La sensación de ausencia harase sentir sobre la cofradía, y se extenderá hasta la madrugada del martes 26 de febrero, minutos después de la medianoche, cuando el archipreste parrafero reasuma la conducción de nuestros justos, necesarios y paternales Parrafus [Parrafus Pater].
E' vero, pero será una orfandad a medias, ya que al menos quedaremos acompañados de viejos episodios.
Presumo entonces, algunos [cófrades] habrán de profundizar lecturas, otros irán hacia la lectura de autores que estén mitad de camino entre Jarry, Olivari y Xul Solar, transitando por la angosta y empinada senda patafisica.
Otros aprovecharán a visitar librerías de usados, desempolvando barbijos para protegerse de potencial alergía a los ácaros, y tomarán nota del comienzo de cada obra de autor potencial a ser incluido en los restantes 227 Parrafus, ya que la garantía de unicidad [sin repetir y sin soplar], está garantizada hasta la emisión pentacentenaria.
Se barrunta por allí que la porción mas selecta de la puntillosa audiencia, hubo de preveer este lapso para solicitar las vacaciones [8.2 al 25.2], en consonancia con Paredero, ya que sin este alimento radio/espiritual, la vida se les haria casi inadmisible, y dispondrán de una merecida tregua de 19 días.
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