miércoles, 5 de diciembre de 2007

Mercè Rodoreda

El sandwich de Párrafus, fué de pan de campo.
Con gusto a fiambre español, pero escaso, propio de la época franquista.

Una república llena de penurias, donde reinaba un clima propio al que sigue a una guerra civil.

Esos antecedentes son el condimento de la escritora Mercè Rodoreda i Gurguí, una catalana nacida en 1908.
Mercè se casó con un tío suyo, fué unipara y su vida era demasiado monótona.

Halló un refugio en la literatura y colaboró en diversos medios.

En La Plaza del Diamante [opus interruptus por Mario Solakian], narra la historia de Natalia, una joven como tantas otras de su época, que acepta sin quejarse todo aquello que la vida, y su marido, le imponen. Incluso acepta que le cambien el nombre por el de “Colometa”.

Esta resignación termina al finalizar la guerra. Natalia se rebela por fin contra todo lo que considera injusto. Al final de la novela dejará de ser “Colometa” para convertirse en la “señora Natalia”.
Un cambio de nombre que significa también un cambio de personalidad. La novela es también una crónica fiel de la Barcelona de posguerra y de cómo marcó este periodo histórico a sus habitantes.

Como en otras novelas, La plaza del diamante juega con los símbolos.
Las palomas que la protagonista cría en su casa le sirven a Rodoreda de elemento simbólico para ir mostrando la evolución en la vida de Natalia.
A medida que su vida se va quedando sin ilusiones las palomas de su palomar se van marchando o muriendo.
Liberando palomas, Natalia libera también de una parte de su pasado.

Imagen: Chalé de Romanyà de la Selva donde Rodoreda vivió de 1972 a 1980 y escribió sus últimas obras [Espejo roto, Parecía de seda, Cuanta, cuanta guerra .., La muerte y la primavera].
Tejas, cipreses, piedra y sol, una combinación ibérica, e inspiradora!

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Mort i la Primavera de Mercè Rodoreda.
Lloc web amb un article:
http://www.barcelonareview.com/revista/66/or.html
Òscar Rocabert
oscar@victimaibotxi.com