"Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tu el lector de estos ejercicios, y yo su redactor" Jorge Luis Borges
viernes, 23 de mayo de 2008
Anteanoche, en la charla con Hugo
Anteanoche, en la charla con Hugo, dije que estaba estrenando mi máquina nueva y había querido probar aquello de ganar con el Google. Horas después, el mismo día, encontraría una nueva justificación para esa triste inconducta.
En realidad, la máquina la tenemos desde hace casi un mes. Tal vez fue una inconciencia de nuestra parte ponernos en semejante gasto en el año del nacimiento de nuestro hijo, pero así somos nosotros, a veces: si la vamos a hacer, hagámoslá bien.
Nuestra conexión a Internet sigue siendo la misma, un provedor gratuito a través del mismo cable que le sacamos al teléfono, que ahora funciona un poco más rápido que con la vetusta y exasperante PC anterior. Y ya en los primeros días de uso, a principios de mayo, había pensado en hacer esa jugarreta con el buscador. Pero, primero, me dije que no podía caer en esa bajeza. Después pensé: ¿por qué no? Y este domingo, cuando se leyó a D.H.Lawrence, me había decidido. Pero Cristina se durmió temprano y no quise molestarla con el revoltijo de cables -telefónico, del cargador, del estabilizador- que la máquina demanda. De todos modos, no me hizo falta para identificar "Mujeres enamoradas" (los nombres de Ursula y Gudrun ayudan a cualquiera), pero López Motta llamó primero.
Finalmente, anteanoche lo hice. Mientras Hugo concluía su preámbulo, me conecté a Google. Cuando empezó la lectura, dejé pasar unos minutos. ¿Para que otro oyente pudiera ganar con armas más dignas o porque no sabía cómo continuar?
A los tres minutos recordé mejor el caso de Jorge Aloy, quien inaugurara este método en agosto pasado -o, al menos, quien lo confesara. El había contado que escribió en el buscador una frase de palabras desusadas que aparecieron en el cuento que Hugo leía, algo así como "las mulas de don Garayal", y le saltó que se trataba de "El barranco", de José María Arguedas. Yo, que no había pensado mucho en los detalles del procedimiento, esperé una frase así (y en el interín desaproveché un nombre propio, que seguramente hubiera funcionado), hasta que al final escribí cualquiera, "el viaje vertical en el ascensor". Y funcionó.
Gané, entonces, una vez más, aunque con esas malas artes. Por supuesto, lo confesé. Por supuesto, no conocía el cuento "Licantropía", de Enrique Anderson Imbert. Pero conozco al autor, leí algunas cosas suyas; por ejemplo, el reportaje que mencioné de la revista "Puro cuento".
Y después, pensando en qué escribir para el Blog, reparé en que Anderson Imbert menciona en ese reportaje a "Gog", de Giovanni Papini. Y reparé en que este libro, junto a los cinco o seis numeros que tengo de la añeja revista de Mempo Giardinelli, son una de las pocas cosas que traje a casa de Cristina en la mudanza del papel impreso. Y reparé en que la última victoria del legendario Gustavo Glanzman fue con una novela de Giardinelli -y recordar esto me asustó. Y reparé en el parecido entre Gog y Google... Todo esto, mientras mentalmente tomaba apuntes para mi Entrada de ayer.
Pero más tarde, esa misma tarde, reparé en que había otra razón para que yo la noche anterior quisiera ganar sí o sí, de cualquier manera, y esa razón es que en esa tarde de este jueves, ayer, de pronto, inopinadamente, sorprendiendo incluso a la obstetra, que en el control semanal de rutina le encontró a Cristina una dilatación propia de cuatro horas de trabajo de parto y la mandó corriendo al sanatorio, a las seis y dos minutos de esa tarde, ayer, 22 de mayo del 2008, en géminis, nació Esteban Perenchio, que quería encontrarse con un papá ganador -y una mamá tan valiente.
(Por obvias razones, no pude escuchar el programa del jueves -aunque, como todo anduvo bien en el sanatorio, pensé varias maneras, que desheché-, así que si alguien quisiera contarme de que se trató la lectura...)
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6 comentarios:
Qué linda noticia!! Cuánto me alegro.
Ahora entiendo lo de google.
Felicitaciones para los flamantes padres y...
bienvenido, Esteban!!
(Del programa de anoche, para qué te vamos a contar. Mejor, como dice Fernando, que venga la gallega y te lo cuente.)
Hola: Marcelo Y Cristina ¡¡Felicitaciones por la llegada de Esteban !! lo mejor para los tres.
un saludo.
ladislada
Hola: Marcelo Y Cristina ¡¡Felicitaciones por la llegada de Esteban !! lo mejor para los tres.
un saludo.
ladislada
Jarajarajarajaajara!!!! :D
Quien lo diria ayer...
Me acuerdo de esto: :P
"Me asombra también (como cuando lo supe de Dolina) el tema de la progenie. Seguir trayendo almas sufrientes a este mundo, es algo que no comprendo.
Caemos como moscas porque el mundo esta hecho con fly.
Paciencia... solo se trata de pasar los primeros 20 años. a los 21 que se arreglen solos.. :D
Felicitaciones Marcelo y flía!
Te comento que a todos los que escuchen radio a la noche, y descubren las características del programa de radio nacional, se le ocurre en seguida que no faltará quien escriba algo relacionado con la cocina del programa.
Desde ya que poesía no será, porque es sabido que la poesía no existe.
Teatro tampoco, porque eso es cosa del futuro.
Ajustándome entonces a las reglas, te informo que será novela o mejor aún, un cuentazo. Y desde ya profetiso que el argumento incluirá:
a-Un individuo que ansía revolear redes en aguas galileas, pero por modestia, realismo y con inteligencia, se conformará con ser un pescador de mosca en un río del sur, donde apuntará a las truchas lo más gordas posible, para sacarlas de a una por vez, semblantearlas y …devolverlas a la corriente.
b-un montón de gente que lee y entiende y disfruta lo que lee.
c-Otro individuo que apurándose a comprobar la calidad de los alimentos para bebés, se tomará un biberón entero de S26 vencida, lo que le provocará una rara intoxicación llamada el Síndrome de Goog, consistente en una incontinencia webera, enfermedad descripta en los manuales como un impulso irrefrenable de apretar las teclas “google +…+ enter” , lo que provoca un cataclismo difícil de solucionar.
Y finalmente un hacker contratado por Hugo, que desparrama un virus informático que invade un mínimo de 123.795 computadoras de la red, para que a las 00:28 saturen todos los sitios de Internet que contienen textos de obras de autores a ser leidos cada noche, bloqueándolas durante 32 minutos para dificultar el accionar de los terroristas de la palabra.
Saludos y a preparar mamaderas de las buenas.
Marcelo y Cristina: Es increible, sin conocerlos personalmente, solo a través del programa y del blog, estaba pendiente de este acontencimiento. Me alegro que todo haya salido bien y te aseguro Marcelo que en poco tiempo te darás cuenta que lo que no te gustaban eran los chicos ajenos. Te lo dice una mamá de mellizos de un año y cinco meses (y de 39 años !!!!!) que pensaba lo mismo que vos y ahora está enloquecida con ellos. Y eso que pasé (junto con el papá) meses durísimos. Felicitaciones y cariños para Esteban.
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