Hace una buena yunta con el Wim Wenders y esa pléyade de actores a los que acude el director teutón.
Comparto con la parrafada este fragmento de "Las alas del deseo", cuyo guión es de Handke: ¡grata sorpresa!
Leí por allí una crítica sobre la mujer zurda, donde le dan con un caño a Handke, precisamente por ver en su libro, mas que nada la obra de un guionista. Cosa nada sencilla. Localmente, Claudia Piñeiro viene de ese rubro, alguien que se acerca a la literatura desde el costado televisivo.
El caso de Handke es mucho más clásico, proviene del teatro, con una carga muy pesada: una madre que se suicida. Por ende, debemos tener estos condimentos presentes a la hora de su lectura. Pero, una obra de arte como esta de Las Alas (o el Cielo sobre Berlín - Der Himmel über Berlin), lo fuerzan a uno a detenerse en el autor, en el director y en el guionista.
Wim Wenders logra popularizar a guionistas crípticos como el propio Peter-Paredero Handke, o el norteamericano Sam Shepard.
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