"Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tu el lector de estos ejercicios, y yo su redactor" Jorge Luis Borges
lunes, 30 de marzo de 2009
Victoria a través de Terreno
Lunes 30 de marzo Novela: "Alicia a través del espejo" (1871) Autor: Lewis Carroll (1832-1898) Ganador: Fernando Terreno
4 comentarios:
Caro
dijo...
Para Fernando Terreno, digno ganador:
Los espejos
Yo que sentí el horror de los espejos no sólo ante el cristal impenetrable donde acaba y empieza, inhabitable, un imposible espacio de reflejos
sino ante el agua especular que imita el otro azul en su profundo cielo que a veces raya el ilusorio vuelo del ave inversa o que un temblor agita
y ante la superficie silenciosa del ébano sutil cuya tersura repite como un sueño la blancura de un vago mármol o una vaga rosa,
hoy, al cabo de tantos y perplejos años de errar bajo la varia luna, me pregunto qué azar de la fortuna hizo que yo temiera los espejos.
Espejos de metal, enmascarado espejo de caoba que en la bruma de su rojo crepúsculo disfuma ese rostro que mira y es mirado,
infinitos los veo, elementales ejecutores de un antiguo pacto, multiplicar el mundo como el acto generativo, insomnes y fatales.
Prolongan este vano mundo incierto en su vertiginosa telaraña; a veces en la tarde los empaña el hálito de un hombre que no ha muerto.
Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro paredes de la alcoba hay un espejo, ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo que arma en el alba un sigiloso teatro.
Todo acontece y nada se recuerda en esos gabinetes cristalinos donde, como fantásticos rabinos, leemos los libros de derecha a izquierda.
Claudio, rey de una tarde, rey soñado, no sintió que era un sueño hasta aquel día en que un actor mimó su felonía con arte silencioso, en un tablado.
Que haya sueños es raro, que haya espejos, que el usual y gastado repertorio de cada día incluya el ilusorio orbe profundo que urden los reflejos.
Dios (he dado en pensar) pone un empeño en toda esa inasible arquitectura que edifica la luz con la tersura del cristal y la sombra con el sueño.
Dios ha creado las noches que se arman de sueños y las formas del espejo para que el hombre sienta que es reflejo y vanidad. Por eso nos alarman.
Pasó el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, con Through the Looking Glass and What Alice Found There.
Pero como la libertad es libre, aprovecho el jolgorio para sugerir que los libreros que aquí venden la traducción de ese libro (ó Alice`s Adventures in Wonderland ), recomendándola como lectura para niños, sean imputados por delito grave. Y la pena debiera ser un susánico: ¡que le corten la cabeza!
Desde que entré en la niñez intenté entenderlos, sin éxito. Por suerte, incluían los dibujos de Tenniel, con suficientes rayas como para entretenerme durante las siestas de verano.
Estoy seguro que en muchos lectores jóvenes desarrollaron síndromes anti-líbricos y más de uno habrá renunciado a leer ningún otro libro, total, si todos eran así…
Medio siglo después, y promediando mi adolescencia…¡me llovió un ejemplar en Inglés!
Recién entonces capté (creo) los juegos de palabras y giros, grafías versus sonoridades y pronunciaciones, inalcanzables fuera del idioma original, y las referencias a asuntos políticos del momento y la apelación a contenidos de la educación inglesa, que no podrían nunca convertirse en contenido de “libros para niños de cualquier parte del mundo”
Porque cuando un texto necesita de cantidad de explicaciones al pié, y notas de un traductor o ensayos explicativos ulteriores, lo mejor es acomodarlo bien en la pila de libros a quemar, o usarlos para enderezar el bidé.
A la duda de últimas de Hugo, me permito recordarle que la ingesta del láudano o cualquier otra opiácea fue (y es) algo más que común. Un roce con de Quincey puede resultar curioso, pero emplearlo para elucubrar cuentos para niñitas…vamos!
¡lo más peor es que me comí dos días memorizando La Caza del Snarck esperando a este autor!
Caro: ¡què hermoso ese poema! Una de las lindas cosas que trajo la lectura de anoche.
Anónimo: muy interesante el asunto ese que explicás allí. A veces sería lindo hacer una lectura guiada por el texto, una especie de "lectura anotada" y en otras es lindo hacerlo en solitario. ¿Será muy complicado intentarlo en inglés? Para un nivel de inglés medio digo. Con respecto al comentario final, lo tuyo equivale a "pegar en el palo". Suerte Fernando
4 comentarios:
Para Fernando Terreno, digno ganador:
Los espejos
Yo que sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos
sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita
y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño la blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,
hoy, al cabo de tantos y perplejos
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.
Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado,
infinitos los veo, elementales
ejecutores de un antiguo pacto,
multiplicar el mundo como el acto
generativo, insomnes y fatales.
Prolongan este vano mundo incierto
en su vertiginosa telaraña;
a veces en la tarde los empaña
el hálito de un hombre que no ha muerto.
Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.
Todo acontece y nada se recuerda
en esos gabinetes cristalinos
donde, como fantásticos rabinos,
leemos los libros de derecha a izquierda.
Claudio, rey de una tarde, rey soñado,
no sintió que era un sueño hasta aquel día
en que un actor mimó su felonía
con arte silencioso, en un tablado.
Que haya sueños es raro, que haya espejos,
que el usual y gastado repertorio
de cada día incluya el ilusorio
orbe profundo que urden los reflejos.
Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.
Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso nos alarman.
Pasó el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, con Through the Looking Glass and What Alice Found There.
Pero como la libertad es libre, aprovecho el jolgorio para sugerir que los libreros que aquí venden la traducción de ese libro (ó Alice`s Adventures in Wonderland ), recomendándola como lectura para niños, sean imputados por delito grave. Y la pena debiera ser un susánico: ¡que le corten la cabeza!
Desde que entré en la niñez intenté entenderlos, sin éxito. Por suerte, incluían los dibujos de Tenniel, con suficientes rayas como para entretenerme durante las siestas de verano.
Estoy seguro que en muchos lectores jóvenes desarrollaron síndromes anti-líbricos y más de uno habrá renunciado a leer ningún otro libro, total, si todos eran así…
Medio siglo después, y promediando mi adolescencia…¡me llovió un ejemplar en Inglés!
Recién entonces capté (creo) los juegos de palabras y giros, grafías versus sonoridades y pronunciaciones, inalcanzables fuera del idioma original, y las referencias a asuntos políticos del momento y la apelación a contenidos de la educación inglesa, que no podrían nunca convertirse en contenido de “libros para niños de cualquier parte del mundo”
Porque cuando un texto necesita de cantidad de explicaciones al pié, y notas de un traductor o ensayos explicativos ulteriores, lo mejor es acomodarlo bien en la pila de libros a quemar, o usarlos para enderezar el bidé.
A la duda de últimas de Hugo, me permito recordarle que la ingesta del láudano o cualquier otra opiácea fue (y es) algo más que común. Un roce con de Quincey puede resultar curioso, pero emplearlo para elucubrar cuentos para niñitas…vamos!
¡lo más peor es que me comí dos días memorizando La Caza del Snarck esperando a este autor!
Caro: ¡què hermoso ese poema! Una de las lindas cosas que trajo la lectura de anoche.
Anónimo: muy interesante el asunto ese que explicás allí. A veces sería lindo hacer una lectura guiada por el texto, una especie de "lectura anotada" y en otras es lindo hacerlo en solitario.
¿Será muy complicado intentarlo en inglés? Para un nivel de inglés medio digo.
Con respecto al comentario final, lo tuyo equivale a "pegar en el palo".
Suerte
Fernando
perdón, omití involuntariamente el autor: Jorge Luis Borges
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