miércoles, 15 de abril de 2009

A. de B. Marco Denevi

LA LEY DE CAUSALIDAD

Había una vez una niña
una niña que trenzó una corona
y porque la niña fabricó una corona
un carpintero fabricó un ataúd.
Porque un carpintero fabricó un ataúd.
un marmolero construyó una tumba
y porque el marmolero construyó una tumba
murió la niña de la corona.

Si un día levantamos un templo
y esperamos pacientemente,
otro día aparecerá un anciano
y dira: Yo soy el sacerdote.
Esperemos un poco más
y sentiremos culpas y pánicos.
Si se sigue esperando, todo el cielo
se poblará de coléricos dioses.

BREVEDADES

4) Diálogo sobre los dioses

-¿Para qué elevas suplicas a los dioses? Si ellos siempre accedieran a tus ruegos, sería tu voluntad y no la suya la que regiría el universo.
-Y si nunca accedieran, también.

14) Receta para hacerse notar

Ser el primero (no importa cómo) de una fila (no importa cuál).

16) Uno que no miente

Cierto literato asegura que escribe para denunciar los vicios de la época. Le creo: sus novelas son rigurosamente autobiográficas.

18) La única forma de guardar un secreto es no contarlo

-Voy a confiarle un secreto. Pero con una condición: que no lo repita a nadie.
-¿Y con qué derecho me prohíbe lo que usted se permite?


“Salon de lectura”, Marco Denevi, Librería Huemul, 1974

Marco Denevi, Parrafista Nº 40, 04 de julio de 2006

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