martes, 17 de noviembre de 2009

Siguiendo con Uhart

Nuevo envío de la colaboradora AnóniMa (sic)

“DEBEMOS TRATAR DE NO AMARGAR A NADIE”


"Tengo 56 años pero me siento como de 46. Vivo en un barrio pobre, ni pobre ni rico. Y así es como me gusta: no desearía ser rica ni pobre. Tengo y he tenido desde que recuerdo muchos amigos; tengo la certeza de que puedo hacerme amigos en cualquier parte del mundo, aunque la barrera del idioma es enojosa. Le tengo miedo a los aviones; me gusta viajar pero volar es un suplicio. ¿Cómo voy a volar si no tengo alas? Me gusta viajar para encontrar a mi casa diferente, bah, para volver. De los primeros libros que compré en mi vida (y los segundos y los etc.) no conservo ninguno: los presté, los perdí, los regalé y los vendí; ahora los guardo más. Cuando un libro me gusta suelo reponerlo y comprarlo, porque he leído siempre mucho todo lo que me gusta o pienso que me va a gustar: en ese sentido soy muy prejuiciosa: si pienso que algo no me va gustar, no lo leo. Por eso estoy bastante desinformada, lo que en sí mismo no me preocupa, salvo cuando quedo afuera de las conversaciones. Soy egresada de Filosofía y lo mismo me pasa con los filósofos; si me interesa leo mucho de lo mismo, autor o tema. Y si no lo ignoro. Como soy una persona que saca poco partido de la experiencia en cuestiones prácticas no me gusta luchar o pelear. Tengo entonces que hacer muchas gestiones: administrativas, editoriales y de dentista. Cada vez que debo ir a una editorial nueva para llevar mis cosas o al dentista yo misma me premio. Yendo así a variados dentistas, editoriales y gestores, uno puede entender lo uno y lo múltiple. 'Venga la semana que viene', o 'No hay plata', dicho de las maneras más inverosímiles. Desde hace más de treinta años trabajo en la docencia: primaria, secundaria, universitaria, privada, pública, de adultos. No creo que los jóvenes de ahora sean distintos a como fuimos nosotros; quieren ser reconocidos, valorados y tratados con justicia, por lo tanto, casi siempre responden. Rechazo las ideas apocalípticas en todas sus manifestaciones. A saber: que los jóvenes no leen y van a ser ágrafos, que el mundo se va a destruir, que el país va hacia la disolución, que el tango va a morir, etc. De los libros de la Biblia, el Apocalipsis es el que menos me gusta. Tengo muy pocos principios o convicciones firmes. Pero sí creo que debemos tratar bien a los que tenemos cerca y que todas las personas tienen derecho a momentos de placer, alegría o como se llame: debemos tratar de no amargar a nadie."

Hebe S. Uhart

(Tomado del libro Primera Persona, conversaciones con quince narradores argentinos. Graciela Speranza. Editorial Norma)

1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que debemos tratar bien a los que tenemos cerca y que todas las personas tienen derecho a momentos de placer, alegría o como se llame: debemos tratar de no amargar a nadie


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