“En la última Feria de Frankfurt Humberto Eco presentó ‘El vértigo de las listas’, un nuevo ensayo donde desmenuza la afición humana por las enumeraciones.”
(“Ejercicio de aproximación”, Ezequiel Martínez, en la Ñ de ayer)
Otro hito de esta movilizadora semana fue el anuncio de Hugo acerca de los Ininterruptus. Dijo nuestro conductor que, tras la finalización del actual ciclo nocturno, haría llegar a este Blog la lista completa de sus lecturas, que incluirá títulos y autores no develados.
Cuando escuché esto, mi oposición fue instantánea. También enseguida supe mis motivos.
Recordé el hecho de la repetición de autores que inopinadamente se implementó desde el mes de mayo. En aquel momento, me opuse a ese rotundo cambio en las reglas del juego sin poder precisar mis argumentos. Lo hice tiempo después, pero nunca me acordé de hablarlo con Hugo. En síntesis, la repetición de autores me disgustó porque implicaba el abandono de un proyecto, de un propósito, de una hazaña.
Me acuerdo cuando íbamos por los 150 o 200 Párrafus y Hugo anunció que ya tenía en carpeta una lista que permitiría llegar a los 300 autores. Más adelante, que llegaríamos a los 600. Y más adelante, que los autores leídos podrían ser mil. De repente, por una distracción, por una azarosa equivocación, por un autor que se traspapela, todo el plan se desbarata, se renuncia a la hazaña, y muy livianamente, ya que sucedió esa gafe, bueno, desde ahora se pueden repetir autores.
Eso, esta inesperada volubilidad del propósito, fue lo que me llevó a resistir aquel cambio. (Y me gustaría decir: “Por eso me privé de ganar cuando ciertos autores aparecieron por segunda vez”. Pero eso no es cierto –a tanto no alcanzó mi rechazo. Con Bioy Casares se me adelantó Julián Sánchez, y con Discépolo, la Cornejo.)
Ahora, lo que me impide celebrar la apertura del Archivo Paredero referido a los Ininterruptus es lo que escribí en las primeras líneas: dar a conocer los títulos y autores de los Párrafus vacantes implica, de manera contundente, la conclusión del actual ciclo.
Sea desde el primer día hábil de enero o desde la temporada que arranca en marzo o abril, sea en Mitre o en FM Palermo (por decir algo), el Párrafus Interruptus que venga será otro. Empezará de nuevo. Arrancará de cero. El Párrafus de las 695 ediciones habrá quedado atrás, cerrado, entrado en el pasado.
Y, ¿por qué? ¿No se podría establecer una continuidad?
Me dirán: “Este Párrafus que concluye también nació a partir de la conclusión del Párrafus inserto en ‘Por amor al arte’, del borrón y cuenta nueva respecto de aquellos 128 juegos”. Responderé: Sí, ¿y qué me importa? A lo que me opongo es a que Hugo le de a este ciclo un cierre tan definitivo y patente, arrojándonos en plena facha los autores que no supimos reconocer.
Pero, si nuestro conductor quiere que esa lista llegue al conocimiento público en nuestro Blog (“A Perenchio esto le va a gustar”, se equivocó al anunciarlo), así se hará. Supongo que la mayoría de los compañeros y lectores del Blog perecerán de curiosidad por aquellas lecturas incógnitas. Y supongo más: tal vez solamente por ir en contra de la mayoría, como en tantas cosas, es que yo me opongo. La verdad es que también siento curiosidad por 11 de aquellos 25 Ininterruptus nunca develados. Especialmente por el de aquella novela de los inmigrantes libaneses en la Nueva York de los ´20.
Buenos días.
1 comentario:
En esta estoy con usted, tampoco me gusta la idea de publicar los ininterruptus.
Me gusta ese suspenso, esa pequeña intriga, pero donde manda capitán...
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