viernes, 11 de abril de 2008

Recomendación para Julián Sánchez

El sábado pasado, a media mañana, voy a la oficina del jefe, a decirle no sé qué cosa, y me lo encuentro hablando por teléfono. Doy media vuelta y estoy por salir, pero él me llama. "Esperá un cachito, a ver...", dice en el tubo, y me pregunta si conozco un libro llamado 'La planta de naranja lima'. Yo primero arrugo el ceño, después me sonrío, y lo corrijo: "Mi planta de naranja lima. Sí". "Ahí esta, acá justo viene Perenchio, dice al teléfono, un compañero intelectual que tenemos. Esperá." Y me cuenta que un amigo suyo está buscando ese libro. Yo lo miro, muevo la cabeza incrédulo, y le cuento que justo esa novela se leyó la otra noche (dos días antes) en ese programa que yo escucho. "¿Se puede conseguir?", pregunta él. "Puede ser, respondo, ¿es para un chico, para la escuela?" El pregunta a su amigo: "¿Es para tu pibe?", escucha, y me dice: "No. Es para él". "Ah, bueno", digo yo, sin saber por qué pregunté eso, y agrego: "Sí, se puede llegar a conseguir." "¿Y como cuánto cuesta?" "No sé, respondo, nuevo, si está, puede estar a 20 o 25 mangos. Pero se puede buscar usado, en esas librerías que voy yo. Acá en avenida de Mayo tenés una."
En definitiva, porque el lunes a la tarde fuimos con Cristina a hacer una ecografía y después me quedó tiempo antes del trabajo, me llegué yo mismo a la librería. Es la que hace un tiempo aumentó los precios de sus ofertas y yo había dejado de visitar. Fui de nuevo y veo que se unificaron los valores de las dos mesas: ahora está todo a cinco pesos. Pero esta vez, como nunca, fui derecho hasta el mostrador de la caja y le pregunté a la mujer rubia si tenían 'Mi planta de naranja lima'. Ella asintió y se dio vuelta como para agarrarlo. Detrás del mostrador hay en la pared una estantería con libros también de segunda mano, pero destacados. La mujer vaciló, miró más allá, sacó un par y miró las tapas. Finalmente le preguntó a un compañero que venía del salón. Este muchacho le dijo que ya no estaba, que lo habían llevado hace unos días. "No, por ahora no, entonces", me dijo la mujer. Agradecí y fui a hurgar un rato en las mesas de ofertas. Enseguida, cerca del final de una fila, veo en lo alto de una tapa el nombre de José Mauro de Vasconcellos. Lo saco y veo el título: 'Diodao'. Lo hojeo y me entero de que son nuevas aventuras de Zezé, una especie de continuación de 'Mi planta de naranja lima'. Tiene un prólogo de Haydée M. Jofre Barroso, quien también es la traductora. Alcancé a leer que Diodao significa algo así como delirante. Lo editó 'El ateneo', no recuerdo en qué año.
Más tarde le conté este hallazgo a mi jefe, quien me dijo que le preguntaría a su amigo si esa secuela le interesaba. Todavía no me respondió. Entonces, si alguien puede avisarle a Julián Sánchez, el 'profe' de literatura que ganó en Párrafus con la novela de Vasconcellos, que dijo que lo utilizaba con sus alumnos y a quien quizá le interese esta rareza, tal vez todavía lo encuentre. La librería es la de avenida de mayo al 600. De nada.

Apéndice: Entro a Google para ver cómo se escribe el nombre de la traductora (que en definitiva recordaba bien) y lo primero que aparece en la lista es su traducción del cuento "Amor", de Clarice Lispector, el que se leyó en Párrafus. Gracias.

1 comentario:

JULIÄN dijo...

Gracias Marcelo por el dato sobre 'Mi planta...'. Recién ahora contéstote porque no había podido crear un blog aun. Ahora sí. Me interesaría saber tus preferencias en literatura argentina, tu ránquin criollo digamos, con diez nombres.
Saludos