viernes, 4 de abril de 2008

¡"Mi planta de naranja lima"!

¡"Mi planta de naranja lima"!
¡¡"Platero y yo"!
¡¡¡"Chico Carlo"!!!
¡Aquellos libros escolares, los primeros libros!
Jamás los leí. Nunca tuve los libros de la primaria. Mi viejo colectivero, mi madre empleada doméstica, no podían comprármelos. (Yo, para leer, le pedía a mi cuñada, la Coca, la esposa de mi hermano mayor, Coco, el libro sobre espiritismo de Allan Kardec.) Me acuerdo que las maestras nos sentaban, a cada uno de los que no lo teníamos, con uno que lo tenía. Julián Sánchez, el profe de literatura que ganó anoche con el primero de los títulos 'evocados', debe saber bien de lo que hablo -y los demás también.
Se ganó Julián la novela "El desperdicio", de Matilde Sánchez, la más bella mujer de las letras argentinas contemporáneas -coincido con Hugo. Pero falta nombrar al autor de la novela de anoche: es el brasileño José Mauro de Vasconcelos.
Volviendo brevemente al programa de anteanoche, quiero citar una frase de Saul Bellow que leyó nuestro conductor. Parece que cuando ganó el premio Nobel (en 1976) le preguntaron cómo se sentía. Y el galardonado respondió: "No lo sé, todavía no he escrito acerca de ello".
De Bellow tengo una novela que nunca pude terminar de leer: "El planeta de mister Sammler". Hace poco vi en la tele el fragmento de una película que, por el episodio que ilustra, o es un plagio, o es la adaptación de ese libro: la actividad de un carterista negro observada en un micro por un anciano tuerto. Y a propósito de adaptaciones cinematográficas, anoche, en TCM, con Burt Láncaster como protagonista, se dio una sorprendente versión -para mí, por lo desconocida- de una novela de uno de los Ininterruptus de diciembre.
Pero bueno, con Bellow y con Vasconcelos se fue la primera semana larga de Párrafus. Semana óptima, creo: tuvimos cinco ganadores distintos, incluida una ganadora nueva, ¡y no ganó Perenchio, vive Dios!

Apéndice: La vez pasada, hace poco, cuando se leyó el cuento de Drummond de Andrade, Cristina, por el ambiente brasileño del relato, pensó en "Mi planta de naranja lima", y después dijo que algún día, pronto, aparecería en Párrafus. Pero ella tampoco tuvo nunca el libro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pará de llorar miseria, trucho