Algo parecido, o similar (no idéntico), ya dije el año pasado: a Fernandito Terreno, colaborar en este Blog le trae suerte.
El jueves escribió acerca de la aparente jactancia sobradora de María Suárez, inferida a partir de un mail que Hugo nos leyera parcialmente, y esa noche volvió al triunfo tras larga ausencia. Fue con las “Coplas para la muerte de su padre”, del vate español Jorge Manrique.
Además, esa tarde, antes de leer su flamante colaboración, yo lo había nombrado acá en relación a su blog literario lapulpera.blogspot.com, lo que también pudo contribuir a su buena fortuna. Pero él no se da por enterado, prefiriendo “sudar la gota gorda” para tratar de ganar en Párrafus.
Esa tarde (en realidad, desde poco antes del mediodía) pasé unas cuantas horas solo en casa, como no sucedía desde hace muchísimo tiempo, por lo menos desde el nacimiento del Fulanito. Resulta que el plomero tenía que venir a hacer un trabajo con vistas a la próxima (eventual) venta del departamento, por lo cual Cristina se había ido con el bebé a casa de sus padres. Pero el buen hombre nos falló, y así fue que me quedó toda la tarde por delante para mí solo. Y, ¿qué hice? Lo mío: leer y escribir.
Por un lado, empecé el libro de cuentos que me gané esta semana (“Continuadísimo”, de Naty Menstrual, repito) y, por el otro, se me dio por garabatear algo acerca del antedicho mail de la Dama de Coghlan. Al cabo, como una cosa trajo la otra (excepto un buen título), me encontré con que ya tenía mi habitual glosa de la semana –con escasísima información sobre las lecturas o los autores, pero bueno, cualquiera puede hacer esa búsqueda. Claro que la glosa quedó incompleta, faltando la lectura de la última noche. Pero como todavía, en esta noche de sábado, me dura la bronca por el modo inexplicable en que se me adelantó Fernando, tampoco pienso abundar demasiado en ese último juego.
Por tanto, buenas noches, y hasta chau.
Ah! Felicitaciones, Fer…
No hay comentarios:
Publicar un comentario