sábado, 14 de agosto de 2010

Parrafus en Caras y Caretas (6): Segundo apéndice

Siguiendo con la inagotable Alejandra Pizarnik, y para traer de algún modo al encuentro del pasado miércoles 5 a dos compañeros oyentes que no pudieron estar, se me ocurrió copiar una Entrada de febrero del 2008. Se trata de un reportaje a Alejandra realizado por Alberto Lagunas, el profesor y oyente de Rosario, que en aquel momento trajo al Blog Quique Figueroa, el parrafista de Trelew.

Reportaje publicado en 1966 en un [ya desaparecido] diario de Rosario

EL REPORTAJE

A.L: ¿Sabe realmente cuándo comienza a escribir un poema, en
otras palabras, cree en la inspiración?
A.P.: No puedo creer en la "inspiración". Pero no se trata de una
creencia sino de asistir a una evidencia.
A.L.: ¿Cómo "trabaja' o "siente" la poesía que hace?
A.P..: Casi siempre trabajo mis poemas a larga distancia. Me importa mucho el rol de la noción de distancia en la compleja relación
autor-poema. Pero distancia, en lengua argentina, suele equivaler a
frialdad. Ignoro el sentido de este término y agrego que necesito más inspiración (o como quiera llamarse) para trabajar un poema que para alumbrarlo (verbo más adecuado a la segunda etapa, la del trabajo, que
no conviene llamar trabajo por su connotación utilitaria). No sé qué otro término podría emplearse pero yo hablaría de intento de curación o de reparación del poema, lo cual no tiene relación alguna con el acto aplicado
y escolar de corregir cuartillas con fines de perfección externa de eso que llaman forma.
A.L.: ¿Qué significan para Usted los premios?
A.P..: Una cierta suma de dinero. En cuanto a los premios honoríficos,
o sea sin billetes, les quito todo derecho de autodenominarse premios.
A.L.: ¿Cómo ve el panorama literario argentino?
A.P..: No logro verlo. En cambio, vislumbro el panorama literario latinoamericano: Vale la pena frecuentarlo.
A.L.: ¿Qué nombres marcarían el siglo XX literario?
A.P..: Kafka, Breton, JoyceSigma
A.L: ¿Se atrevería a definir la poesía?
A.P..: No. No me atrevería.
A.L.: ¿Habría diferencia entre "lo poético' y "lo literario'?
A.P..: Hay inmensas diferencias. El sol es poético y no es literario. Cualquier objeto y cualquier sujeto puede ser poético sin ser literario.
Por otra parte, hay que distinguir entre lo poético y el poema, como así también entre lo literario y la literatura. O sea, lo poético y lo literario son atributos inmanentes de sujetos y objetos variados. La alquimia poética o
la alquimia literaria puede hacerlos "visibles' como diría Paul Klee, y es
esta una de las razones por las que la poesía y la literatura son apasionantes.
A.L.: ¿Qué le preocupa más cuando da a conocer un libro de poesías?
A.P..: Cuando doy a conocer un libro de poesías nada me preocupa
porque me alegra demasiado la perspectiva de quitarme de encima el peso
de mis poemas, tan livianos cuando dejan de ser míos o inéditos y cuando algún lector privilegiado los asume y, así, me ayuda a compartir el terrible peso de la palabra solitaria, que deja de serlo gracias a esta operación maravillosa como es el encuentro entre un lector y un poema.
A.L.: ¿En qué está trabajando actualmente?
A.P..: Estoy esperando que sea octubre para ver publicado por Sudamericana mi sexto libro de poemas: "Fragmentos para dominar el silencio" (1). Entretanto, trabajo en poemas nuevos (creo que nuevos en todos los sentidos de esta palabra ambigua) que constituirán un séptimo
libro de poemas. Aún no tiene título pero yo lo llamo "J.B." por Jerónimo Bosch (algunos poemas se relacionan con dos cuadros de él). En fin,
ignoro si se trata de un libro o de una prueba en el sentido trágico y
antiguo, cuando el destino probaba a una criatura humana infligiéndole alegrías y desdichas peculiares. Pero prefiero no seguir hablando de lo que aún no es.


Notas:

(1) "Fragmentos para dominar el silencio" volumen que luego llevó por título "Extracción de la piedra de locura" (Sudamericana, 1968).
(2) "J.B." es posible que sea "El infierno musical" (Fondo de Cultura Económica, México, 1971-72). Ambos títulos aluden a obras del pintor flamenco.

2 comentarios:

Fernando Terreno dijo...

Marcelo:
Justamente, "La extracción de la piedra de la locura" es el título del cuadro de Hieronymus Bosch al que se refiere A.Pizarnik en el reportaje de A. Lagunas y es el que recordaste vos la otra noche.
Varios artistas, por esa época, pintaron cuadros similares con el mismo título. Se creía que la locura era algo que podía estar localizado en un tumor o algo duro en la cabeza y al paciente le trepanaban el cráneo y se lo buscaban, no encontraban un carajo y el/la paciente se iba al mazo. Incluso Erasmo escribio su "Elogio de la locura" para el mismo tiempo.
Tres siglos después, un sector de la ¿medicina? siguió insistiendo., pero esta vez con electroshock o directamente otro tipo de torturas. Mussolini, con Ida Dasler, como se puede ver en Vincere, los yanquis en Guantánamo, los israelíes (para ellos con los palestinos) y como un servicio a terceros (-a EEUU- con los prisioneros que les llevan desde Yemen y Afganistán).
Bueno paro acá, porque la poesía de AP y la entrada me llevó para otros lados.

Marcelo Perenchio dijo...

Tuve un amigo que de su duradera fascinación por la historieta pasó felizmente a otros estamentos de las artes plásticas. A través de él conocí, hace muchos años (cuando tenía amigos), parte de la obra de El Bosco, como él lo llamaba. Efectivamente, habrá sido por aquel cuadro suyo que resultó levemente defectuoso el título que tiré de la Pizarnik. Por suerte, Hugo disimuló la gaffe una vez más. Gracias por el aporte, Fernando. Y no te pares, andá -vení- nomás para donde quieras.