Que el hombre es un animal de costumbres, y como tal se resiste al cambio no configura ninguna novedad.
"Adjudicole" al conductor la patria potestad pa' modificar las reglas de juego, y de hecho de un tiempo a esta parte viene trabajando con la compañía del letrado de Feliz Domingo. Este notario ha de haber insinuado la modificación de marras, y Don Hugo puede, si quiere, llevar a cabo tamaño cambio.
Ya no será una competencia solitaria, sino que habremos de pugnar por subir al arca literaria, y viajar al mejor estilo reallity para finalizar la competencia en un lugar paradisíaco.
Aunque en nuestro caso, en vez de ser una isla caribeña, bien podría ser una nutrida y confortable biblioteca, i.e., una tarde exclusiva en la biblioteca de la Goethe, allí en Corrientes 319; o en la sala Americana de la Biblioteca Nacional de Maestros, la Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional, o la Biblioteca y Archivo Histórico Social Alberto Ghiraldo, o el Centro Cultural Carlitos Sanchez Viamonte.
Esta modificación no es más que la cristalización a sugerencias que oportunamente hicieran oyentes varios.
Recuerdo la del ingeniero de Firmat, residente en Chacarita Fernando T., cuando en la emisión de PI desde la feria del libro, allí por el 2007, propusiera un handicap de pocos minutos (de 3 a 5), pa' los ganadores reincidentes. También variantes varias, propuestas telefónicamente por el podiasta/custodio, el impertérrito MP. Ambos proponían, una suerte de silencio (obligatorio u optativo), dando pie a sumar nuevos ganadores.
En todo momento Paredero las desestimó. Pero ahora cambió de parecer.
Esta variante, la adopatada por nuestro archicófrade, es un tanto bizantina, ya que permitirá el concurso de tuitos: reincidentes y debutantes.
Como integrante de esta cofradía, sumo mi adhesión (que por otro lado poco importa), ya que conductor hay uno solo (y bien irracional el tipo!), de allí su categoría de archi.
Vivir es renovarse, y renovarse es cambiar. Bienvenidos al tren!
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