Empujón y loto

Viernes 18 de diciembre
Novela: "Un amor imprudente"
Autor: Pedro Orgambide
Ganadora: Verónica Cornejo
Premio: "Un amor imprudente", de Pedro Orgambide

Mi naturaleza fría y desapegada, semibudista, me preserva casi siempre de la indignación y el escándalo. Como decía el doctor Freud: “La estupidez y la mentira no me sorprenden ni abochornan; doy por descontada su presencia infinita en el bicho humano” (la citaes aproximada).
El levantamiento de Párrafus no me sorprende ni indigna. Los vaivenes de los programas de radio, sus apariciones y conclusiones, deben estar sujetos a mecanismos que uno, el simple oyente, no conoce ni puede imaginarse. Mi larga experiencia como radioescucha (inmensamente mayor que la de teleespectador) así me lo sugiere. Tal vez esté equivocado, pero creo que es así de nebulosa la cosa, especialmente, quizá, en las radios estatales.
Le decía a Hugo, vía mail, que el final del ciclo no me asombra ni golpea. “No es un golpe; quizá sea un empujón, pero que tampoco nos voltea”, le escribí, tratando de ser alentador. Me respondió que para él sí fue sorpresivo. Anoche, en el último programa de la semana, dijo incluso que hasta hace un tiempo charlaba en la radio una posible ampliación del horario, o quizá una diversificación de tareas, reflotando “Por amor al arte”. Sin embargo, a mí este final no me resulta inesperado basándome en sus mismas respuestas. A un oyente (creo que Mario Tsolakian), hace un tiempo, le dijo que lo único que se sabía sobre el 2010 era que el horario no sería el mismo. A mí, que se lo pregunté vía mail, me respondió lacónicamente que no sabía nada. Y a Maxi Pozzi, la semana pasada, ya le avisó que fuera pensando en ir hasta Luján a buscar sus próximos premios. Para mi atenta escucha, el final estaba anunciado.
Como dijo Verónica tras su triunfo con la novela de Orgambide, resulta difícil de aceptar que en toda la grilla de programación no haya un espacio para Párrafus. (Yo agregaría un plural, "grillas", pensando en las varias FM que tiene Nacional.) Especialmente, cuando el gerente de programación (un burócrata de apellido Jiménez, agredo gratuitamente) le asegura a Hugo que valora su programa y lamenta el levantamiento. Esto que nos contó nuestro conductor, sumado a las antedichas charlas planificando el próximo año, hacen suponer que la decisión “viene de arriba”. Pero, para una correcta evaluación de esta presunción, habrá que fijarse qué otros cambios aparecen en la grilla 2010.
De “los de arriba”, Verónica nombró a la señora Seoane, directora de radio Nacional. Dijo que le gustaría hablar con ella para obtener alguna explicación. Yo no quiero ni hablar con nadie, ni llevar pancartas a ninguna parte, como bromeara María Suárez anteanoche. Yo, frío y desapegado, me siento en la posición de loto reflexiono que la vox dei dice: “Todo tiene un final, nada puede escapar”, y que de poco sirve que la vox populi diga: “Se va´cabar, se va´cabar…”. Se acaba cuando se tiene que acabar, concluyo, y si no es un coitus interruptus.

A propósito de… nuestra compañera oyente Verónica Cornejo, es menester destacar que anoche coronó su triunfal aunque desconsolada participación con una nueva mención de su Facebook.
¡Estamos en Facebook!
La verdad es que había olvidado aquella iniciativa de Verónica. Ella anunció la creación de un grupo de amigos de Pàrrafus la noche que ganó con “La conjura de los necios”, creo; pero, como no volvió a mencionarlo, primero pensé que no había tenido eco o continuidad, y después me olvidé. Pero, ¡nada de eso! ¿Poco eco? ¡116 amigos de Párrafus nombró anoche Verónica! Entre ellos, Hernán Brienza, Chavo Fuks, Lucas Gatti…
Mucho mayor suceso que este triste Blog obtuvo el grupo de Facebook; apenas seis somos los que figuramos como autores, acá, y en cuanto a los comentaristas, fuera de Emilia y el proteico Anónimo, los aportes han sido mínimos.
Por tanto, me permito recomendar a Hugo que también tenga en cuenta aquel medio, tan moderno y juvenil, para dar aviso de su retorno, en un futuro. Los amigos de Verónica, sin duda, seguirán engrosando su grupo aunque el programa no esté en el aire.
En cuanto a mí, traté de echar un vistazo una vez, en los días en que Verónica lo anunció, pero para mi analfabetismo tecnológico resultó muy engorroso el proceso de registrarse y crear una cuenta, así que me quedé con las ganas. Tal vez vuelva a intentarlo cuando próximamente abandone este Blog… Pero, ¿me aceptará la Cornejo?

Apostilla malsana (impresionables, no leer)

Creí que no escucharía nada más antipático que Verónica riendo. Pero anoche se la escuchó llorando…