lunes, 2 de agosto de 2010

-¡Miércoles! -dijo el Padre Ubú

“Parrafus TV”, aquel ficticio plan de una miniserie basada en el programa, quedó, como quizá corresponda a Párrafus, Interruptus.
Como dije en su momento, se me ocurrió aquello viendo “Ciega a citas”, la telenovela de canal 7 que tenía la peculiaridad de estar desarrollada a partir de un blog. Pero mi escasez de imaginación e inventiva solo me permitió esbozar algunos pocos protagónicos, apoyado mayormente en los vislumbres de Cristina, quien por una vez se prendió en mi afición literaria.
Recuerdo que para representar a María Suárez sugerimos a Leonor Benedetto. Para Verónica Cornejo, a Mónica Ayos. Para Marta Zander, a Gabriela Toscano. Para Alberto Lagunas, a Roberto Carnaghi. Para Fernando Terreno, a Jorge Martínez. Y ahí me interrumpí.
Me acuerdo que quedó en el tintero una siguiente entrega en la que propondría a Boy Olmi para encarnar a Hugo. Aunque después, en el texto, iba a desdecirme al recapacitar que, para interpretar a Hugo, podríamos recurrir a Hugo mismo, quien en su tiempo supo estudiar teatro y, además, se pasó años cerca del mundo del espectáculo.
Me acuerdo de “Párrafus TV” y de “Ciega a citas” porque esta semana, el miércoles, los oyentes de Parrafus Interruptus tenemos una cita a ciegas múltiple. Hugo lleva su creación radial al centro cultural “Caras y Caretas”, adonde volverá los primeros miércoles de cada mes, a las 19.30 horas.
No es la primera vez que Hugo nos invita (ya tuvimos los juegos en vivo en la Feria del Libro y el festejo en la radio del programa 600), pero esta es una ocasión especial: hace siete meses que el programa no está en el aire.
Podría ser que el “Caras y Caretas”, ya bien establecido entre los centros culturales capitalinos, tenga sus habitués (entre ellos, vecinos y asociados), quienes quizá, enterados de nuestro juego literario, quieran ver de cerca de qué se trata. Pero el propósito de estas líneas es estimular a los viejos oyentes de Párrafus para que concurran.
Con este Blog y con el grupo de Facebook creado por Verónica Cornejo hemos tratado de mantener la llama encendida, la bandera en alto. Pero la dispersión de la audiencia, de su atención, su empatía, su perseverancia, habrán sido inevitables. ¿Quiénes, cuántos podrán seguir siendo fieles y entusiastas de Párrafus Interruptus? Y, ¿cuán dispuestos estarán al esfuerzo de costearse hasta San Telmo en una de las noches más frías del año?
No sé por qué (¿por mi pesimismo consuetudinario?), pero me parece que, como para tantas cosas, no soy el más apropiado para estas palabras de estímulo o arenga.
Sin embargo, se me ocurren un par de buenas razones por las que los oyentes no pueden dejar de ir. Primero, para saludar a Hugo por su nuevo libro, la biografía de Jorge Guinzburg. Quizá algunos no se acercaron a la presentación de la semana pasada por suponer que se sentirían sapo de otro pozo entre tantas personalidades que convocarían el biografiado, el autor y su panel. Para ellos, hay que decir que lo del miércoles será, más sencillamente, como una reunión de viejos amigos. Unos amigos que hace mucho no se ven. Amigos, en rigor –amigos de los libros-, que no se vieron nunca. (“Multitudes solitarias”, como supo decir Quique Figueroa, que ahora quieren encontrarse.)
Y entonces otra buena razón es concurrir para satisfacer una curiosidad que todos legítimamente tendrán. ¿No se dijo acaso, nos guste o no a los radieros, que en este siglo XXI somos el Homo Videns (*)? Hay que ir, entonces, para fijarse si Verónica se parece a Mónica Ayos. Si María a la Benedetto. Si Zander (¿por qué no de vacaciones en Buenos Aires?) a la Toscano. Si el profe Lagunas (idem) a Carnaghi. Si Fernando a Jorge Martínez (esto les anticipo que no, pero Cristina insistió). Si Mónica Paradiso a Betiana Blum Si Jorge Aloy a Fabián Arenilla. Si Julián Sánchez a Daniel Hendler. Si Quique a Enrique Piñeiro. Si López Motta a Villanueva Cosse. Si Mario Tsolakián a su tocayo Alarcón. Si Pablo Graciani a Gonzalo Urtizberea. Si Maxi Pozzi –improbablemente- a alguno de “Casi ángeles”… Y comprobar que a mí tranquilamente podría interpretarme, como dije en su momento, Damián de Santo.
Sí, porque el mejor motivo que se me ocurre para que las multitudes concurran... este miércoles… a las 19.30 horas… en Venezuela 330… es que voy a estar yo.
De nada.
Muchas gracias.
Hasta entonces.


(*)“El intelectual Giovanni Sartori analizó a finales de los años noventa la influencia de la televisión en la sociedad moderna y las consecuencias que se derivan de la supremacía de la imagen sobre la palabra escrita. Diez años después, el brillante ensayo del politólogo sigue vigente y muestra signos de convertirse en una sólida llamada de atención sobre el futuro de la sociedad digital ¿En qué nos estamos convirtiendo?”

(www.neoteo.com/el-homo-videns-y-la-sociedad-teledirigida)

“Dice Ortega, en La rebelión de las masas, que ‘lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera’. Dicha aseveración, escrita a finales de la década de los veinte, se ratificaba a mediados del siglo, cuando aparecía el aparato creador y recreador, por excelencia, de las masas: la televisión.
“A partir de ese hecho, Giovanni Sartori advierte: un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.”
(www.monografías.com/trabajos 12)

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