sábado, 25 de julio de 2009

Longevidad y leucemia, Parrafus e Interruptus

Jueves 23 de julio
Poesía: “Poema de la niña velazqueña” (del libro “El imaginero”)
Autor: Ricardo Molinari (1898-1996)
Ganador: Roberto López Motta

RICARDO E. MOLINARI - Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1898.
Huérfano desde muy pequeño, su educación estuvo al cuidado de sus abuelos quienes le prodigaron una esmerada educación. Muy joven editó su primer libro «El imaginero», cuyo lenguaje poético hizo que los intelectuales de su país lo reconocieran como unos de los grandes poetas de la época.
Junto a Borges y Leopoldo Marechal, integró un importante grupo literario reunido alrededor de la revistas Martín Fierro, Inicial y Cuadernos del plata.
Obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1958 y ocupó desde 1968 una silla en la Academia Argentina de Letras.
Entre sus obras se destacan «Panegírico de Nuestra Señora de Luján», «Odas a orillas de un viejo río», «El pez y la manzana», «Mundos de la madrugada» y el «Libro de las soledades del poniente».
Falleció en 1996.

(www.amediavoz.com)


Tres poemas para una soledad

III

Las tardes de los domingos
están hechas para los pericos
y las travesuras
de las urracas.
En esta tarde de domingo tú estarás
yo lo creo, o te veo
desde cualquier ventana,
mirando cómo se enternecen
y se distraen
las agujas
de los relojes…
¡Yo no soy un bailarín!
¡Hoy deseo una soledad,
para que tu mano me hospede!

Ricardo Molinari

(“Los poetas de Florida”, selección de Guillermo Ara, Centro Editor de América Latina, 1968)



Viernes 24 de julio
Novela: “El mal menor”
Autor: Carlos Feiling (5 de junio de1961 - 22 de julio de 1997)
Ganador: Marcelo Perenchio


COMUN REQUIEBRO

Mentulada pastilla no te digo
que aceptes en un cine, ni las faldas
espero que recojas si este amigo
cruzar quiere el Mar Negro a tus espaldas.

No presumo siquiera del Mar Rojo
(que es sencillo vadear cuando las caldas
perfumadas están por el despojo
del Egipcio monarca); no esmeraldas

contemplo en cardenales, o carbúnculos
dejarte con mis golpes que disputen
el antiguo imprimatur del homúnculo
que primero gozó con tu disfrute.

¡Por pedirte que bebas mi calostro,
no soy yo Rasputín ni Cagliostro!

“Este libro es una historia breve del amor a la poesía escrita como ya no se usa: contando las sílabas, eligiendo los metros, afinando las rimas. Es también una historia personal: cada poema remite a una experiencia, no por literaria o libresca menos verdadera. El orden dado a los textos, a su vez, altera inteligentemente la noción del autor.”

(“Amor a Roma”, C. E. Feiling, Editorial Sudamericana, 1995)

No hay comentarios: