viernes, 18 de julio de 2008

Minimalista


Esta semana, la modorra típica del retorno al trabajo me hace sentir discípulo de Raymond Carver, es decir, minimalista –como lo llaman los que saben.
Ya comenté brevemente las dos primeras lecturas de la semana: la Ininterrupta y la decimonónica. Sobre la tercera, la de Amado Nervo, ahí está la reflexiva reseña de Marta Zander, la joven oyente de Bahía Blanca que poco a poco parece encaminarse por la senda que yo anhelaba de los compañeros Parrafistas, la senda rememorativa de sus cosas vividas o leídas.
Sobre la ganadora nueva del miércoles, Alicia Zarate, solo agregaría que con su llegada, reconociendo "Elevación", de Amado Nervo, eleva a 59 la nómina de ganadores del ciclo nocturno de Párrafus.
Y el jueves, doble Ininterruptus, como dijo Hugo anoche. A la interrupción y pausa impuesta por el noticiero de Nacional (acerca de cuyo tema no puedo menos que repetir lo del lunes: “Ay, Julio, Julio…”), J.B.Priestley la compensó con “El tiempo y los Conway. Además, a la lectura de esta obra del inglés, Mario Tsolakián la interrumpió apenas a los 20 segundos.
Y anoche, recordando un título leído quién sabe en qué solapa de otro libro, la pegué yo, con “Ojos azules”, de la afroamericana Toni Morrison.

Mínimo apéndice: esta mañana, escuchando las indiscriminadas efemérides con que muchos periodistas rellenan sus excesivos espacios radiales, me entero de que cumple 90 años Nelson Mandela. Y lo asocio -libremente- con la lectura de anoche. Como hice el lunes 14, cuando asocié la lectura ininterrupta con el aniversario de la toma de la Bastilla… ¿Serán sutiles pistas del Hugo Néstor, que no debe ignorar que el juego va poniéndose cada vez más y más difícil?

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