sábado, 19 de diciembre de 2009

Una de cal y una de arena

Anónimo dijo...

Cuánta tristeza destila su comentario querido Marcelo; como si hubiera algún temor a quedar huérfano de pasiones... Es verdad que la desaparición de un programa como Párrafus de la radio pública le recuerda a usted, y a muchos de nosotros, el lugar que el Estado (¿y la sociedad?) le asigna a la cultura, a la educación. Es verdad que es un motivo para sentirse desalentado pero también, piénselo así, para renovar y reconfirmar algunas certezas.
No es mucha la gente que hoy en la Argentina se siente atraída por los misterios que brinda la palabra bien dicha, por la reflexión que implica la escucha atenta, el silencio, cierto estado de gracia imprescindible para adentrarse en un texto. Son pocos, aunque la Feria del Libro proclame una y otra vez su récord de ventas y visitantes. Son pocos, querido Marcelo.
Los espacios radiales tienen que ser productivos, servir aunque sea para mantener a la audiencia alerta e interesada por la anécdota, la coyuntura, la vida mundana de los políticos, la crítica a lo menos importante, para preservar a ese sagrado público oyente (dios no lo permita) de pensar de qué va la vida, qué pasa con sus semejantes, con la belleza, con la naturaleza.
Del mismo modo, como buen observador de la realidad y de la condición humana, usted sabe que la potencia y hondura de unos pocos puede llegar a tener efectos multiplicadores. Consecuencias.
¿Por qué toda esta perorata?
Para decirle que escriba, para que no abandone, o mejor dicho para que comience.
Usted tiene buena pluma, vuelo poético, ingenio, tesón.
Un hijo, como fuente de inspiración.
Intente. Constrúyase un espacio y trabaje. Cuéntenos una historia.
Sepa igual que esta pasión que hoy llama a su puerta le proporcionará más sinsabores, dolores de parto, y sobre todo alegrías, que saber los números de la suerte de los concursantes del acertijo.
No nos abandone.

17 de diciembre de 2009 16:01
(Comentario a "El último jueves")


Ana María dijo...

Marcelo: Cuánta malaeducación cabe en un lector de tu tipo! un excelente memorizador de principios, tantos datos en el cerebro te lo quemaron! ¿Será? O me equivoco y los motivos son otros? Siempre te ocupás de datos y de números, de ser gente te olvidaste, Marcelo. Ahora que sos padre ¿por qué no pensás en ser mejor persona para poder enseñarle eso a tu hijo? ¿O creés que todo en la vida se resume en ganar un juego y agredir a los demás? El último Parrafus fue de los mejores en mucho tiempo, por varias razones, fue el claro ejemplo de cómo otras personas ponen no sólo su cerebro en el juego sino sus sentimientos. La alegría y la emoción que esa oyente Verónica transmite es maravillosa en estos tiempos de tanta frivolidad y "caretaje" en los medios, ya casi es difícil encontrar verdad y naturalidad hasta en los oyentes mismos. A lo mejor vos u otros que aparecen no se dan cuenta de cómo se nota cuando mienten o cuando quieren disimular ciertas cosas, se les nota y no sé si no les importa hacer ese papel o realmente no son conscientes. A esta oyente, Vero, la escuché en varios programas de Nacional, y desde hace años y es de las personas más sensibles y buena gente que conocemos como oyentes. Jamás la vi, pero la escuché tantas veces!! y contar cosas con tanta naturalidad, sencillez y naturalidad, que pocos podrían. Mucha gente "encorsetada" aparece por ahí tratando de lucirse o figurar, o algo semejante, pero tratando de estar de un modo especial, que quede bien y que sea aplaudible. A Verónica la escuché hablar de música, de cine, de política, de su familia, de libros, de sus mascotas. Y algo que muchos oyentes de Nacional de trasnoche recordamos: su participación hace unos 6 o 7 años en un programa de poesía, era genial escucharla leer en ese programa, muchos llamaban especialmente esas noches en que la invitaron al programa. Muchos la felicitamos a ella y al conductor por invitarla. Soy una señora ya grande, abuela, la radio es mi gran compañera en tantas noches de insomnio y tantas horas diurnas en que estoy sola en casa, conozco voces de muchos oyentes de mi querida Radio Nacional, ella está en el selecto grupo de las que valen la pena ser escuchadas, su risa es un bálsamo, es espontánea, tanto como sus toses y su emoción. Aplaudí sus palabras y me gustó mucho saber que un gran grupo se sumó al Parrafus y que los demás no sabíamos, entre esos nombres reconocí unos cuantos que son oyentes de Nacional y conozco por sus mensajes a varios programas. Varios de ellos los cruzo en el aire de mis programas y seguramente reconocen la calidad de oyente de Vero a quien voy a escribirle para felicitarla, merece mis elogios y los de muchos anónimos parrafistas como yo. Brindo por su entusiasmo y su emoción y sobre todo por su risa y su alegría y por la dulzura con que habla con Hugo, mi querido Huguito a quien le deso lo mejor, me gustó mucho escuchar con cuánto cariño y respeto le habló siempre Vero y como dicen mis nietos: "cero careta" La Vero fue una de las voces preferidas de muchos, comparto los conceptos del Sr. Roberto López, hubiera sido para alquilar balcones escuchar ese Parrafus de Hugo con Verónica!!! Ay Marcelo, me hiciste reaccionar y ahora vuelvo a mi anonimato de "oyente", no por nombre, ya que soy Ana Maria de Villa Luro, pero sí en el sentido de quienes sólo escuchamos y no llamamos nunca, los que preferimos sólo escuchar nuestros programas y no participamos de juegos ni de sorteos. Yo apenas si uso una computadora para comunicarme con 2 de mis nietos que viven en el extranjero, pero esta vez sentí que tenía que dar mi opinión. Ojalá el ciclo siga en alguna radio, vamos a seguir escuchándolo, eso seguro!!! Les deseo lo mejor a todos y a vos Marcelo que puedas dejar de lado ciertas cosas que empañan tu participación y tus escritos en este blog, esas cosas no valen la pena, no llevan a nada bueno en la vida. Sigo leyendo estas hojas a la espera de buenas noticias, Ana María.

19 de diciembre de 2009 09:28
(Comentario a "Empujón y loto")

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tranquila Ana María: no es pecado grave lo de Marcelo. Apenas una ya aceptada envidia, variedad benigna, en grado leve, aunque no pasajera!

Advierte que él es animoso y orgulloso consumidor de la chatarra provista por los suplementos truchísimos de los "grandes" pasquines, alimentos predigeridos y redactados por psicoanalistas que de taquito la van de escritores, recomendadores y censores: es probablemente de allí que MP adquiera y adopte los límites y las hilachas que exhibe.

Reconozcamos lo positivo de su afición, y agradezcámosle honestamente que diera continuidad a este espacio de intercambio durante todo el tiempo que duró PI.

Mònica dijo...

Calmate Ana Marìa. En parte le doy la razòn a Anònimo, no en todo porque no conozco tanto a Marcelo pero estoy de acuerdo en que este blog donde vos te estàs expresando lo creò y lo mantiene èl. Pero siempre tuve una gran duda: de donde le nacerà esa rivalidad a Marcelo con Vero?

Marcelo Perenchio dijo...

En efecto, amigo Anónimo. Es de allí que los adquirí y adopté, "de los suplementos truchísimos de los 'grandes' pasquines", y de los siete años que cursé de la escuela primaria. Gracias por lo suyo.

Marcelo Perenchio dijo...

Mónica, para vos que sos nueva y para los que no supieron leer mi Entrada “Sólo somos buenos compañeros oyentes”, pronto aclararé o haré más explicitas las razones de esta “agresividad”, según algunos, hacía Verónica cornejo. Pero ya todo está en aquel texto -y en “La anónima”, que lo precedió.