La lectura de hoy fue novela. La obra leída: El mundo es ancho y ajeno, del peruano Ciro Alegría.
Percibí cierto dejo parecido al de los parrafus de ayer y anteayer, algo así como que el cuerpo astral de Parrafus no estaba alineado.
Hugo barruntaba el acecho de algunos podiastas, y a los 12 segundos arreció el joven padre Perenchio. Efectivamente, el hombre que lleva estadísticas mas certeras que el Indec, y que recorre librerías y depósitos en busca de autores aún inéditos para el irracional concurso parrafista.
Sin embargo, destaco el noble gesto de Hugo, cuando narró lo que le había costado conseguir el libro de marras, en una librería de la céntrica y borgeana calle Maipú (?). Sería la de Tomás Pardo, o la de Alberto Casares. La cosa es que Hugo no pudo finalizar la lectura de esta novela, habiendolo intentado al menos cuatro veces.
Cosas que pasan, y agradezco hacerlo público. Tantos libros que están al alcance de uno, y por algún motivo, aún esp eran que los devoremos enteros. Solo si el bocado es apetecible!
1 comentario:
Gracias por lo de joven, Quique. Pero no sabés cuánto hace que no tengo tiempo de recorrer librerías como antes...
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