Su título lo dice todo: Frankestein!
Si aceptáis otorgarme lo que os suplico, nunca, ni vos ni cualquier otro ser humano,
volveréis a verme. Me estableceré
en las enormes tierras deshabitadas
de América del Sur.
("Frankenstein", de Mary Shelley - cap. XVII)
Entre el horror y el espanto
hago de mi grito un canto:
Mi drama es no tener madre
y ser engendro de un padre
que ahora reniega de mí,
y aunque sin nacer nací
sin tener siquiera un nombre
soy sólo un remedo de hombre,
un muñeco desdichado,
y si fui galvanizado
por mi padre Frankenstein,
en tangótico vaivén,
hoy lo que más me subleva
es ser un Adán sin Eva,
tener prohibido el nosotros
y ver amarse a los otros.
¡Ver cómo comen perdices
y yo con mis cicatrices!
Es por mi figura horrible
que nunca seré querible;
y hago de mi grito un canto
entre el horror y el espanto:
Mi drama es no tener madre.
¡compadre!
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1 comentario:
Aunque me gustó más el del vampiro, al menos este de Frankestein tiene el mérito de sumarse a los tangos sin Edipo.
Estoy pensando en Frankenstein cantando "¿Dónde te fuistesss mamita/ Con ese señor mayor?"
Quique,cambiando de tema: te mandé un mail pidiendo ayuda/instrucciones para colocar imágenes en las entradas. Por favor y sin apuro, ¿podés enviar algo al respecto?
Saludos
Fernando Terreno
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