viernes, 9 de mayo de 2008

Perros y gatos

Apenas horitas pasado el Día del animal, tuvimos esta semana en Parrafus perros y gatos.

El martes fue El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, que cuenta con mis más calurosas recomendaciones. Ya saben: descubrí este libro porque Luis Pescetti leyó en su (ex)-programa Vampiro Negro, el capítulo 3. El curioso incidente es un libro a veces triste, muchas veces para leer con el corazón hecho un bollito. Y termina bien. Eso también está bueno.

Es la novela que el joven Christopher escribe sobre el asesinato del perro de su vecina, la señora Shears. Cuando le dicen a Christopher que la gente prefiere las historias policiales donde las víctimas son personas, él retruca que en El sabueso de los Baskerville hay no uno, sino dos perros asesinados. Así que, a la manera de Sherlock Holmes, él mismo sigue con la investigación y nos la cuenta.

Entre las linduras del libro están los dibujos, lo que ya es una sorpresa en una novela. Tal vez el libro esté pensado para un público juvenil; no puedo dar fe: tenía treinta y largos cuando lo leí. Otra sorpresa es que El curioso incidente es, a su modo, también un libro de divulgación, porque Christopher tiene gran habilidad para las matemáticas, y va intercalando con su aventura, capítulos donde cuenta sus intereses matemáticos y científicos. El problema del Monty Hall está explicado de una manera muy clara, con todo el chisme y un diagramita, que ni Paenza.

Y, no cuento más por si a alguien le dan ganas de leerlo. No sé si este libro se conseguirá fácilmente ahora. Cuando yo lo compré, tuve que gastar varias suelas caminando por librerías. No quieran saber la cara con que me miraban en las librerías cuando me preguntaban: "Cómo me dijiste? El accidente del perro cuánto?"

El miércoles apareció el gato en una historia muy tierna de la mano de Rudyard Kipling. No, no, no era el gato escaldado. ni ese gato blanco que se mira en el espejo de don Jorge Luis. Este era un gato que caminaba solo y no le importaba estar aquí o allá. Me hizo acordar un poco al gato de Alicia aquel que decía "si no sabes adónde vas, no importa qué camino elijas". Parece que los gatos son unos filósofos de la gran flauta.

Los que se quedaron con las ganas saber cómo sigue el cuento pueden terminar de leerlo haciendo click aquí:

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/kipling/gato.htm


PD: Este es también es un cuento recomendado para los que quieren saber cómo una cueva se transforma en un hogar cuando llega una mujer y qué cosas les gustan a los bebés. Así que nadie tiene excusa para no leerlo.

2 comentarios:

Luciano Doti dijo...

Hola, descubrí el programa esta semana, me lo recomendaron en un foro de literatura. Me gusta, aunque uno por ahí se queda con las ganas de escuchar el cuento completo. Los seguiré sintonizando.

Marta dijo...

Me pasa lo mismo: muchas veces, casi siempre me quedo con las ganas de que siga leyendo.
Pero eso también funciona como una excusa para descubrir o redescubrir libros.
En una época Pinky tenía un programa en el que siempre leía algún cuento. Obviamente, el programa iba después de la medianoche. Como el de Sasturain, ahora.
Se ve que no hay mucho espacio en los medios para la lectura.
Gracias por pasar!