seguidos, del mes de diciembre. Me dijé: “¡Pero! Cómo se arriesga Hugo con...x autor, si todavía no leyó a... tal otro, más ‘ganable’...” Después pensé que quizá a Hugo le gusta ponernos la cosa difíciles, y que (como ya dije en “El otro interruptus”) a lo mejor festeja, a su modo, cuando nadie reconoce la lectura.
Ahora se me ocurrió otra cosa. Con el propósito de hacer pública, en cierto modo, esa lista (que además podrá ser ampliada), se me ocurrió copiar en el Blog fragmentos de la obra de aquellos autores ‘postergados’. Pero, claro, como todo esto ronda en torno a un programa que es un juego (y por eso me gusta tanto ganar, ¿para qué juega uno?), no voy a poner los nombres correspondientes a cada cita, que deberá ser descifrada por los queridos compañeros oyentes.
Emprendo esto, además, con el arrogante propósito de contribuir al bagaje de nuestro conductor, o aguijonearlo para que incluya a estos autores (que él sin duda reconocerá), o para invocar mágicamente la aparición de estos nombres en el programa –aunque esto no redundaría necesariamente en una nueva victoría mía.
Y comienzo con una invocación doble (o triple): la entrevista que dos poetas le hacen a un autor que influyó en su obra y en la de muchos otros de su generación. De los tres, el entrevistado es el de más segura aparición en Párrafus (el más ‘ganable’), pero no descarto que también en algún momento Hugo nos pueda leer la poesía de uno de los entrevistadores -o, por qué no, de los dos.
¿Ayuda? Extraigo este material del número 297 (4 de enero de 1973) de la vieja revista Panorama. Allí, en la presentación de la entrevista (que más bien es una charla), se dice que fue realizada en... No, el lugar –y la fecha- serían demasiada ayuda. Esto es todo. Sigue la cita.
¡A jugar!
“-¿Qué podés decirme de los conflictos políticos?
-Los conflictos políticos son meras manifestaciones superficiales. Si se produce un conflicto, usted puede estar seguro de que ciertos y determinados poderes se proponen mantener esa cuestión latente, con la esperanza de aprovecharse de la situación. Mezclarse en los problemas políticos es cometer la equivocación del toro en la arena: arremeter contra la capa. Para eso sirve la política: para hacer flamear el trapo.
-¿Y quiénes manipulan el trapo?
-La muerte.
-¿Y qué es la muerte?
-Un jueguito. Es el momento del jueguito nacimiento-muerte. Pero no puede durar mucho tiempo más. Hay demasiada gente que se está avivando.
-¿Qué tipo de consejo le darías a un político?
-Decir la verdad de una vez por todas, y después callarse para siempre.
-¿Y qué sucede si la gente no quiere cambiar, si no le interesa nada de la nueva toma de conciencia?
-Si las especies rechazan el cambio... Yo podría, por ejemplo, haberle sugerido a un dinosaurio que una armadura pesada y una talla imponente son peligrosas, y que le convendría ciertamente adoptar las facilidades mamarias; no estaría en mi poder convertir a un dinosaurio reaccionario.”
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