jueves, 19 de febrero de 2009

Personales, literalmente

¿Puedo?
¿Me permiten?
¿Admitirán la variante?
Quisiera, hoy, en esta tarde enfebrecida de Buenos Aires, usurpar una página de nuestro Blog para ocuparme de una cosa personal.
¿Puede ser?
Bien. Entonces, postergando para luego –mañana, pasado- la glosa acerca de las lecturas de la semana, voy a dedicar unas palabras a un cierto paréntesis que hizo Hugo en el Parrafus de anoche.
Interrumpiendo sus comentarios acerca del autor leído, nuestro conductor informó del envío de un libro que hiciera la compañera oyente Marta Zander. Ella lo dirigió a la radio, pero el destinatario es quien esto escribe. Se trata de un libro que la profesora de Bahía Blanca ganara en una de sus noches triunfales del pasado año: “En el corazón de junio”, de Luís Gusman. Enterada Marta de mi repentino interés por la obra de este autor (de quien ya se leyó en Parrafus “El frasquito”, victoria mía), tuvo la gentileza de acercármelo.
Hasta acá, lo que todos ya saben –todos los que escucharon anoche. Lo que quizá nadie sepa (excepto los que recuerden mi Entrada “En fecha equidistante”, del año pasado) es que hoy, 19 de febrero, es mi cumpleaños.
Es posible que Marta lo tuviera presente, pero de todos modos estaba fuera de su alcance que el libro llegara y Hugo lo mencionará justo para esta fecha. Es cosa de magia, esto, una vez más.
Fui a buscarlo esta mañana, cuando salí del trabajo (trabajé este miércoles por un cambio de guardia que me pidió un compañero), y en el tren, volviendo a casa, ya lo empecé. Me parece que me va a gustar.
Sólo deploro de este episodio que, anoche, en el noveno piso, adonde fui a escuchar el programa, las interferencias me impidieron escuchar algunas palabras de Hugo cuando daba este aviso. No sé si él me trasmitía algún mensaje de Marta que acompañaba el envío; me parece que sí, porque recalcaba algo, creí notar, de parte de la apreciada compañera oyente. Pero no pude saber bien de qué se trataba.
Como sea, agradezco a Hugo que haya interrumpido unos instantes su rutina para este menester; y agradezco sobre todo a Marta, de todo corazón, por su inolvidable REGALO.

Aprovecho esta página de inédita efusión personal para saludar también este año a Hugo, que cumple el sábado. ¡Ya estás del mal lado de los treinta, Huguito! Pero no desesperes ni haya drama; con una vida sana, auténtica y reservada se puede llegar muy bien, como yo, incluso hasta los 44.
¡Chin-chin!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no hay peor sordo que ...marcelo!

Anónimo dijo...

PRESTAMO!!!!!!!!!!! MARCELO