lunes, 19 de noviembre de 2007

Archivos desclasificados Criollo - teutones


Dudo el archipestre de LRA incursione por estos lares para elegir lectura.
De todos modos, el texto seleccionado pertenece al prólogo de un broli de reciente factura. Donde se relata una anécdota francamente de película.
A los lectores, e interesados en historia dedico esta entrada.

"Desde Buenos Aires hasta Córdoba, todo fué de maravillas.
Una vez que el Presidente de la República Argentina, Agustín P. Justo, ascendió en Córdoba al Junkers 10 Junior, un avión de dos asientos con cabina descubierta, se ubicó en el asiento trasero y se colocó el cinturón de seguridad, la aeronave despegó puntualmente con destino al aeropuerto de Tucumán.
Dado que el modelo Junior, estaba equipado con pocos instrumentos, como era usual en aquellos tiempos, el piloto J. Stunde, uno de los mas experimentados de la empresa Junkers, siguió la ruta a lo largo del trazado del ferrocarril para no desorientarse.

Inicialmente las condiciones climáticas fueron favorables pero, de pronto, turbulencias poco habituales obligaron al piloto al máximo control del avión para mantenerlo seguro en el aire hasta Tucumán, donde finalmente aterrizó algo sacudido, pero en horario.
Al igual que en Córdoba, fué recibido con gran despliegue militar.

En ese momento, la aeronave desacelera y finalmente se detiene en el lugar donde era esperada con una alfombra roja.
En su asiento gira el piloto hacia atrás para disculparse ante su ilustre pasajero por las condiciones poco confortables del vuelo, y advierte que:
¡el Presidente no está!
¿Qué había sucedido?
Durante una de las turbulencias se rompió el tornillo que sujetaba el cinturón de seguridad del Presidente, y entonces, fué catapultado del aeroplano.
El paracaídas se abrió, porque la cuerda había sido fijada al avión.
El Presidente se deslizó a lo largo de una de las dunas junto al trazado ferroviario, donde pudo tocar tierra casi mullidamente, sin sufrir lesiones.
Tuvo suerte, ya qye precisamente, en ese instante pasó un tren, lo cual no sucedía con frecuencia durante el día. Pudo convencer al maquinista desconfiado de que lo llevara y finalmente llegó a Tucumán con cinco horas de retraso, donde ya se temía lo peor y se había sometido al piloto a un interrogatorio".



2 comentarios:

Anónimo dijo...

JUSTO, a los tumbos.
Don Quique:
O este Justo andaba seguido a los tumbos, o el mismo episodio aparece contado con otros datos, en "La Argentina en el siglo XX", pág. 80, editado por el diario La Nación.

fecha: 12 abril de 1927
avión: Breguet Nº 11
piloto: Cap. aviador Martínez de Alegría.
El piloto aterrizó en La Rioja sin el acompañante, que cayó en paracaídas en la localidad de Patquía, Pcia.de La Rioja.
En ese tiempo, Justo era ministro de guerra de Alvear.

Haciendo jueguito con el apellido del piloto, los radicales Irigiyenistas, decían que la noticia llegó a Buenos Aires, en un telegrama redactado así: "MINISTRO DE GUERRA PERDIDO EN EL AIRE. ALEGRÍA."

A ver si su fuente puede aclarar el entuerto. Miro la foto del avión antes de la partida y no alcanzo a darme cuenta si era un Junker o un Breguet. Pero me parece que el Junker tenía el fuselaje de chapa acanalada, como las de techo y este de la foto, no.

Quique Figueroa dijo...

Interesante apunte el suyo Fernandito.
Sembrome la duda acerca de la exactitud teutona.
Vaya aprieto, pero la duda siempre nos lleva por el buen [y largo] camino, el de verificar las fuentes.
Pero obviamente Vd., amén de sus relatos paternos, tiene como "aliados barriales" [o de manzana] a Jorge Newbery, Alberto Santos Dumont y los coroneles Charlone y Roseti.
Estos deben darle crónicas puntillosas sobre cuestiones varias.
Indagaré para precisar algo.
Celebro esta nueva intervención terrenal, que motivó una entrada en esta bitácora pseudo-abandonada. Digamos un paciente con pulso débil, pero firme, a la vez que consciente e irracional.