jueves, 17 de abril de 2008

No vela negra


Cosecha gris, cosecha de humo, es la que se obtiene mediante el fuego que los cazadores furtivos del delta encienden en los pastizales para que salten liebres y perdices.
Esa es una de las conjeturas para explicar la humareda que avanza sobre Buenos Aires desde hace unos días. Otra dice que el fuego es utilizado por los dueños de la tierra para limpiar sus campos antes de la siembra -de soja.
Pero para descubrir la verdad y encarcelar a los responsables haría falta que intervenga el detective gordo de la Pinkerton, o el duro Sam Spade, o el mismo Hammett, que en la película de Wim Wenders ("Investigación en el barrio chino", en español, basada en la novela "Hammett", de Joe Gores) debió meter sus manos en el asunto para aclarar la desaparición de un amigo. Quizá incluso el aristocrático Nick Charles obtendría más éxito que nuestras autoridades.

De manera infrecuente, Hugo comenzó anoche el programa refiriéndose a un hecho del que se habló en todos los medios. Claro, el asunto lo amerita. O, mejor: Brumoso, el asunto lo amerita. El humo que llega del norte se mete hasta dentro de nuestras casas de un modo todavía más insidioso que las boludeces que inoculan diariamente en los hogares la radio y la TV.
Después, la lectura del Párrafus 303 fue la novela "Cosecha roja", de Dashiell Hammett, la más enrededa y densa de las que conozco (la que menos me gustó), una historia de corrupción y crimen que complica a toda una ciudad. Es de los años ´30. Hoy en día, alguno de los continuadores argentinos de la novela negra, género que Hammett contribuyera a crear, podría escribir una cosa parecida, pero de más amplio alcance, algo que involucrara a -casi- todo un país. ¿No le parece?
Más detalles sobre el Interruptus de anoche en la lista de lecturas.

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