miércoles, 25 de junio de 2008

Lopez Motta de Sarandí a París

Noche de martes, madrugada de miércoles. El frío arrecia. Arranca el archicófrade anunciando que modificará su rutina. Iba a conversar de literatura [pa' variar] y el tipo quedó trastocau, luego de ver "Café de los maestros", película realizada por Miguel Kohan.
Se ve que Huguito quedó fascinado y emocionado por el contenido del film. No es para menos, desde los grandes del tango, hasta los laburantes como el portugués Jorge Da Silva aparecen en el Café.
Tira poesía. Sonamos. Gladiaremos contra la enciclopedia del locutor de LS1, el Bobby. Pas d' importance. Como decía el Barón Pierre de Coubertin: "lo importante es participar".
Efectivamente, lanza tres frases y el gong no se hará esperar. Victoria trigésimo primera de Don Roberto López Motta. En 26 segundos, el hombre está dispuesto a romper récords. Todos.
En la charla no sólo fundamenta su arribo a Cementerio Marino, de Paul Valéry, sino que compara las traducciones. Evidentemente es un locutor de fuste, de esos que hablan cuando saben, y callan cuando deben escuchar. Además Bobby conoce de tango, teatro, y en poesía es un lector y escritor.
El intercambio es digno de la revista de Guillermito Saavedra "Las Ranas", uno de los escasos espacios, donde se habla de la importancia de la profesión del traductor. El hombre de Sarandí acota, la recomendación de una profesora, donde sugiere que el traductor sea versátil, pero que jamás ponga palabras que el autor no hubo de pronunciar ...
Es la edición 352. Mañana también será poesía.

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