viernes, 9 de noviembre de 2007

Correctamente antipolítico













Miércoles 07 de noviembre


Por primera vez, la transición de una a otra de las lecturas elegidas por Hugo me resulta tan transparente y luminosa. De una novela de autor japonés se pasa a “Amarillo”, del dramaturgo argentino Carlos Somigliana.
Difícil, aunque no tanto como la última incursión teatral en Párrafus, “Arsénico y encaje antiguo”, que solo salvó la ciclopea tarea de rememoración de Quique Figueroa.
Esta vez, otra vez, ganó María Suárez, quien recordó haber escuchado la obra en un espectáculo de teatro leído.
Concreta así, María, la hazaña de alzarse con la victoria en los tres juegos de la semana. Y destruye el triunvirato de triples triunfadores que, hasta hoy, conformaban el “finado” Gustavo Glanzman, el sureño Quique Figueroa y Perenchio Coronel, el incorregible. Mejor dicho, lo trasforma en..., ¿cómo se dice? ¿Cuadrivio? No tengo un diccionario a mano. ¿Tetrarquía? Bueno, que somos ahora cuatro los de las tres consecutivas victorias. Pero creo que, con Glanzman y Figueroa, no tendríamos inconveniente en que se ceda el sitio preferencial, la cima del podio, a la compañera oyente María –sobre todo si ella llevara falda-, para aplaudirla nosotros desde el suelo –y Gustavo quizá desde más abajo.
Perdón. ¿Dije algo malo?
Pero, ¿no sugirió Hugo, en la charla con la ganadora, que ahora, tras esta reaparición triunfal, yo debería rezarle a María para que me sea dado volver a ganar el juego alguna vez?

Pero el que de verdad estuvo cara a cara con los demonios –y no con Dios- fue el autor de hoy, Carlos Somigliana.
Hugo contó algo que mucho no se divulgó en su momento. Parece ser que Somigliana y el periodista Mario Monteverde tuvieron a su cargo la compaginación del material audiovisual registrado en ocasión del juicio a los ex comandantes de la última dictadura civico-militar, llevado a cabo en los comienzos del gobierno de Raul Alfonsín. Con las horas y horas de declaraciones que tomó el tribunal, se elaboró un trabajo documental que, bajo la forma de seis videocassettes, fue puesto a consideración de las autoridades democráticas. Quienes, en lo que constituyó una de las agachadas civico-políticas a las que después, con los años, nos acostumbraríamos, no autorizaron la difusión pública de ese material. Esta defección de un gobierno en el que tantas esperanzas se habían depositado, más la frustración de un trabajo que le demandara tanto de su temple y de su talento –los videos luego fueron robados y circularon fragmentados, desnaturalizada su concepción- afectaron mucho a Somigliana, quien al año siguiente, en 1987, falleció a los 55 años.
“Amarillo”, ambientada en temporada electoral de la Roma antigua, fue su primera obra, de comienzos de la decada del 60.

METALECTURA

“Amarillo adminículo”, escribí en la reseña del programa del martes. Y en torno a algo que no pude cumplir en escribir, expliqué este lunes, en un mail privado, que me había quitado las ganas enterarme de la internación de mi hermano. Quien resultó estar con hepatitis.
Por otra parte, ya el miércoles (a la mañana) había denominado a esta que transcurre "Semana mariana".
Por otra parte, el miércoles 7, mi viejo -Carlos - hubiera cumplido 80 años –pero se murió a los 49.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero compartir con Uds. estas recetas infalibles:
Novela + autor japonès + enero de 1940 buscar igual wikipedai Yasunari Kawabata

Teatro + ciudadano 1 + año 123 A.C. buscar
igual teatro del pueblo Somi Amarillo

Cuando no hay comida en casa el deliveri te saca de apuro.

Marìa Gugle de Coglan

Anónimo dijo...

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Marìa Gugle de Coglan