viernes, 2 de octubre de 2009

Que no se silencie ninguna voz

Hoy, 2 de octubre del 2009, està el paìs en "vigilia", muchos rezando, otros deseando y algunos pidiendo que nuestra "Negra" Mercedes Sosa salga de este mal paso, como saliò de tantos otros. Perseguida polìtica, censurada, amenazada, prohibida por la dictadura militar, esta increìble cantante saliò airosa a fuerza de lucha. Hoy mientras estaba pendiente de las noticias sobre su estado de salud vino a mi memoria lo que Hugo les contò en el programa de "Parrafus" del dìa 16 de setiembre de este año. Para los que no escucharon o no recuerdan les refresco un poco la historia: En el año 2000 mi hija mayor, que en la actualidad tiene 24 años pero que por el 2000 tenìa 15 años, escribiò un cuento sobre el tema de los desaparecidos en la ùltima dictadura militar. Nuria, ese es el nombre de mi hija, presentò este cuento en los Torneos Bonaerenses y logra ganar en la Provincia de Buenos Aires. Nuria cursaba segundo año de polimodal en ese momento junto a un grupo de compañeros con los cuales habìa cursado sus años escolares desde muy chiquita. Las autoridades del colegio donde mi hija cursaba tomaron conocimiento del cuento y decidieron, sin ninguna explicaciòn al menos fundamentada, no renovarle la vacante. O sea, como le contè a Hugo en un mail, diplomaticamente la hecharon por "pensar feo". Nuestro querido Paredero, al enterarse de esta historia me pidiò el cuento de Nuria para leerlo al aire en "Parrafus". Los que escucharon el programa del 16 de setiembre pudieron conocerlo y los que no pudieron acà se los dejo y que por favor no màs "silencios provocados".



El tren de la identidad

Hace unos años tuve un sueño tan raro. Soñé que estaba arriba de un tren y lo recorría , el maquinista era un señor uniformado , no pude verle la cara pero me di cuenta ( no se´ como ) de que sus intenciones no eran las mejores . En el vagón siguiente vi mucha gente con remeras, banderas, gorros y vinchas, de color celeste y blanco gritando y saltando desaforadamente , entre todo el bullicio lo que mas se escuchaba era “Argentina, Argentina!” y halagos hacia Kempes, Luque y Alonso. No tardé ni un segundo para pasar al otro vagón , pero en este todo cambiaba de una manera brusca e inexplicable . Estaba todo oscuro , poca luz entraba desde una ventanita enrejada suficiente como para ver gente , en su mayoría jóvenes , lastimados y con los ojos vendados.
Se escuchaban gritos desgarradores. Seguí adelante lo mas rápido que pude pero esta vez al cambiar de vagón lo que veía no era tan distinto a lo anterior , entraba a una especie de celda chiquitita y observaba desde lejos a un hombre con un nene de aproximadamente un año , el bebe lloraba y el papá lo abrazaba, de repente el señor advirtió mi presencia , me miro fijo y fué en ese momento cuando me desperté exaltado, transpirado, llorando Todavía no puedo borrar la cara de ese hombre de mi cabeza.
A la mañana , después de mi sueño me dispuse para ir al trabajo , soy periodista de un diario no muy vendido , tengo la suerte de tener 24 años por lo tanto puedo trabajar porque después de los 40, sonaste.
Mi sueldo me permite vivir solo, en un departamento en San Telmo.
Cuando las musas se ausentan y mi inspiración es menor que el capitalismo en cuba al momento de hacer mis editoriales voy a visitar a mi compañera del escritorio mas cercano para charlar un poco .
- ¿Cómo le va? Señorita Ana Valeria – cuando nos saludamos nos tratamos de usted y usamos los dos nombres.
- Muy bien señor Martín Alejandro. Hace rato que no venias a visitarme. hasta llegué a pensar que te habías vuelto una persona talentosa.
- Pero , por favor . Si sabés que soy el hijo no reconocido de Cortázar
- Con razón no te reconoció. – ella siempre tenia algo para contestarme.
Ví que sobre el escritorio de Ana había una foto , era la cara del hombre de mi sueño .
- ¿Quién es este hombre? – no pude evitar preguntarle.
- Era mi papá.
- ¿Tu papá? – me extrañó muchísimo lo que estaba escuchando
- Si, desapareció en el 78 .
- Perdoname ...
- No , esta bien Martín , llega un momento en el que te acostumbras a hablar del tema . Yo tenia seis años cuando paso ... Un día llegamos de hacer las compras con mi mama y encontramos la casa dada vuelta , se habían llevado a mi papa y a mi hermanito de un año que estaba con él .
nada me cerraba ¿ Por qué yo había soñado con el papa de Ana ? .

Las ganas de averiguar me tenían inquieto. Desde el día que vi la foto del padre de Ana comencé a ayudarla en la búsqueda de su hermano , la acompañé a las marchas , a los escraches , a todos lados donde ella iba . nunca me preguntó porque yo la ayudaba , creo que ella confió en mi debido a su irremediable soledad en su lucha dado que su madre murió hace cinco años , dicen que fue en un accidente , Ana sabe que su mama falleció con la desaparición de su papá hace ya bastantes años .
Más adelante tuve otro sueño exactamente igual al anterior pero este era distinto porque el hombre que estaba con el nene en el ultimo vagón me habló, y me dijo:
- Están cerca.

Se que soy torpe y por lo tanto tampoco pude entender el significado de este otro sueño , entonces , directamente no le dí importancia . Con Ana conseguimos un dato de un chico de Palermo que coincidía con todas las características de su hermano .
Fué ella sola hasta la casa del chico y descubrió en el una excelente persona , deseosa de encontrar a alguien de su familia . Se creó entre ellos un lazo irrompible , ni siquiera lo podía destruir las pruebas de sangre que confirmaban que en realidad no eran hermanos .
Después de esto la obsesión de Ana por encontrar a su hermano se hizo cada vez mayor y resistente ante cualquier circunstancia de su vida .
Para mi la búsqueda también se había vuelto una obsesión y todas las noches se repetía el mismo sueño en donde el padre de Ana me decía que estábamos cerca . Los dos nos habíamos vuelto una sola persona con una meta en común que no abandonaríamos bajo ningún punto de vista .

Llámenle destino , suerte o como quieran pero esto fue provocando una relación especial con Ana . Dependíamos furiosamente uno del otro , no podíamos estar sin hablar un día porque todo se volvía muy triste y gris . No sé exactamente si nos enamoramos , solo se que juntos nos sentíamos bien . A pesar de la triste realidad que nos rodeaba , poco a poco ella se volvió indispensable para mi y viceversa . No pasó mucho tiempo hasta que Ana mudó sus muebles a mi living , su ropa a mi placard y su cabeza a mi almohada . Dos años después llego Ezequiel , nuestro hijo , lo nombramos así en memoria del hermano de Ana que así se llamaba . Él nos cambió la vida , era como la estrella que iluminaba las tinieblas y
nos ayudaba a convencernos que no todo estaba perdido , que aun valía la pena seguir adelante sin bajar los brazos aunque mas no sea por curiosidad . Hacía ya algún tiempo que habíamos dejado de lado nuestra búsqueda obsesiva y aprendimos a aceptar sin olvidar . Ana seguía con la esperanza de encontrar a su hermano pero su bronca había disminuido y su camino se había abierto a otras cosas : su trabajo , Ezequiel y yo .
Durante mucho tiempo no tuve sueños extraños ni nada que se le pareciera pero esa noche fue distinta . Soñé otra vez con el tren , los vagones , la gente y el padre de Ana ; con la diferencia de que llegué a ver al nene que se encontraba en la celda . No tardé en darme cuenta de que era el hermano de Ana , pero algo raro sucedía , como en pantallasos pude ver que el nene iba creciendo hasta convertirse en un hombre adulto y ese adulto era yo .


Nuria Rodriguez

Juan se fue ,
Se lo llevaron
No volvió
Solo sabe dios
Lo que sufrió
Y cuanto su madre lo lloró ,
Lo busco.
Hoy la mamá de Juan
ya no lo llora
Aunque lo busca ,
Lo busca por las calles vacías
Aún con la esperanza
De que lo encontrará algún día .
Ya no siente bronca
Hacia esos señores
Que , hace un tiempo ,
Le quitaron la libertad ,
Los sueños y a su hijo .
Lo que siente
Por esos señores
Es lástima , lástima
De que no tengan alma
Aún habiendo robado la de Juan.

1 comentario:

Marcelo Perenchio dijo...

Muy bueno, Mónica! Excelente idea colgar el cuento. Felicitaciones otra vez para Nuria.