viernes, 25 de julio de 2008

El 60 pasa por Saavedra

Tras unos cuantos distinguidos profesores que aquilatan la nómina de ganadores de Párrafus (Gustavo Glanzman, Alberto Lagunas, Marta Zander, ¿Quique Figueroa?), nos visitó anoche, para ganar por primera vez, un señor alumno.
Maximiliano Pozzi, de 16 años, del barrio de Saavedra, es el ganador número 60 del ciclo nocturno. Reconoció, por haberlo sacado hace poco de la biblioteca de su colegio –el nacional Buenos Aires-, un cuento seguramente bastante recóndito de la recóndita mexicana Elena Garro: “El anillo”.

De esta autora, tengo a mano en mi partida biblioteca lo siguiente:

“Elena Garro, escritora mexicana, nacida en Puebla. Entre sus libros mencionaremos el volumen de comedias ‘Un hogar sólido’ y la novela ‘Los recuerdos del porvenir” (1963).”

Esta es la breve introducción a su pieza “Un hogar sólido”, que se encuentra en la reedición de 1965 de la célebre “Antología de la literatura fantástica” de Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Y lo que sigue es la posible explicación de esa inclusión –que a su vez desmiente la firmeza de aquel título.

“La pareja” –de Bioy Casares y Silvina Ocampo- “fue muy larga y mantuvo una fidelidad esencial, a pesar de que ambos tuvieron relaciones amorosas con otras personas; lentamente va conociéndose esa vida secreta, al publicarse epistolarios, como los de Elena Garro, la escritora mexicana que tuvo amores con Bioy Casares o Alejandra Pizarnik, que revela una relación amorosa con Silvina.”

Esto lo cuenta Alvaro Abós en su nutrida “Al pie de la letra – Guía literaria de Buenos Aires”. Lo que yo no sabía es a quién le ponía los cuernos la Garro, y el así adornado, según Hugo, resultó ser don Octavio Paz, nuestro Parrafista 153. Aunque es posible (no me quedaron muy claras las fechas) que para la época de esta aventurilla del Adolfito, ella ya estuviera divorciada.

Pero volviendo al flamante ganador de anoche, debo decir que me resultó muy agradable su frescura. El pibe contó que escucha el programa desde hace un par de meses, que lo encontró en un zapping radial de trasnoche, “porque ya está en edad de trasnochar”, dijo. La afición a la lectura se la inculcó su madre, ama de casa. Lee de todo, todo le gusta, y por ahora no tiene un autor favorito. Está en el tercer año del prestigioso Colegio Nacional de la calle Bolivar. Dijo que, después, podría seguir alguna carrera científica.
Me gustó, también, porque me hizo recordar a mis propios 16 años –pero no voy (hoy)a aburrirlos con eso.
Curiosidad: se ganó Maximiliano, por ser el Nº 60, dos libros: “Puro futbol”, de Fontanarrosa, y uno sobre César Aira, escrito por una Silvia Contreras. El año pasado, el 10 de abril, cuando se leyó al hoy recordado Octavio Paz, el ganador fue un Adrián Contreras. Este oyente no volvió a ganar. Espero que Maximiliano, en algún momento de su flamante trayectoria como lector, vuelva a aparecer por Párrafus –y que Adrián también, ¿por qué no?

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