jueves, 14 de agosto de 2008

Faltándole el respeto al cuarto poder



Como no podía ser de otra manera, en el prestigioso diario La Nación, señera institución del periodismo argentino, se subsanó prontamente la gaffe de su revista cultural de los sábados, adncultura, y la última edición de la misma incluye un valioso comentario acerca de nuestro Parrafus.
Se recordará: en el número 50 del citado hebdomadario se presentó un artículo referido a programas y audiciones de la radio y la televisión nacionales que tienen al libro como ápice de su quehacer. Fue flagrante, allí, la ausencia de cualquier mención acerca de Párrafus Interruptus y de la duradera labor de su conductor, Hugo Paredero, en pos de la difusión de la lectura, en un medio tan importante como radio Nacional. Esta omisión motivó un dolido texto de mi autoría que, según parece, sugirió a los oyentes del señor Paredero la necesidad de una queja a las distinguidas autoridades del periódico fundado por don Bartolomé Mitre, auténtica “tribuna de doctrina”, como reza su diaria cita del número 1. Deduzco esto de la antedicha aparición de un texto alusivo, en el reciente número 52, que reza así:

“JUEGO LITERARIO. En Parrafus Interruptus, el programa que conduce Hugo Paredero por Radio Nacional los días de semana a la medianoche, suceden cosas curiosas. La propuesta consiste en un juego literario del que participan los oyentes. Cada noche el conductor lee un fragmento sin dar pistas. Sólo aclara si se trata de un cuento, una novela, una obra teatral o una poesía. Quien reconozca el texto debe llamar por teléfono, interrumpir la lectura y decir título y autor. Si acierta recibe un libro de regalo. La gran mayoría de los ganadores no pertenece al mundo de las letras: son amas de casa, médicos, viajantes, abogados, comerciantes, estudiantes, artesanos o jubilados. Un ejemplo es quien encabeza la tabla de ganadores: un empleado de seguridad privada de La Matanza. Una noche ganó un mecánico de Sarandí con María, de Jorge Isaacs, el único libro que había leído en su vida. Lo reconoció enseguida porque se había hartado de leerlo con su hijo, que debía rendir literatura. Otro día, cuando faltaban treinta segundos para que terminara el programa, una oyente de Bahía Blanca reconoció Palpa imperial, de Angélica Gorodischer. Buena noticia para la autora, que había escuchado la lectura en silencio en el estudio. Otro que siguió el programa en secreto una vez fue Sergio Bizzio. Cuando alguien adivinó rápidamente que se trataba de su novela Rabia, el escritor dijo por teléfono: ‘Si me reconocían antes de los cinco minutos significa que soy un escritor popular; después de los cinco, no’. Una pena: el ganador había tardado cinco minutos y medio.”

Esta elogiosa y simpática nota aparece en la sección “Gritos y susurros” que se lee en la página 3 de la revista, inmediatamente después de la editorial de su director, que engalana la contraportada.
Me congratulo y declaro: A pesar del sinsabor padecido con la lectura de aquel número 50 de la adn, hoy, tras esta reivindicación alcanzada, me felicito de haber resuelto volver a leer fielmente La Nación tras la histórica votación en el senado del mes pasado, que el diario de los Mitre, sin abandonar la debida objetividad, saludó como corresponde, demostrándome así palmariamente (a mí, descarriado hojeador de Página 12, Critica, Sur o El Argentino) cuál es el faro que en el periodismo gráfico argentino enfoca los verdaderos intereses de la patria.
Saludo también, afablemente, a Hugo Paredero por ser merecedor de tal destacamiento.

5 comentarios:

Marta dijo...

Palpa imperial??

Marcelo Perenchio dijo...

Es el sistema, Martita. Cuando escribís una palabra que no reconoce, la cambia por una conocida. Y como yo, rebelde antitecnológico, tampoco uso el corrector ortográfico de windows, confiando en mi propia relectura... bueno, esta vez se me pasó. Pardon!

Anónimo dijo...

Marcelo, espero que no reemplaces Página, Sur (me abstengo de incluir Crítica) por la Nación.

Marcelo Perenchio dijo...

En realidad, Sandra, no hablaba en serio respecto del cambio de diario; en realidad, no leeo ninguno regularmente; y en realidad casi nada era en serio. Gracias por seguir leyendo y participando -no como otras.

Marta dijo...

Y si ponemos el link??

Juego literario


Qué emoción! Mi primer link!!