jueves, 12 de junio de 2008

Constancia

Ardua semana para los parrafistas, que venimos mordiendo el polvo de la derrota tupido últimamente. Si el mes terminara hoy, el premio por la mayor cantidad de victorias se lo llevaría el señor Vacante.

Pero día por medio sí salió bien. El martes se leyó La hija del Capitán, la novela de Alexander. Pushkin, último de los rusos de la vieja guardia que quedaba por leer, según aporta Fernando, quien contó que se había ayudado de unas anotaciones hechas en "papelitos". A juzgar por la activa participación de Fernando en el programa, este sistema está resultando de una alta eficiencia.

El jueves, teatro: dos niños, Mytyl y Tyltyl, una cabaña, dos camitas. Díganme si cuando Hugo leyó lo de la cabaña, la gata, el escabel no se les cruzó por un momento el recuerdo de nuestro amigo, Pedrito H., dos veces leído en Parrafus, las dos veces ininterruptus. Pensé que en cualquier momento aparecía la pila de leña y la ventana de doble cristal. Pero no: la lectura tuvo mejor suerte. Era El pájaro azul, de Maurice Maeterlinck, que fue rápida y felizmente reconocida.

Felicitaciones a Fernando y Naón, los ganadores de esta semana.

Y, día por medio no salió tan bien. El lunes se leyó una obra de teatro, tal vez sobre la revuelta de la Comuna de París, según lo indicaban los nombres de sus protagonistas. Reincidencia para el autor, que sí fue reconocido; no corrió con la misma suerte el título. ¿Tan difícil era? ¡Que? ¿Estaba escrito en griego?

El miércoles se leyó un cuento con toda la pátina de lo clásico. Sonó la chicharra en lo mejor: tuvimos que dejar a Angeline y Faustina a punto de ser atacadas por un búfalo. Una palabra del título fue omitida, junto con toda su familia: amor, amada, enamorados, amor?

Cuento, novela, dos veces teatro. Dos veces sí, dos veces no. ¿Nos desempatará la poesía esta noche?

Buena suerte para todos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Marta, hace muy poco que escucho el programa, pero pienso que Hugo la está pifiando. Lo hace muy difícil, los cuentos existentes son millones de millones, supongo 10 o 20 veces más que novelas en el universo literario. Yo personalmente cuento y poesía, paso. Obras de teatro tampoco funciona mucho. Hugo debería desestructurarse, y cuando la cosa después de tres minutos no fluyera,dar pistas, como por ejemplo fecha de la obra, o nacionalidad del escritor, cantidad de páginas, etc. Si no se torna muy pesado el programa.Hay que darle movimiento, agilidad.
Así lo veo yo !!!
PD: Ayer jueves trasnoche leyó un cuento, a las 00.50 me desconecté, pero creo nadie acertó.

Anónimo dijo...

Madre, quiero confesarme. Madre, he pecado.

Mientras Hugo leía el cuento, y a la altura en que se venía el búfalo desenfrenado, ya mi cabecita había elevado a las niñas por las nubes esperando una edificante moraleja, también las había hundido en el infierno pensándolas culpables de una relación íntima o tal vez incestuosa siempre al alcance, aunque también imaginaba una posible derivación a la ciencia ficción, en tanto dejaba su lugar al remanido despertar de una pesadilla, y qué se yó cuantas más!

Al día siguiente no aguanté e hice lo que no debía hacer: guglié Madre, guglié.

Ya no me importaba tanto la mano que manejó la pluma ni el título, no me importaba el siglo ni lo esmerado de la edición: sólo quería saber como terminaba...y LO SUPE!

Pido perdón y como en el tango...si soy un delincuente, que me perdone Diós. Déme penitencia Madre!

Espero que nadie le cuente al hugo, y menos al insoportable.

Marta dijo...

Audaz: la trasnoche del jueves, te perdiste el final. En los últimos segundos, casi empezando las noticias, apareció una ganadora debutante con el título correcto. Se trataba del cuento Amore mio santo, de Paco Urondo.

Por lo demás, supongo que en la variedad está el gusto, como diría mi vieja. Mi opinión personalísima es a favor del programa así como está, sin ninguna pista. Y está bueno que sea un poco difícil, y si nadie llama, que se lea todo lo que haya que leer, y que sea lo que Dios quiera. Mis géneros preferidos son el cuento y la novela, pero igual me gusta el picadito de géneros que hace Hugo. Aunque la mayoría de las veces no sé la respuesta correcta, digamos que disfruto de la posibilidad de la sorpresa en la lectura y (casi siempre) me quedo escuchando hasta el final.

Anónimo: muy bueno su texto. Me ha hecho reir! Y, qué quiere que le diga: resistir las tentaciones no es para cualquiera. Pero lo perdonamos si nos promete que lo hizo para saber cómo terminaba el cuento. La verdad es que todas sus truculentas especulaciones me han dado ganas de conocer el final a mí también...

Marcelo Perenchio dijo...

Hola, Anónimo. También guglié a la mañana siguiente (además de llamar durante el programa para saber si el autor sería D.D.), pero no pude confirmar mi sospecha, a pesar de saber el posible autor y el posible título del cuento. Como ya dije, voy a confirmarlo cuando vaya a casa de mi vieja y pueda consultar el libro. Vos, ¿cómo hiciste? ¿Cuáles fueron las coordenadas que te llevaron a SABER? Yo probé con los nombres (Angeline, Faustina, Hipólito), y nada. Bueno, pero mejor no contestes por este medio. Si querés, escribí a mi casilla. Abrazo o beso.

Anónimo dijo...

Marta, agradezco el perdón. A sus pies!

El inso quiere pecar, diciendo que es para SABER! ...esta historia me recuerda al negocio de Adan y Eva!

Pecar para saber, saber para pecar? ... mmmmhhhhhh...

Yo creo que aunque ponga un dedito, o el ojito, o la orejita, o el corazoncito, etc, éste no lo va a adivinar! O sí?

Suerte!

Anónimo dijo...

NO ES D.D..... Y NO ES DIFICIL HALLARLO, EXCELENTE ELECCION DE HUGO ESE CUENTO !!!!!!!!!!!!!!!