sábado, 28 de junio de 2008

Lo tuyo es vicio


Primera semana de invierno, y Hugo, atento a la estación más mortecina, se vino con toda la rabia, con terremoto, con desierto y con cementerio marino.
El domingo, festejando el primer mes de vida de Esteban, me fue dado ganar cuando se leyó “Rabia”, novela del 2005 de Sergio Bizzio, a quien Hugo tenía en línea como oyente privilegiado –y preocupado.
Y tal vez fue mi culpa. Cuando conté que, aunque conozco a Bizzio, solo sabía de esa novela por algo que leí en la “Ñ” del día anterior, el joven autor nacional paso a explicitar sin prisa y sin pausa la noticia de aquel suelto, abundando en las alternativas de la filmación de su libro, las bondades del ecuatoriano director, las traducciones de que fuera objeto, e ainda mais. Al rato, cuando pude meter otro bocadillo en el triálogo para mencionar que también conocía su faceta de dramaturgo, Bizzio se subió otra vez a la moto y nos habló de su coautor Daniel Guebel, de la extensa gira que “La china” hiciera por todo el país, del próximo estreno en Montevideo… Estuvo simpático al principio, cuando, tras las presentaciones de Hugo, dijo que mientras escuchaba la lectura se decía que si lo descubrían antes de los cinco minutos podría considerarse un autor popular, y si no caería en la categoría de escritor elitista. Yo interrumpí a los cinco minutos con veinte segundos; tardé en ir a buscar la “Ñ” y hojearla hasta encontrar esa noticia sobre “esta novela, melodrama e hiperrealismo con dos personajes antológicos como José María, obrero, y Rosa, empleada doméstica…”. Y me hubiera gustado decir que, en realidad, en nuestro medio, donde la tirada de las nuevas novelas es de 1500 ejemplares, creo que cualquier escritor es elitista, y que, en todo caso, los autores populares –aunque virtualmente anónimos- son los de las telenovelas, los reality o los programas de debate político. Pero no pude. Esta vez (aunque estuve de por medio), el autor fue la estrella. Felicitaciones, Sergio. Feliz cumplemés, Esteban.

El lunes, una verdadera rareza, como ya dije. De Heinrich von Kleist, el romántico alemán que faltaba (de los principales, aunque tal vez todavía falta H.), un tremendo cuento llamado “El terremoto en Chile”. No lo conocía, pero algo, al día siguiente, me llevó a buscarlo en la red; vi que no era muy largo, lo leí y, porque me impresionó, lo copié en el Blog.
El ganador de esa noche fue el profesor Alberto Lagunas, bien familiarizado con esa escuela teutona, como señaló Fernando Terreno en una de sus simpáticas y certeras coplas.

El martes Hugo trajo al primer poeta de la semana –aunque Bizzio también publicó poesía. Fue el turno de Paul Valéry, el francés autor de “Cementerio marino”, obra que reconociera su colega de Sarandí, Roberto López Motta.
De Valéry, poeta a quien Borges dedicara un poema (¿o es un ensayo breve?), tengo un par de frases en uno de los libros que me gané en Párrafus: “El que no lea este libro es un imbécil”, de Oliviero Ponte di Pino. Ahí, en el capítulo “El intelectual imbécil”, se lee:
“Hasta un poeta tan serio como Paul Valéry, que en su Monsieur Teste había confesado: “La estupidez no es mi fuerte”, se vio obligado a reconocer: “Hay sutiles relaciones entre estos dos órdenes. El orden de la poesía es el de la estupidez”
Cito esto no para legitimar mi conocida prevención en torno a este género, sino porque es lo único sobre Valéry que tengo a mano.

A la noche siguiente, el miércoles, otra vez poesía. Y otra vez un autor brevemente mencionado en la última “Ñ” (en La semana cultural, página 38): Hugo Padeletti. El poeta y pintor nacido hace 80 años en Alcorta, Santa Fe, llega a Párrafus en los días en que desde algunos sectores se trata de pegar un grito como aquel, el que hiciera célebre a ese pueblo… Sin comentarios. Mejor dicho, prefiero retener mis comentarios.
Reconoció a Padeletti la experta en poesía María Suárez. Tardó un poco, como es su costumbre, pero creo que no corrió riesgo de que alguien se le adelantara; a pesar de su extensa trayectoria, Padeletti es un autor bastante secreto. Y aunque Hugo esta vez autorizó que se nombrara, si no a los poemas, a la antología donde aparecen (de cuya presentación se informaba en la “Ñ”), María solo llamó cuando escuchó la lectura de “La atención”. Después, en la charla, se atrevió, acicateada por Hugo, a dar las iniciales de dos de sus autores más esperados: J.J.M. y E.W., dijo. Nuestro conductor detectó al segundo de los señalados y confesó que ya está en su lista (¿para julio?). Yo sé, desde que hablara con ella, quiénes son esos dos (uno de ellos conocido suyo), o sea que ya es una larga espera la de María (porque hace mucho que tengo vedada esa comunicación). Esperemos todos, entonces.

Y en el último programa de la semana, aparece el Hombre del Mes.
Hasta ahora, cinco oyentes habían obtenido dos victorias cada uno durante junio. El record de rapidez en la respuesta lo tenía Verónica Cornejo, con 18 segundos. Anoche, Fernando Terreno, en 15, dijo que se leía “El desierto de los tártaros”, de Dino Buzatti, y este fue su tercer triunfo del mes. (Y por ganar con esa obra, recibió como premio, apropiadamente, una novela llamada “La intemperie”.)
También Fernando contó que este era uno de sus autores (y libros) esperados. (Y los que espero yo, ¿para cuándo?) También, antes, al comienzo del programa, Hugo había leído un texto del compañero Terreno, de su Blog lapulpera.blogspot, referido a los orígenes de los números y la escritura. Al respecto, prometo leerlo en el Blog a la brevedad, porque me resultó medio engorroso seguirlo por la radio. En síntesis (termino medio a la disparada esta reseña porque se hicieron las doce y hay que cambiar y alimentar al Fulanito), aunque falta todavía un programa para finalizar el mes y quedan cuatro oyentes en condiciones de empatar, saludo ya a Fernando como el ganador absoluto de junio, por cantidad de triunfos y por velocidad en el llamado.
Felicitaciones, ingeniero, y prometo, en lo que a mí respecta, que el domingo, aunque sepa la respuesta, no llamo. Pero no respondo por María Suárez, Mario Tsolakián y Roberto López Motta.
Hasta pronto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué es eso María-Voz-Soñadora de provocar así a Hugo, cuando hace mas de tres meses que tengo SOLAMENTE a EW en la punta del dedo? Eso es "estropearme" el asadito!

Tendré que telefonear todos los días a las 0:44 y sin saludar empezar a gritar: EW-... EW-... EW-... aunque despues empiece a leer cualquier cosa!