jueves, 15 de enero de 2009

Sobre Anatomía Humana

Ya tengo conmigo El amante imperfecto, la última novela de Carlos Chernov, que gané cuando se leyó Anatomía Humana, la primera novela de este autor.

Comienzo y resumen, Anatomía Humana empieza así:

"Después de aquella noche, Mario vivió en un mundo habitado casi exclusivamente por mujeres. Cuando los gritos lo despertaron, todavía ignoraba que la mayoría de los hombres ya había muerto..."

-Entonces ...¿tiene todas las minas para él?
-Sí, mi amor.
-Buenísimo!

Ah, pero ya se sabe que no hay deseo cumplido sin una maldición que lo siga. Y de eso trata esta novela.

Mientras releo algunas páginas, no dejo de sorprenderme la irracionalidad de Parrafus Interruptus, donde una lectora común y silvestre, yo en este caso, puede decirle a un autor, Chernov en este caso, vea, a mí me gustó la parte de su novela en la que usted describe los pies de unas modelos que andan descalzas por el estudio; y que el autor conteste, mirá vos, ni me acordaba de que había escrito eso. Y encima de todo, me regalan un libro. Irracionalidad total.

Lo de los pies es así:

"Recordó el relato de un amigo especializado en fotografiar desnudos. De tanto andar descalzas por el estudio, las modelos se ensuciaban la planta de los pies. Él odiaba que ese detalle se advirtiera en las fotos (aunque admitía que a veces lo había aprovechado: era un defecto muy realista). "

Lo leo ahora y me pregunto qué es lo que me gustaba tanto de este párrafo. ¿No les pasa que a veces subrayan en un libro algo que les gustó y lo leen un tiempo después y ya ni se acuerdan qué era lo que les había gustado? Supongo que los subrayados y las marcas que hacemos en los libros pueden caducar después de un tiempo. No se me ocurre otra explicación. Claro, si nos ponemos estrictos hay que decir que la novela fue publicada hace 15 años, y tal vez la leí por esa época. Volver a tener Anatomía Humana en las manos fue hacer un viajecito en el tiempo. Porque éste fue uno de los primeros libros que compré con mis dineritos lo recuerdo tan claramente. También compraba La Maga entonces y escuchaba a Dolina y no me acostaba antes de las dos y vino Paul McCartney a la Argentina. Lindos recuerdos.

El amante imperfecto, junto con el bronceador y el toallón, ya los estoy guardando en el bolsito para llevar en las vacaciones.

5 comentarios:

Quique Figueroa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Quique Figueroa dijo...

Efectivamente gentil Marta, el mejor premio para un escritor, es incluir alguno de sus opúsculos para llevar de vacaciones.

Coincido con Vd., en la [creciente] irracionalidad de Párrafus.

Quizá la continuación de la saga, bien podría denominarse Párrafus Irrationālis.

Celebro su diálogo con el escritor, y repasar rincones de la obra, quizá olvidados por el mísmisimo autor.

Anónimo dijo...

¿Toallón, ídem Tuallón?

Anónimo dijo...

¡Qué ocurrente este Perenchio!

Marcelo Perenchio dijo...

¿Y a mí por qué me meten? ¿Qué dije ahora? No hagas caso, Marta. Muy bueno lo tuyo, como siempre.