jueves, 15 de noviembre de 2007

Yerros


En la décima edición de los Cuentos completos de Julito Cortázar, en el prólogo que firma M.Vargas Llosa, se desliza una cuestión que traigo a colación.
El peruano luego de referirse a su amistad con el belga, mudado a Banfield, habla de la amistad de ambos, y describe los cuentos.
Al llegar a "El perseguidor - In memoriam Ch. P.", cuento que Julito señala como referente genético pa' Rayuela, Vargas Llosa remata "el jazzman genial cuya alucinada búsqueda de lo absoluto a través de la trompeta".
Ay Marito, Ch.P. tocaba el saxo alto. Pero vaya y pase, ya que no todo literato es melómano. Sin embargo, el instrumento en cuestión es el protagonista del cuento. De hecho aparece hasta cinco veces en una página, y no menos de 31 en el cuento entero: aparece, se pierde, se empeñan, se destroza a patadas.
Por último hay un jueguito entre las palabras saxo y sexo.
Disculpe Mario, Vd.era amigo o colega del genial Cortázar, se dedicaba como él a la escritura?
Por lo visto, el oficio de traductor del belga bonaerense lo hacía algo mas obsesivo con las letras, pero Vd. o descuidó el prólogo, o cobró por su escritura, o peor aún: hubo de encargarlo a un tercero.
Alfaguara, una editorial seria ha de rectificar este pifie olímpico. La archicofradía irracional de Párrafus os conmina.
Ipse dixit!

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